martes, enero 19, 2010

De holismo y fanatismo

Me pregunto cuál es el afán de ciertas personas de sentirse o creerse superiores a los demás, sentimiento, sensación o diz que condición que a su vez a ellas les hace prejuzgar y sentirse capaces de aconsejar y hasta atreverse a decir que son los demás los que están equivocados. A mí me parece que en realidad esconden un profundo desconocimiento, una duda terrible que les oprime el alma y el corazón, duda que les hace tragarse fácil sus creencias o dogmas, y rechazar de plano las del resto. Ese comportamiento es uno de los que más detesto de los católicos, y de todos en general que se autodefinen como seguidores de un credo, facción o incluso partido político, cuya convicción radica en la desautorización del otro, de los pareceres, creencias y pensamientos de la otredad.
Hoy asistí a una charla de don Guillermo Dañino, doctor en Humanidades por mi universidad, que ha vivido y viajado a China por casi treinta años, y que conoce al dedillo a su gente, tanto espiritual como cálida y socialmente. Don Guillermo nos dice que uno puede conocer el alma de un pueblo a través de 3 formas principales: (1) por el estudio de sus filósofos y pensadores, así como de las corrientes de pensamiento que son irradiadas en la gente y en su devenir; (2) por sus formas literarias y poéticas, y por sus literatos y poetas, y obviamente las obras, las temáticas principales, etc.; (3), y naturalmente por la experiencia en el contacto y el trato con la gente. Así nos dijo, y nos dio una charla magnífica sobre el confucianismo, el budismo y el taoísmo, sobre los tres poetas mayores de la cultura china: Tu Fu (confuciano), Wang Wei (budista) y Li Tai Po (taoísta), sobre el característico sentimentalismo y la profunda cultivación de la amistad en los chinos, la inspiración a través de la naturaleza, tantos otros temas, en fin.
Al final, salí muy contento del IRA y tomé un taxi para regresarme. El taxista me interrogó sobre el lugar, su mirada era escritunada, como si me estuviera evaluando. Le comenté que se trataba del Instituto Riva Agüero, instituto cultural de la Universidad Católica, y que salía de una charla sobre la cultura china, a cargo de un maestro, doctor en lingüística y literatura, que tenía como 30 años viviendo en China y tenía cientos de anécdotas deliciosas sobre la vida, la cultura y la amistad por esos lares. El taxista redujo todo lo dicho a que yo me había ido a la charla, y que Dañino había pasado sus treinta años en China, y el gobierno chino se había abierto al mundo, todo porque todos, yo, Dañino y el gobierno chino, todos, buscan la perfección. Lo atajé de inmediato diciéndole que eso era falso, nadie mencionó la búsqueda de la perfección, sin embargo él dijo que sí. Dijo además, que la única perfección posible era Jesucristo. Entonces le expliqué que justamente Jesucristo profesaba la unión, el respeto por el otro, y el amor a los demás, y por amor a los demás debemos entender respetar a los demás, y por tanto a los diferentes. Le expliqué que el confucianismo, el taoísmo y el budismo en China no son absorbidos por grupúsculos de personas que se sacan los ojos los unos a los otros, sino que un mismo chino puede tomar libremente preceptos de estos tres sistemas de pensamiento y ser feliz. Y también le dije que el cristianismo se basa en el amor a los demás, y que sin embargo el catolicismo a lo largo de la historia guerreó y separó a las culturas diferentes.
No sé por qué existe tanta gente que se espanta porque uno tenga a bien culturizarse como quiera. No sé por qué te salen con la cháchara bíblica como si fueran doctores honoris causa, y saltan a desautorizar sin conocer a los demás, sin conocer absolutamente nada. A mí me daría vergüenza intentar siquiera jugar a esa posición tan dogmática y absurda, tan cercenadora de la libertad, tan cerrada y tan estúpida. Me revienta esa actitud pedante. Por eso cada vez más me gusta el holismo oriental, la paradoja creadora y la cultura china.
Para una versión más ilustrativa de esta suerte de crítica, buscar en Youtube: Minos el Juez - Juicio a los fanáticos religiosos. En todos los casos, estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Minos.

miércoles, enero 06, 2010

Amor a camiseta vista

Hoy tuve ganas de volver a escribir. Hoy estuve de paso por un centro comercial, absorto, cabizbajo, meditabundo como siempre, sin prestar atención al panorama, hasta que la vi. La observé, seducido por su belleza, por su blancura, por su acabado. Una camiseta de la U, mi equipo favorito. Recuerdo que el año que pasó -año en el que por cierto, y lo recuerdo sobre todo para mis amigos cagoncitos, la U salió campeón de la manera más justa y estadísticamente significativa en mucho tiempo, ganándolo todo en números y para variar en clásicos-, fui tres veces al estadio, a tres clásicos, además. El primero fue en el campeonato apertura, un clásico que comenzó intermitente, como tímido, como que los rivales se estudiaban mutuamente, hasta que Alianza comenzó ganando, para finalmente la U voltear con dos jugadas aéreas casi seguidas. Lindo partido, linda volteada, lindo escenario. Ese día de la pura emotividad recuerdo que regalé una camiseta nuevecita que mi padre me había comprado a una voluntaria gringa que ya estaba por regresarse a su país luego de dos meses de estar, en sus vacaciones, en el proyecto donde trabajo. Así que decidí, luego del concierto de papelitos al inicio del partido y con cada gol de la U, regalarle mi camiseta, porque era la ocasión precisa, magnífica, consecuente, irrepetible. Y así lo hice. Es por eso que cuando fui a los otros clásicos, justamente los de la definición del campeonato, y fui a los dos, no llevé camiseta actual alguna. Sin embargo, en el primero escondí un gorrito de la U en mi bolsillo porque el local era Alianza en su waterstadium, y fue una odisea salir y hacerme el cagoncito triste y lloroso por el supuesto mal resultado para que no me lincharan saliendo de Renovación; mientras que en el segundo pude llevar una camiseta antigua, de colección, del año siguiente de la muerte de Lolo Fernández, del 98', que quién sabe por qué todavía me queda, y que tiene un gran significado para mí, pero que ya no está para estarla llevando a gritar y sudar un partido, sino que más bien merecer reposar colgada en la pared.
Es por eso que ahora, soberbia, esta hermosa camiseta de la U me sacó de mi característica condición de ido. Y la compré, naturalmente, porque no he tenido en qué gastar mi grati, y sobre todo me gustó más que era la última que quedaba, de modo que justamente me llevé esa camiseta, la que quedaba en el mostrador que vi en la vitrina. Gustosamente me la llevé. Ahora me acompañará cada partido. Feliz año para todos.

lunes, noviembre 30, 2009

El papelito 2

Y ya tengo la lista completa de chicos, en tiempo récord. Me sonríe la suerte. :D

El papelito

Hoy me pasó algo digno de ser contado, una nimiedad. Salía a una reunión, pero estaba ocupado llamando a una lista de chicos para una actividad que va a ser este jueves, y como mis interlocutores me esperaban abajo, bajé con la lista de chicos que estaba confirmando. Esta bendita lista se me cayó en el piso mientras buscaba un lugar apropiado donde conversar con aquestos interlocutores. Y una vez conversado lo que tenía que conversar, empecé a buscar la condenada lista entre mis cosas, y no la encontraba. Contrariado, pedí la cuenta, mientras seguía buscando mis cosas rápidamente. Fue bien gracioso. Me despedí escuetamente de mis interlocutores, caminé buscando el papelito, y al final lo encontré tirado en el piso una cuadra antes de voltear a mi casa. Tanta fue mi alegría que lo abracé a mí y le di un beso. Qué habrán dicho de mí la pareja que iba caminando antes que yo y que sorteé para llegar primero a mi papelito. Qué me importa, ya lo recuperé. :D

viernes, septiembre 25, 2009

4 años

Ayer se cumplieron cuatro años desde que comencé Crepúsculos y Cuadernos. Trato de imaginarme sentado a la máquina en aquel ya lejano 2005, el departamento anterior, las paredes azules, el cabello corto recién rapado. En esa época todavía mi estómago no me advertía que nunca toleraría el alcohol, así que solía salir más, aunque no mucho más, porque nunca me gustó tanto. En esa época la única preocupación que tenía era la de asistir a mis clases de la universidad, y debo reconocer que muchas veces ni siquiera eso me lo tomaba en serio, hasta que conocí a una persona que me hizo ver la vida diferente. En esa época también andaba mal de amores, qué curioso, hace tanto tiempo. Y aunque las desventuras de esa época han sido muy diferentes a las de ahora, en cierto modo también son iguales, partes de la misma historia, sobre todo por esa sensación en la piel, de curtirse, de añejarse. No estoy seguro si he aprendido mucho desde entonces, parece que no tanto. Parece que no tanto.
Ayer se cumplieron cuatro años desde que comencé Crepúsculos y Cuadernos. 260 entradas. 80 mil visitas. 4 años. 4 años. 4 años. Y no sé por qué me parece demasiado tiempo, para apercibirme tan igual. Y no sé por qué me parece tan poco tiempo, en realidad. La cifra me parece engañosa. No estoy seguro si he aprendido mucho desde entonces. Parece que no tanto.

domingo, septiembre 20, 2009

Meteorito

El bólido no era un Lan Rover, tampoco el auto fantástico. Más bien era una buena mierda, un Tico amarillo alquilado para la ocasión. La pista, una playa de estacionamiento en la costa verde, de pura tierra, piedras y huecos que pueden hacerte remover las ideas, al costado de un Rústica y unas canchitas de fútbol donde a cada rato salen volando pelotas desviadas que nos hacen pensar en que estamos en el último lugar de sudamérica en ese primitivo deporte. El profesor, el ex chófer de mi papá, amigo de la familia. El tipo es todo un caso y merece más de un post singular, es una persona muy agradable, confiable, de gran sentido del humor y buena chispa.
No era yo el único aprendiz; a lo lejos, aunque con un carro más parado y automático, un joven andaba muy meticulosa y cautamente con su padre en otro auto. "Bah, el automático es papayita; no hay mérito con eso", me animó mi conocido instructor. Y así, con algo de Radio Filarmonía, para mi tranquilidad, intenté arrancar en ese carro tan pequeñito. La palanca de cambios puesta en primera no me daba casi espacio para mi gran humanidad. Mi pobre pierna derecha tenía que encorvarse mucho y chocaba con la palanca, mientras que mi pierna y brazo izquierdos se acomodaban aplastándose a la puerta. Fallé un par de veces en el arranque, luego pude avanzar normal en primera, el tema de las vueltas es mi fuerte, de chico hice mucho chachicar, y mis maniobras asustaron en primer término a mi instructor, pero luego lo hicieron reír mucho.
Al cabo de una hora y media, aprendí a hacer el cambio a segunda y el retroceso. Y creo que en un par de domingos más ya voy a estar listo. Estoy aprendiendo rápido, y eso me hace tener más confianza en mí mismo, aunque también me hace tener ganas de ir a por más. Pero bueno, paciencia.

sábado, septiembre 19, 2009

El pelotas

El pelotas es un ser muy simple y puede describirse muy fácilmente. Solo es preciso que vean la película The ugly truth. Todos somos unos pelotas. Pensamos con las pelotas el 95% del tiempo. Ergo todos somos pelotas. El pelotas suele darse cuenta muy tarde de la situación. El pelotas suele ser distraído, estúpido, quizás noble por momentos, muy sincero por otros, totalmente falso cuando menos se lo propone, o cuando más lo quiere, o todo a la vez. Otras veces simplemente es un pelotas. Pero siempre se equivoca. Por eso es un pelotas, que eso quede claro.
El pelotas suele ser tan pelotas que puede no advertir que se ha enamorado y prefiere por desconfianza de sí mismo, por pura inmadurez o por descarada cobardía, abandonar barcos ominosamente seguros a paradisíacos destinos desconocidos, nuevos, enigmáticos, que nunca más se darán y que terminará anhelando pelotudamente.
El pelotas suele aceptar relaciones en las que no está seguro de querer a la persona porque una pelotuda y finalmente pasajera corazonada se lo dice. No se da cuenta que las pelotas le mandan otras cosas, no se da cuenta de las incompatibilidades, no se da cuenta de los contras. No se da cuenta de la camotudez pelotuda en la que queda como un perfecto pelotas. Y pueden pasar miles de años y el pelotas no se dará cuenta de lo que realmente sucede, por más de que todo el mundo se lo diga. Solo se dará cuenta cuando se dé cuenta, en flechazo de incomodísima sensatez, instante eterno de conciencia, como mirándose al espejo, de que es un pelotas. De ahí, como si el tiempo no pasara, se olvidará de sus errores y de que es un pelotas, hasta que nuevamente lo recuerde identificándose como pelotas.
Cuando el pelotas suele enamorarse, lo hará siempre de la persona incorrecta. Sea porque esta otra no está segura, porque no quiere nada serio, porque piensa en otra persona, o porque quiere sacarse el clavo con el idiota compañero de trabajo que la despreció. Sí pues, ellas suelen ser también muy pelotas, aunque no tengan pelotas.

jueves, septiembre 17, 2009

Los dos Homeros

Nuestra generación no es más la generación de los poemas homéricos, es más, probablemente muy pocos de los jóvenes del mundo occidental hayan leído a consciencia los himnos homéricos, además de las obras fundamentales La Ilíada y La Odisea. Recuerdo que más de una vez la gente no me creyó cuando comenté que leía La Ilíada por puro gusto y ganas de hacerlo. Y es que es así, nuestra sociedad, progresivamente, se hace cada vez menos lectora, al menos en esta parte del mundo. Cuando uno cruza el charco, en verdad nota una diferencia abismal en lo que respecta a ver a la gente de a pie, gente común y cualquiera todos yendo y viniendo en los metros con libros entre sus manos, taxistas con tres o cuatro libros de cabecera, caminantes con libros cargados, etc., pero hay que decir también que son en su mayoría personas adultas, no tanto jóvenes. Ya es por lo menos infrecuente, incluso en esos lugares tan privilegiados, ver a jóvenes con estas sanas tendencias. Así pues, y peor aún, hablar de Homero como el referente de una sociedad culta, leída, ducha, ya no es de nuestros tiempos.
Nuestros tiempos, tienen, curiosamente, a otro Homero, que parece haber reemplazado al invidente genio de la antigua Grecia. Nada menos que Homero J. Simpson. Y decir esto puede sonar escandaloso y lamentable, pero muy cierto. En los últimos 20 años, Homero J. Simpson y la popular serie de televisión ha roto todos los récords inimaginables de rating televisivo, convirtiéndose en la serie más vista de la historia, superando ampliamente a Friends y Seinfeld, por nombrar a algunas de las más representativas. Si bien es cierto que Homero J. Simpson cumple un rol fundamental en el análisis un tanto satírico de nuestra realidad social como lado del mundo occidental, no es tampoco descabellado hablar de que Homero J. Simpson haya reemplazado en importancia al Homero de las epopeyas antiguas. Y esto es muy simple, nuestras generaciones van leyendo cada vez menos, y van viendo televisión cada vez más. No pretendo generar con esto un shock para que todos ustedes vayan a leer compulsivamente -aunque sería formidable-, la idea es simplemente realizar una pequeña reflexión a propósito de la verdadera importancia de Homero -el antiguo- en nuestra sociedad, la sociedad de nuestro tiempo, que ya es regida por nuestra generación. Homero J. Simpson no tiene nada de malo en sí mismo, en tanto sirva como un instrumento de crítica constructiva y divertida, que nos recuerda hasta donde podemos caer en el descuido. Habría que desempolvar un poco al otro Homero, fijarnos más en él, en su importancia y en su ejemplo. Por nosotros mismos.

martes, septiembre 15, 2009

De la condición perfecta para escribir

Leyendo a Hemingway recogí aquella máxima que es tan verdadera, y tan humana a la vez, aquella de que es necesario atravesar una situación complicada, difícil, sentimental y psicológicamente hablando, para poder escribir con naturalidad, con destreza, con prolijidad. Por el contrario, cuando uno se encuentra inmerso en una tranquilidad absoluta, sin preocupaciones, con las cosas resueltas, cuando uno se encuentra "feliz"... pues entonces cae en una irremediable sequía literaria, en un abandono de inspiración que se siente pesado, hasta que de nuevo aparece el sufrimiento, y por consiguiente, el caos, la paradoja creadora, y es ahí, y solo ahí cuando desempolva otra vez la pluma. Es en ese estado de infelicidad completa, caótica, desordenada, desenfrenada, llena de pasión, de hiel, de intranquilidad, de sinsabor, de desesperanza, de temor, es en ese estado de las pelotas en el que la pluma se dispara sola, el cerebro no da tantas vueltas y las palabras se dejan escribir con gran facilidad. Me ha pasado a mí, una persona absolutamente normal y ordinaria, que dejara de escribir casi compulsiva y rutinariamente cuando tuve una pareja estable, a pesar de las continuas peleas y enfrentamientos, que son tema de otro post; y también le ha pasado a Hemingway, un genio. Creo, es más, que les pasa a todos.
Recordemos a la Beatriz del Dante. Imagínense que una obra tan impresionante y maravillosa como La Divina Comedia fuera escrita hacia una mujer que despreció al genio de Allighieri, que jamás siquiera le miró, que rechazó siquiera darle una sonrisa. Comentaristas y seguidores del gran genio italiano agradecen el rechazo casi mítico de Beatriz para con Dante, pues seguramente si ella no lo hubiese rechazado, nos hubiéramos quedado todos sin esta magna obra que es uno de los pilares de la esencia artística humana. Yo les aseguro que si Beatriz hubiera aceptado ser cortejada por Dante, éste nunca hubiese podido tener la vena genial para escribir jamás su gran coloso literario. En el rechazo más primario y absoluto, nuestro Dante sintió el amor más platónico, la más grande añoranza del qué pudo ser, y lo llevó a recrear un mundo sin igual.
Quizás esa hubiera sido la mejor respuesta que hubiera podido jamás darle a mi ex cuando se quejaba de que nunca le escribiera, y con ella a todas las chicas que alguna vez se quejaron de no haber merecido algunas páginas o versos. No se trata de ustedes, se trata del estado cuasi hipnótico, cuasidepresivo, cuasihipoactivo que produce la espera del amor, la ansiedad inquietante del no saber, del no tener nada serio, nada seguro, nada comprado, o de la amargura del desamor, de la pesadumbre de la desolación, la desconfianza, la tristeza escéptica, el rechazo hepático al "Vivieron felices para siempre" tan hollywoodense y falso. Solo así se puede escribir con toda la vena del alma, con toda la sangre del cuerpo, con toda la pasión del corazón.

domingo, septiembre 13, 2009

Nuevamente


Nuevamente quise no despertarme tan temprano
y quise robarle más sueño a los minutos,
para no aturdirme tanto en repensarte.
para no agobiarme tanto en representarte,
para no cansarme de intentar descansar de ti.

Nuevamente desperté con las dudas en la cabeza.
Y quise alejarlas de mi pensamiento,
pero cada que pueden regresan más intensas,
pero cada que pueden se incrustan más, violentas,
pero cada que pueden aturden más el corazón.

Nuevamente respiré el aire entrecortado, agónico.
Mientras caminaba por las calles desiertas, ajenas.
Y quise reconocerlas contigo de mi lado.
Y quise caminarlas contigo de la mano.
Y quise respirarlas con tu aliento en derredor.

Nuevamente te soñé despierto entre la gente.
Me ausenté del tiempo y del espacio, distante.
E imaginé tus cabellos de tórrido azabache.
Y soñé con tus ojos contemplándome.
Y recordé tus labios besándome.

Y durante el día escuché treinta canciones de la radio asociándolas a ti.
Y durante la semana respondí cien veces el teléfono contestándote a ti.
Y desde que te conozco, intenté leer mil libros en vano para no pensar en ti.
Y nuevamente regresé a mi casa con ausencia de ti.
Nuevamente me acosté en mi cama queriéndote aquí.

sábado, septiembre 12, 2009

Por qué no te das cuenta.

Por qué no te das cuenta...
Que cuando estoy cerca a tu cuerpo el mío se me inquieta.
Que mi pecho se estruja, que mi corazón se alegra.
Que mis palabras se difuminan y mi voz se mengua.

Por qué no te das cuenta...
Que cuando despierto en la mañana te recuerdo toda.
Y recuerdo la textura de tus labios y el sabor de tus besos.
Y recuerdo también el olor de tu cuerpo y tus cabellos sueltos.

Por qué no te das cuenta...
Que tu sonrisa me acelera el alma y me inquieta la mirada.
Que tus ojos, cuando me observan, me devoran la piel y los huesos.
Que tus labios me transportan al infinito con tus besos.

Por qué no te das cuenta...
Que con solo con un gesto, una palabra, me tendrías a tus brazos.
Que con tu silencio, ahora, me puede la angustia y el desánimo.
Por qué no te das cuenta, maldita sea, que así me obligas a abandonar
.

viernes, septiembre 11, 2009

La cajita de la Autoestima y Radio Filarmonía

Desde que descubrí que mi celular había venido con un implemento para radio, me puse a escucharlo -créanme que me demoré mil años para advertirlo- y sentó y sienta muy bien Filarmonía, sobre todo para leer libros de regreso a casa tarde de la chamba. Sienta muy bien sobre todo después de un árduo día de trabajo desde temprano, caminando, preguntando, conversando, cabildeando, cuando el cansancio agobia, cuando el aplomo devanea, cuando el sueño te coquetea los párpados. Sienta bien cuando el orgullo de haber hecho correctamente lo debido es la única excusa para no dejarse apresar por el cansancio. Sienta muy bien la buena música después de un exitoso taller de Autoestima a mis niños de la Cooperativa, quienes elaboraron formidables cajitas de la Autoestima, las cuales llevarán consigo y guardarán para cuando titubeen, cuando duden, cuando se sientan mal, para que se acuerden de sí mismos y de su valía, y de sus cosas buenas y las partes de su cuerpo que más les gustan, de sus muchas virtudes. Para que con positiva nostalgia, cuando grandes, recuerden que trabajaron una linda cajita con pensamientos positivos acerca de sí mismos en sus años mozos. Hasta escribir de ello con Filarmonía sienta muy bien.

jueves, septiembre 10, 2009

Plácidamente Plácido

El concierto del día de ayer fue magnífico. No fue para menos que el cabalístico 09.09.09 nos deparara el gran espectáculo que fue escuchar en vivo a Plácido Domingo. Las dos veces anteriores que vino me lo perdí, era bastante joven y mi madre no me solía llevar a los conciertos, pero ahora fue diferente, ahora la acompañé a mis flamantes 24 años, y con mi hermano menor, también ya bastante crecido.
La última vez que lo pudimos ver fue en la Plaza de la Familia Real, en Madrid, el 2007, cuando a la salida del Teatro Municipal en su celebración por los 10 años de dicho establecimiento, se asomara al balcón y le dedicara al público asistente varios de sus mejores temas, totalmente gratis y con fuegos artificiales y millones de papelitos. Para nosotros aquélla fue una grata sorpresa, puesto que era nuestra última noche en la capital española, y yo particularmente por aquel capricho de mi madre tuve que sacrificar días en Barcelona.
En esa ocasión, empero, no nos homenajeó con las soberbias interpretaciones de La Flor de la Canela y El Cóndor Pasa, porque eso lo tenía reservado para su última visita al Perú, en la que un timidón canciller José García Belaúnde le honrara con El Sol del Perú en el grado de Gran Cruz a mitad de la ceremonia. Luego de su más clásica interpretación, El Granado cerró con tres temas mexicanos, llevándose al bolsillo al público y al corazón al Perú. Antes de despedirse, confesó que le encantaría regresar y cantar al lado de Juan Diego Flórez, nuestra gran figura. Esperemos que regrese pronto, porque es un grande de esos que quedan pocos.

sábado, septiembre 05, 2009

Suspiros a la limeña

Estaba esperando a alguien a quien en realidad parece que no debo esperar, a la que además me estoy cansando de esperar, y a la que probablemente me cansaré de esperar en algún momento. Me sostenía meditabundo sobre el asfalto de una calleja, concentrado en la radio, hasta que de pronto me dejé llevar por la calle y anclé en una esquina; era una panadería.
Haciendo tiempo, observé los detalles de los postres, y me hizo ojitos un Suspiro a la limeña, con sus ribetes blancos y su pomareado contorno canelita. Le dije a la chica de la caja que quería un Suspiro a la limeña y una chicha para bajarla, por si me empalagaba. Pagué. Acto seguido, fui donde la otra señorita, la que atendía, y le repetí mi pedido. La segunda señorita, muy coqueta ella, suspiró cuando le pedí un Suspiro, a lo que rápidamente, acoté sonriente: "qué suerte, me salió gratis un suspiro". Lo que dije encandiló a la mesera, quien me regaló una sonrisa de aquellas.
Dos minutos después, mientras me ponía cómodo en una de las mesas de la panadería, vino la señorita con mi pedido, y mientras limpiaba la mesa, dejó caer una botella. Se sonrojó; le sonreí, clavados los ojos en ella. Finalmente, y para fastidiarla, hice yo otro suspiro. Me miró sonriente mientras se alejaba. Fue un Suspiro -el dulce- muy agradable, como también fue agradable saber que en esta espera que desespera, no debo esperar tanto, y que hay otras esperas que pueden no esperarse, o que, sin necesariamente esperar, puedo recibir algo, sin tanto suspiro por ella.

sábado, agosto 22, 2009

Paulocoelhísticamente ridículo

Por mucho tiempo había abandonado la música, el tocar la guitarra, el escuchar canciones reteniendo serpenteante y vallejianamente las letras atinadas, el caminar silbando por la calle, ese respirar hondo y crepitante, dificultoso, timorato que nos da cuando nos pasa. Como si fuera un espasmo de asma, como si estuviera en la altura, respiro como si me hubiera desacostumbrado al oxígeno. Por mis venas hace tiempo no fluía tanto sentimiento, como si ahora mi cuerpo palpitara entero, tanto que es un poco difícil contenerlo, guardarlo, aprehenderlo. Tanto que sé que si me observara a través de un espejo me daría cuenta de lo paulocoelhísticamente ridículo que me veo así. Tanto que es difícil y hasta triste callarlo, mantenerlo en el silencio y en la espera.
Pero sí pues, la espera es necesaria, la paciencia, la sapiencia. Pero mientras tanto qué le hago a las ganas locas de besarla, de abrazarla, de tenerla junto a mí. Qué le hago a las ganas de llamarla y preguntarle cómo está. Qué le hago a la angustia de pensar que podría estar yéndose para atrás con la locura de la aventura a intentarlo. Sé lo que tengo que hacer, ser yo mismo y que la cosa fluya tranquila, sin presiones, sin condicionamientos ni condiciones. Sé que debo darle su espacio para que no solo tome la decisión de seguirme, sino que realmente quiera hacerlo. Sé que debo ser paciente, que debo conocerla más y mejor. Sé que debo transmitirle la seguridad que yo ya siento, saberla esperar. Pero, y este es un gran pero, qué hago con todo este sentimiento desbordante que emana de todos mis poros. Cómo lo sublimo.

martes, agosto 18, 2009

Los verdaderos ciegos

Está cerca de salir un proyecto en el que trabajaremos en el Penal de Sarita Colonia, y por ello estuvimos teniendo unas capacitaciones en el Gobierno Regional del Callao. Así, luego de las capacitaciones el grupo organizador quedó con el equipo técnico en organizar un paseo-excursión por las zonas más atractivas y turísticas de la región chalaca. Sin embargo, no contamos con un pequeño incidente que precedió la jornada.
Increíblemente, ese día llegué temprano a la cita, pero justo cuando estaba entrando por la puerta de ingreso de la sede del Gobierno Regional, sale por ella un señor invidente que a duras penas podía hacerse paso entre los ingresantes. No lo pensé dos veces, lo tomé del brazo y lo conduje hacia la pista, le pregunté hacia donde iba y lo acompañé hasta el paradero oficial, que no está tan cerca, unos trescientos metros luego de cruzar la Faucett.
Muy grande fue mi indignación cuando nos cerraban las puertas de los buses tanto al señor como a mí. Estuvimos casi 20 minutos esperando que alguno de los buses o microbuses se tomaran la molestia de dejar pasar al señor. No pude dejar de comentárselo y de quejarme de nuestra propia gente. Y yo te apuesto que estos van a misa y rezan al dios. Yo que no creo en él, te estoy acompañando. Los verdaderos ciegos son ellos. Por fin, y luego de insistir muchas veces, pudimos abordar un bus, me agradeció y me dio su tarjeta: era un masajista. Le había contado un poco acerca de mi trabajo social en la provincia chalaca, y le prometí ponerlo en contacto con las señoras beneficiarias del proyecto.
No puede ser que a los invidentes los tratemos tan mal. Es una muestra más de nuestra incapacidad de reconocer al otro como igual, a pesar de sus diferencias. ¿De qué nos sirve jactarnos de moralidad o religiosidad, o tanta bobería si a la hora de la verdad no se presta la ayuda necesaria en el momento debido? Un poquito de reflexión, por favor.
Regresé ofuscado y entristecido por las múltiples muestras de rechazo que sufrió el impedido señor, y también pensé en la excusa que daría por mi nueva tardanza, pero grande fue mi sorpresa cuando mis compañeros de capacitación habían tenido el gesto de esperarme en protocolo, y no entrar sin mí. Me sentí algo gratificado por su espíritu de grupo. Algunos de ellos hasta me felicitaron. Además, y felizmente, cuando llegamos, todavía no llegaban, peruanamente, los encargados.

miércoles, julio 29, 2009

2009: Odisea de la identidad nacional...

Curiosas estas Fiestas Patrias. Creo que nunca como ahora se ha respirado tanto patriotismo a pesar de que se cancelaron los desfiles militares que normalmente se honran para estas fechas por precaución a la propagación de la Influenza AH1N1. Nunca como ahora ha estado en boga tanto el Perú a los ojos del mundo con los recientes éxitos de nuestros deportistas, artistas y empresarios como Gastón Acurio, hombre visionario que hace 10 años forjara un ahora imperio colonizando el mundo con nuestra arma más poderosa y nuevo bastión de identidad: la cocina peruana, aquella invencible primera razón de ka identificación y la unión nacional. Nunca como ahora los propios peruanos nos hemos saludado los unos a los otros celebrando nuestras fiestas patrias como si estuviéramos dándonos la paz en las misas, o los parabienes navideños. Como corolario, cabe destacar la acertada campaña patriotera de Inca Cola que, por la celebración del día de la Comida Peruana como antesala del 188 aniversario de la Independencia del Perú, dio en el clavo, con más de 10 mil asistentes al Parque de Aguas, quienes gozaron de la más variopinta selección de potajes nacionales, comprándole al Perú como debe de ser.

A pesar de los intentos de diversos grupos separatistas con intereses nefastos, antidemocráticos y antinacionales, el Perú celebra sus fiestas patrias con orgullo; sí, por fin con orgullo. Hoy más que nunca podemos pensar en el orgullo de ser peruano y ser feliz, y lo corroboran los más duchos en la investigación y la estadística local (Arellano y la PUCP), los cuales nos hablan de que más del 90% de los peruanos están orgullosos de ser peruanos, pero también a través de la gente de a pie requeterecontra contenta por el 6to puesto en el mundial de Voley de Menores, la retención del título de la durísima Kina, la Maravilla de Macchu Picchu, etc., pero también por el mayor poder adquisitivo, por el grado de inversión del Perú, por esa sensación tan postergada del respeto internacional, por esa posición expectante del Perú frente al mundo. A pesar de nuestros antagonismos, las miradas del mundo por fin se posan sobre nosotros.

A pesar, también, de que todavía falta muchísimo por delante, somos también muchos los que renovamos el esfuerzo y el compromiso por sacar adelante a nuestro país. Nos falta mejorar en muchas cosas; principalmente en aquellas que tienen que ver con la disciplina y el respeto por los otros, que es también el respeto a nosotros mismos. Para muestra, dos grandes botones (la lista podría ser interminable, mejor es apuntar algunos temas):
1. Las nuevas leyes del tránsito y los megaproyectos de infraestructura y descongestionamiento vial supondrán un resquebrajamiento del sistema caótico del transporte urbano, principal síndrome de vergüenza y rechazo para con lo nuestro. Ahora es cuando el gobierno tiene que mantenerse en sus trece y no claudicar ni dar marcha atrás en sus convicciones, para por fin sacar adelante la imagen del Perú, que tan menoscabada se ve por este transporte urbano tan informal y calamitoso. Debemos acostumbrarnos a las exigencias que nos demanda la competitividad y los estándares internacionales, y qué mejor que hacerlo mejorando nuestras propias falencias. Las leyes están hechas para ser respetadas, desde el tránsito vehicular a todo el sistema legislativo y de valores de nuestro país. Necesitamos hacer prevalecer una sociedad respetuosa de los valores y de la vida en la legalidad y la formalidad.
Por otro lado, la situación de los penales, tierras de nadie, donde los presos están literalmente abandonados, presas de las enfermedades y de un hacinamiento voraz. En nuestro país la cárcel no reforma, muy por el contrario, pervierte, se convierte en la Universidad del ampa. Así pues, no es extraño suponer que la inseguridad ciudadana nunca será resuelta y combatida si es que no se mejoran las condiciones carcelarias. Los presos deben sentirse escuchados y deben ser acompañados tanto al interior como al exterior del penal, a fin de que sus formaciones ocupacionales no se queden solo en los talleres que allí reciben, sino que ellos logren transformarse en pequeños empresarios y líderes comunales que enseñen, con su ejemplo de superación personal, a no caer en ese mismo hoyo a tantos jóvenes que, desinformados como ellos en su momento, están siguiendo o están por seguir sus antiguos malos pasos.
Sin embargo, a pesar de todos los grandes problemas que todavía tenemos, la sensación de esperanza no podía ser mayor. Los peruanos estamos empezando a sentir que este crecimiento se está consolidando, y ya no estamos cayendo tan fácil en el oportunismo de esos que buscan paralizar las cosas todo el tiempo -muestra de ello son los últimos paros, un rotundo fracaso-. El peruano parece por fin haber entendido que no tiene por qué estár pidiendo migajas, sino que puede producir más de lo que cree, si así se lo propone y trabaja árduamente en su convicción. El peruano parece por fin haber advertido que solo el trabajo y la formalidad, solo el respeto por la ley, por los demás, por el medio ambiente y por uno mismo nos va a traer progreso y futuro. Felizmente, tenemos de aliado a la tecnología que con el internet y las herramientas informáticas y comunicacionales están llevando no solo mayor información sino también y vale decirlo: libertad, hasta los confines de nuestro país. Felizmente tenemos grandes motivos que nos respaldan en este cambio de actitud frente a nuestro propio destino: nuestra riqueza cultural, nuestra historia, nuestra comida.
Todo eso hace que por fin los peruanos nos la creamos y queramos salir a los mercados y triunfar, produciendo, manufacturando y exportando, rechazando la demagogia y el asistencialismo barato. Todo eso hace que por fin los peruanos trabajemos JUNTOS de sol a sol para construir un futuro común sin contemplaciones de ningún tipo, rechazando la ideología del separatismo y del atraso. Todo eso hace que por fin los peruanos celebremos, como era debido y esperado, nuestras Fiestas Patrias, con un saludo fraterno y una sonrisa, como si se tratara de una fiesta de guardar -que es, naturalmente, pero que antes no se sentía como tal-, como un cumpleaños, como las navidades. Todo eso, finalmente, nos conmina e induce a seguir luchando por un Perú libre, culto y justo. Felices y merecidas fiestas, compatriotas. Viva el Perú.

viernes, julio 24, 2009

Con Betamax y con DVD

En medio del descanso del trabajo, con mis compañeros en el chifa de siempre, estaban pasando, como nunca, la película Aladín, aquella película de Disney, que me encantaba ver con mi madre desde pequeño en una vetusta cinta de Betamax. Sí, de Betamax. Corría el año de 1992 y vivíamos en Trujillo porque así lo quiso mi padre por motivos de seguridad por el infierno urbano capitalino del terrorismo, y porque mi papá, y por consiguiente nosotros, corríamos peligro. En esa época yo contaba con 6-7 años, y recuerdo que ví la película muchas veces con mi buena madre. La veía y la veía, y con ella, pues nos encantaba matarnos de la risa con las voces de Iago y de Abu, y con las ocurrencias del Genio. Era fascinante, y sigue siendo mi favorita de todas las películas de Disney de todos los tiempos; incluso, para mí, mejor que todas las recientes de animaciones digitales, y esto puede ser subjetivo y todo lo que quieran, pero no pueden negarme que el guión es sencillamente fabuloso y perfecto. Sino véanla.

Por mi parte yo la vi 700 veces en ese entonces, del ahora lejano, naftalinoso y ensepiado 1992. Por eso ahora que me tropecé otra vez con tan querida película no podía dejarla escapar de nuevo, como dejamos escapar hace miles de años el viejo Betamax y por consiguiente cada una de sus cintas, incluida mi vieja y tan querida cinta de Aladín. Me enervé de alegría cuando me dí cuenta que la hija de la dueña del chifa también estaba viéndola, por lo que los nuevos clientes que acababan de llegar no podrían simplemente pedir que cambien el canal, y mas bien tuvieron que comerse el privilegio de verla, en un comienzo negado por su precipitada negativa de involucrarse con la temática de la misma, por seguramente pensar que es muy de niños. Pero era de haberlos visto morirse de risa con nosotros en coro -mis compañeros en un momento también se negaron a su niño interno con deseos de verla, pero cayeron más rápido que aquellos más entrados en años-. Las otras mesas, también, ya se mataban de risa y empezaron a dejar de conversar. Todo el chifa veía la película. No miento, yo mismo me encargué de corroborarlo buscando con mis curiosos y lloriqueantes ojos entre el público, y todos se embobaban tanto o más que yo.
Es así que al final de la jornada tenía que buscarla, tenía que obtenerla. Enrumbé hacia una de las tiendas piratas, que gracias a la pobreza y a nuestra cultura tan peruana abundan, y más por la zona donde trabajo. Tenía que comprarla, tenía que verla con mi madre otra vez. Así que regresé a mi casa y la esperé como cuando tenía 7 años, y cuando regresó con mi hermano de la calle les dije para verla mientras cenábamos. Sabía que ella no podría negarse, sabía también que mi serísimo hermano menor sentiría curiosidad por mi iniciativa y aceptaría. Entonces la vimos, mi hermano por vez primera, porque en 1992 apenas tenía un año, y mi madre y yo por enésima. Los tres nos matamos de risa. Recordé que había olvidado que sabía cada línea del guión de memoria, y a cada momento las frases se me iban apareciendo casi al mismo tiempo que se decían, como un camino que se hace visible en la oscuridad. Eso también se hizo y se sintió espectacular.
Hace tiempo que no lagrimeaba tan necesariamente así. La esquiva felicidad es fácil de asir, está al alcance de la mano con estas pequeñas grandes cosas. Dénse la oportunidad de verla de nuevo, o sino, descúbranla, y descúbranse a su vez a sí mismos.

jueves, julio 16, 2009

De la esperanza de un verde cantor

Deja que tus sueños
sean olas que se van
libres como el viento
en mitad del mar.
Diego Torres.


Era un desastre. Subió al podio y ni se presentó. Cuando la noch... Perdón, ahí va otra vez: Cuando la noche se acerca, hay algo en mi alma que vuelve a brillaaar.... Tampoco podía mantenerse en pie. Se sostenía con mucha dificultad mientras miraba al respetable. Los pasajeros que no quieren saber nada de cada vez más sujetos entrando a pedir limosnas con infinidades de historias, que mi tía ciega que necesita una operación, que acabo de salir de prisión y no encuentro trabajo, que el Centro Victoria y los caramelitos, que ocho cuartos menos cinco tercios, que un arroz con mango con turroncitos arequipeños a tres por un solsito, los pasajeros ya habían sacado sus cámaras de la indiferencia, levantándolas a refregarle en la cara sus estresantes luces límpidas, y volvió a entumecerse en un mugido opaco y silencioso. Paso las horas fumando, oyendo.... Ay, me olvidé la letra.

El pobre joven era un triste palmo de narices. El silencio era apabullante. Pero volvió a comenzar. Sé qué hay en tus ojos con solo mirar... Había que estar ahí para verlo intentar, había que estar ahí para escucharlo intentar atinar, desafinando, unas notas en su guitarra presumiblemente prestada -porque parecía no acostumbrarse a su ligeramente pequeño cuello-. Sé, que las ventanas se pueden abrir, cambiar el aire depende de ti... Había que estar allí para verlo luchar contra la indomable calidad de las pistas, que apuraban sus pies hacia adelante y hacia atrás y lo sumían en desconcierto y temblor. Es mejor perderse que nunca embarcar, mejor tentarse a dejar de intentar...

Y resbalaba. Saber que se puede, querer que se pueda... Pero yo ya lo estaba acompañando al unísono. Quitarse los miedos, sacarlos afuera... Sonreía, mientras yo no podía evitar una ligera sensación de humedad entre mis párpados. Pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro... con el corazón.

Al final se equivocó en la siguiente estrofa, pero ya lo había conseguido: tocar al público. Y no hablemos del éxito monetario que finalmente obtuvo. Tampoco hablemos que en el trayecto se subieron 3 sujetos más, los de siempre, los que siempre están muriéndose y no se acaban de morir, y los otros que siempre tienen a otras personas también muriéndose indefinida y eternamente, incluso aquellos los que siempre sacan la misma prescripción médica vieja de hace 4 años.

No. Por el momento hablemos de este ilustre desconocido que se tentó a sí mismo a subir por primera vez a un microbús, y que lo intentó valientemente. Que no tuvo temor de subir y comenzar de nuevo. Que no tuvo temor a la burla, a las risas de quienes atónitos observaban cómo tanto trabajo le costaba mantenerse en pie mientras sonaban sus cuerdas, o cómo tanto trabajo le costaba hacer sonar sus cuerdas, o recordar sus letras. Un joven que no tuvo temor de sonreír, de sí mismo, quizá en el momento más difícil de su vida. Qué ejemplo de vida, tan fácil. Qué privilegio verlo subir y tocar para todos. Qué emoción encontrar gente así, saber que todavía existe gente así, que no solo están en las comedias románticas gringas.

Qué increíble ser testigo de una primera vez tan valerosa. Todavía pueden pintarnos de esperanza no solo las caras, sino los corazones. Todavía pueden ayudarnos a pensar en que podemos seguir tratando de cambiar las cosas. En estos tiempos de necedad, de violencia, de indignidad, en estos tiempos de gente tan gris, verdaderamente, un ejemplo de cantor de la vida. Y tan joven. Discúlpenme -los que se sientan atosigados- por el ricardoarjonismo paulocoelhismo pensamiento Diego Torres, pero da esperanza.

domingo, julio 05, 2009

Peter panjackson

There are people dying
If you care enough for the living
Make a better place
For you and for me.
Michael Jackson - Heal the World
Sétimo de nueve hermanos, y el más talentoso de todos ellos, el pequeño Michael Jackson vivió una difícil niñez en la que su autoritario y rígido padre no le permitió jugar ni divertirse como cualquier niño, obligándolo a trabajar junto con sus hermanos mayores. El pequeño Michael, entonces, guareció en lo más profundo de MJ hasta que, ya adulto, quiso volver a tener la oportunidad de vivir su infancia como tanto lo añoró en sus primeros años. Esto tiene una explicación desde la psicología: el juego es NECESARIO para todos, porque el juego es la representación de la sociedad, de las normas, un espacio en el que el niño elabora, ensaya e interpreta los aprendizajes que va teniendo en su crecimiento. Es por ello que Michael Jackson construyó su rancho de Neverland. Es por ello que el niño que guareció con todas sus ansias de jugar despreocupadamente y ser feliz, se mantuvo en una crisálida de esperanza dentro suyo hasta que su propio éxito personal le permitió construir en vida su postergado sueño, y reunir allí a otros niños pobres que no podrían cumplir ese derecho fundamental.
Posteriormente, la gente envidiosa y miserable, sanguijuela e inmoral, se colgaron de su éxito para inventarse una supuesta pedofilia que ya quedó -lamentablemente para los amarillistas- demostrada como falsa. Los juicios exculparon a MJ de todos sus casos, e incluso, luego de su muerte, el ahora cobarde joven que en su momento a través de sus padres acusó a MJ de pedofilia, recién se atreve a decir la verdad: de que no había sido Michael Jackson quien lo ultrajó, sino que fue su padre quien, aprovechando la cercanía de su hijo al divo, lo acusara para recibir dinero porque su familia era pobre. Este joven es ahora, justamente, un cobarde. Porque la pobreza no tiene por qué justificar la mentira.
Diagnosticado con vitiligo, Michael, quien ya iba a tener dos colores diferentes en su propia piel, decidió "blanquear" del todo su tez, pero no porque se avergonzara de su color original, sino por un tema estético. El vitiligo es una enfermedad intratable en lo que respecta a lo estético, la decoloración no puede evitarse, y siendo ya una figura pública, es entendible que haya optado por ello. Lo que pasa es que la gente en comúnmente ignorante, de pensamiento fácil y elaboración nula. A la gente le encanta criticar a todos, sobre todo a los diferentes, a los verdaderos monstruos, pero de la genialidad, del talento, y en este caso, en el de Michael Jackson, de verdadera inocencia profunda. No puede ser de otra manera el creador de las letras Heal the World, Dangerous, Black or White, You Are Not Alone o We Are The World. Estos críticos nada dicen de su innegable talento superior a Madonna y a cualquier otro artista de su tiempo. Nada dicen tampoco de sus 39 donaciones de millones y millones de dólares para causas comunitarias. Tampoco dicen nada de las temáticas de conservación del medio ambiente, de los derechos humanos y de los derechos de los niños, temas que inmortalizó y dio a conocer al mundo, adelantándose a su tiempo.
En el fondo de su corazón, MJ era una persona de buenos sentimientos, atormentado por el aprovechamiento de su padre quien lo esclavizó y no le dejó disfrutar de su niñez. Rechazado por la comunidad negra por su supuesto cambio de piel, como por la comunidad blanca por no ser un blanco. Rechazado innumerables veces porque desafortunadamente importa más como luces que como piensas o quién verdaderamente eres. Esta gente estúpida que jamás podría entender como un adulto podía desear vivir en un parque de diversiones, lleno de niños. Claro, para ellos necesariamente tenía que ser un pedófilo, pero no podían advertir al niño que siempre quiso jugar, a aquel adulto que, incomprendido, buscó la manera de regresar en el tiempo y vivir lo que no pudo vivir, lo que no le dejaron vivir.
Así, ante las continuas demandas que ahora quedaron demostradas como falsas, el allanamiento de su vivienda y la profanación de sus ambientes, MJ decidió abandonar definitivamente Neverland en el 2006. Se sumió en una gran depresión que incluyó el consumo de antidepresivos y tranquilizantes, y que probablemente hayan tenido que ver con el debilitamiento de su corazón, y su muerte. El más sentido homenaje a quien en vida fue una leyenda, uno de los 3 rostros más conocidos de su tiempo en todo el mundo. MJ, el rey del pop fue siempre un niño incomprendido, una víctima y no un victimario, un fuera de serie que nos dejó su genialidad como legado. Felizmente pudo ser enterrado con honores, ya que la verdad logró salir a la luz, lástima que el no pudo llegar a verla. El niño que lo acusara en 1993 de haberlo violado, hace poco más de una semana declaró que "Michael Jackson era inocente y que mantuvo la mentira para ayudar a su familia".
Qué fácil era condenar sin pruebas, ampararse en las transformaciones que sufriera su rostro debilitado por el vitiligo, las cirugías y los tranquilizantes. Qué fácil era bajarse al gigante mediático, amparándose en el dinero que se le podía arrebatar. Qué fácil era vender diarios suponiendo parafilias. Qué fácil era aprovecharse de una persona que estaba prácticamente sola en el mundo, vulnerable e incomprendida. Hasta siempre, Michael.
Páginas relacionadas:
2. Wikipedia Michael Jackson: http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_jackson
5. Michael Jackson declarado inocente por una corte de justicia norteamericana: http://www.elmundo.es/elmundo/2005/06/13/cultura/1118692216.html