sábado, septiembre 19, 2009

El pelotas

El pelotas es un ser muy simple y puede describirse muy fácilmente. Solo es preciso que vean la película The ugly truth. Todos somos unos pelotas. Pensamos con las pelotas el 95% del tiempo. Ergo todos somos pelotas. El pelotas suele darse cuenta muy tarde de la situación. El pelotas suele ser distraído, estúpido, quizás noble por momentos, muy sincero por otros, totalmente falso cuando menos se lo propone, o cuando más lo quiere, o todo a la vez. Otras veces simplemente es un pelotas. Pero siempre se equivoca. Por eso es un pelotas, que eso quede claro.
El pelotas suele ser tan pelotas que puede no advertir que se ha enamorado y prefiere por desconfianza de sí mismo, por pura inmadurez o por descarada cobardía, abandonar barcos ominosamente seguros a paradisíacos destinos desconocidos, nuevos, enigmáticos, que nunca más se darán y que terminará anhelando pelotudamente.
El pelotas suele aceptar relaciones en las que no está seguro de querer a la persona porque una pelotuda y finalmente pasajera corazonada se lo dice. No se da cuenta que las pelotas le mandan otras cosas, no se da cuenta de las incompatibilidades, no se da cuenta de los contras. No se da cuenta de la camotudez pelotuda en la que queda como un perfecto pelotas. Y pueden pasar miles de años y el pelotas no se dará cuenta de lo que realmente sucede, por más de que todo el mundo se lo diga. Solo se dará cuenta cuando se dé cuenta, en flechazo de incomodísima sensatez, instante eterno de conciencia, como mirándose al espejo, de que es un pelotas. De ahí, como si el tiempo no pasara, se olvidará de sus errores y de que es un pelotas, hasta que nuevamente lo recuerde identificándose como pelotas.
Cuando el pelotas suele enamorarse, lo hará siempre de la persona incorrecta. Sea porque esta otra no está segura, porque no quiere nada serio, porque piensa en otra persona, o porque quiere sacarse el clavo con el idiota compañero de trabajo que la despreció. Sí pues, ellas suelen ser también muy pelotas, aunque no tengan pelotas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curioso, cuando más nos desprecian, cuando más nos chotean, ahí estamos, fieles al castigo...

Lo rescatable de tu escrito es que si el gran pelotas lo ha procesado y lo ha volcado en estas líneas será porque, quizá, ya se cansó de ser el gran pelotas y podrá por fin continuar.

Suerte.