lunes, octubre 30, 2006

Ruiseñores y albaricoques

¿Te ha pasado?
Levantarte una mañana y decir que que estás cansado...
de evitar tu propio cuerpo
de postergar los reproches de momento
de olvidarte los sueños en el tiempo

¿Lo has pensado?
hasta jalarte los cabellos con las manos, sofocado
de saber que se te escapan los días y la vida
de vivir pensando en pensar en vivir
de no poder pensar en vivir como quieres hacerlo

No me interesan el tiempo, la sociedad ni el dinero.
no quiero títulos, reconocimientos ni renombres,
Solo quiero querer quererme, estudiarme, conocerme
No quiero pelear por nada más que ello,
solo me importa aquello, lo demás es insignificante.


como yo para el resto
para el universo

Me gustaría despertar una mañana y leer,
en la quietud de una casa de campo irlandesa,
perdido entre el cantar de los ruiseñores,
y las diáfanas aguas de los riachuelos,
acariciando la textura de la verdadera libertad.

Me gustaría pasear por los mercados iraníes,
aspirando el aroma de los tostados albaricoques,
confundido entre el llamar de los vendedores,
y las inacabables sonrisas de los muchachuelos,
disfrutando aquel instante de atemporalidad...

Un instante en un momento cualquiera,
sumergido en un contexto cualquiera
un personaje cualquiera
un mundo cualquiera
una única historia.
cualquiera que esta sea
sea la que sea.

sábado, octubre 28, 2006

La Moral del Rating

¿Máquinas de escribir? Una crítica a los periodistas peruanos.

Menuda semanita la que nos tocó, ¿eh? llena de temblores, no necesariamente registrados por el sismógrafo...

[ Quisiera centrarme tan solo en el hecho más funesto de la semana, como para que no me digan que ya no me preocupo por los temas coyunturales, cof, cof, cof. Sí pues, ya no, ya no tanto... ¿renació mi escepticismo? no manches, wey. No, lo que pasa es que no he tenido la motivación necesaria, he andado algo ido, como ya es costumbre últimamente... En fin. Sigamos. ]

Se ha hablado hasta el cansancio del tema del sexto hijo del Presidente de la República -las mayúsculas no están de mas, por más que se hable de Alan García-. Sabido es que la pareja presidencial no anduvo de buenas en los últimos años, y que, más bien, se llegaron a separar. Que se hayan vuelto a unir para la campaña no es extraño, más allá del maquillaje social para la candidatura de un aspirante a la primera magistratura, dado que para cualquier persona es un reto harto complicado el solo hecho de participar en una elección, sobre todo para un candidato como AGP, quien sostuvo casi 400 mítines en la primera vuelta electoral, y necesitaba todo el apoyo que la abnegada Pilar pudiera darle. Hasta allí, todo bien, señores.
Por supuesto, las cosas no quedan allí, como la prensa se ha encargado de propalar a diestra y siniestra hasta una saciedad casi emética. AGP, quien no es precisamente un santo de devoción de muchos peruanos, tuvo, durante ese lapso de separación con su esposa, un compromiso aparte, que, aunque corto, engendró a un niño que desde el primer momento llevó su apellido.
Las especulaciones, divagaciones y conjeturas diversas de estos improvisados y poco profesionales comunicadores, lejos de ser evidente y manifiesta cada día en cada medio -algo lamentable, por cierto, para todos los peruanos- llegaron al límite.
Primero, el señor César Hildebrandt, quien no es precisamente un ejemplo de pulcritud en el aspecto privado -tema en el que no es necesario profundizar, por respeto, y más precisamente, por sentar nuestras diferencias para con ese estilo lumpenezco y vil de informar, en el que sorpresivamente ha caído el otrora célebre y respetable CH-, en un acto magalymedinezco, difundió los nombres de la madre y del pequeño, en un acto de cobardía y de mera búsqueda de figuración, de protagonismo, y por supuesto, de rating. Y, señor Hildebrandt, ¿dónde quedó el periodista indignado que hidalgamente se pronunciaba en contra de estos pseudo-profesionales embaucadores, oportunistas y falsarios que eran capaces de las más grandes bajezas por el dios rating? ¿Acaso se ha vuelto correligionario desta secta, de la que tanto se descreía?
El resto de periodistas de los diferentes medios, mediocres y autómatas, cual masa a la que se dirigen, balando como borregos sobre el tema, fueron especulando y haciendo comparaciones absurdas, destilando todo su pobre criterio, y poniendo a CH sobre el tapete, por ser quien rescató el mismo -el único objetivo que este tenía, por cierto, no me vengan con que estaba indignado-.
Entre sus disparatas y descriteriadas percepciones, los periodistas, compararon a FGC - acrónimo del menor implicado- con el caso de Alejandro Toledo y Zaraí, algo que no es posible. Sabemos que AT no reconoció nunca a su hija hasta que, cuando salió a la luz el negociado que pretendía hacer con cierto juezucho de mala muerte, no tuvo más remedio que firmarla y comprometerse a regañadientes a ayudar en su manutención, al menos en algo, de lo mucho que no aportó desde el nacimiento de la misma. Ahora bien, la utilización mediática de Zaraí, para la obtención de gollerías y privilegios para su madre Lucrecia y ella misma, por un lado, además del rédito de los interesados de los enemigos de Toledo en ensuciar su imagen, por el otro, es otro tema que tampoco tiene nada que ver con este. Se trata de escenarios dispares, de contextos totalmente distintos.
Se olvidaron, estos pseudoperiodistas de otro caso, ése sí -curiosamente- comparable con el de AGP y FGC, el de la menor hija del difunto ex-presidente Paniagua, menor concebida en las mismas condiciones que FGC, y que sin embargo, como no da rédito en términos de acogida, de popularidad y de rating, no se toca. ¿Por qué no mencionar este tema? ¿Es que se le hace una salvedad a Paniagua solo por el hecho de estar grave, primero, y luego muerto? Si hay un criterio para criticar por todo lo alto el comportamiento del mandatario de turno, ¿por qué nunca se mencionó palabra alguna del caso Paniagua, ya sea durante su mandato o en las propias elecciones, dado que se trata de un caso que es en esencia el mismo? Esa es la moral de la que tanto hablan los periodistas, de la que tanto se jactan no tener, y de la que se indignan. La moral del rating, del rédito. No vengan a hacerse los moralistas, y menos CH, quien no es precisamente un buen ejemplo, valga la insistencia.
Por supuesto, soy de las personas que creo que no se le fueron encima a Paniagua con esto de su hija porque, dado que estamos en un país donde no hay casi personas ejemplares, bajarse a una gran personalidad es impensable... más bien, aquí de lo que se trata es de inflar y engrandecer a personas que sin ser realmente brillantes o excepcionales, pueden ser un buen ejemplo... y además, porque se necesitan héroes, ejemplos a seguir, y si no los hay, pues los creamos. No estoy en desacuerdo estrictamente con ello, para nada. Hay algo de bueno en eso, encaminar a la gente hacia el bien. Pero tampoco hay que quedarnos de brazos cruzados y no advertirlo, o hacerse de la vista gorda al respecto. Si es que les parece inmoral la conducta del presidente García, entonces atrévanse a comparar con el caso compatible, es decir, con el de Paniagua y no con el de Toledo, y encuentren inmoral a Paniagua, entonces.
¿Qué fue? ¿Que en el caso de Paniagua no? Entonces en el de García tampoco, señores. García reconoció a su hijo, García le dio su apellido, ha resuelto inmediatamente el tema y no ha infringido ninguna norma -como sí lo hizo Toledo, por citar un ejemplo-. García, al igual que Paniagua, optó por el hermetismo porque eso es lo que corresponde al tino y a las buenas costumbres, porque hablar de ello sería poner en peligro a la propia familia, y porque no es necesario alardear del cumplimiento del deber. La gente que hace las cosas bien no tiene por qué andar diciendo que las hace, y si lo hace más bien debería ser cuestionada -como Toledo, quien se jactaba de ser un gobernante demócrata. Cholo, eso es lo mínimo, ¿no?-. Así pues, este es el caso. Ante el escándalo -desatado por estos desatinados pseudoprofesionales, con Hildebrandt a la cabeza-, AGP no tuvo más remedio que repetir esa estupidez de que el presidente no tiene vida privada, con lo que demuestra que está cediendo a la presión, mas no, de eso estoy completamente seguro, comparte semejante sinsentido. Los periodistas están ya muy alzados, y nadie se atreve a cuadrarlos. Desde este humilde espacio no pretendemos hacerlo, por supuesto, pero sí advertir que los mismos no son los dueños de la verdad, tampoco, y que si van a hablar de moralidad, lo lógico es que, verdaderamente, actúen de manera imparcial.
¿Sobre si García mintió al país con respecto a su hijo? El país no reclamaba saber sobre la vida privada del candidato García Pérez, ni tampoco este fue un tema trascendental en el debate electoral o en la coyuntura actual. Y si interesa, bueno, debería ser por verdadero moralismo, no moralismo ratingnesco, que es más de la misma miseria moral que nos caracteriza, sobre todo a cierto sector periodístico. "Ahora como presidente", según dijo el propio jefe de estado, "no tengo vida privada", y, consecuentemente, pudo aclarar el tema como ya lo hizo. Pero eso sí, ya quisiera que los periodistas hubieran tenido ese arrebato de moralidad -curiosamente selectiva y temporal- antes, antes de la segunda vuelta, precisamente. Ahora tendríamos a cierto personaje que todos temen en la presidencia, ¿no? Por eso nomás no lo han sacado, ¿verdad? Sincerémonos nosotros, por favor.
García se está volviendo un títere de la prensa, en verdad le falta mano dura con ella, como en el caso de la renuncia de la hija de Mercedes Cabanillas al cargo en el directorio del canal del estado, una muchacha proba y probadamente inteligente, capaz y profesional, quien, sin embargo, tuvo que ceder ante la presión de gente estúpida que simplemente no entiende la definición de nepotismo. Tendría que haber sido más enérgico aquella vez y ratificar a la hija de Meche en su puesto; tendría que haber sido más enérgico esta vez. Y por mano dura no pretendo decir que expropie los canales o limite las libertades, nada de eso. Sino que, simplemente, no se deje llevar por todo lo que esta diga, muchas veces sin fundamento y solo para el dios rating. Pero en fin, por algo se le acusa de populista, todavía. Y es que parece una forma de populismo responder de esta manera tan temerosa a la prensa.

Revisión blogográfica obligada.
Danza Invisible.
http://lasburbujasinvisibles.wordpress.com
Opinión Libre. http://gerardocabrejo.blogia.com
Nación Inka. http://nacioninka.blogspot.com

Declaración de AGP alusiva al tema en http://APRA-global.blogspot.com:
http://apra-global.blogspot.com/2006/10/declaracin-del-presidente-alan-garcia.html

lunes, octubre 23, 2006

Lunes

no puedo disfrutar
el aroma del café
menos aún su sabor


tengo que ducharme
ajetreado mundo
tráfico infernal
velocidad
cuesta trabajo adaptarse
después del domingo...
ah, domingo.
no tengo tiempo...

domingo, octubre 22, 2006

Paréntesis

malditas dudas
necesito señales
tranquilidad

sábado, octubre 21, 2006

Cabo Blanco

Hoy recuerdo la canción que le hice un día
y en el fondo no sabía, que eso era malo para mí...
Polo Montañez - Un Montón de Estrellas



Era diciembre de 2002. Viernes 13 de diciembre, para ser exacto. No soy supersticioso, pero tendría mala suerte aquel día, aquella semana, aquella vida. Ilusionado, me disponía a grabarle una canción. Grabaría a la mala, en cassette. No me importaba. Sentado en el suelo, la inspiración había llegado en esos últimos tres días. Ultimé detalles y preparé la canción para la noche. Grabé. Nos habíamos conocido en Semana Santa. Amor adolescente, de menos de 24 horas de conocidos, de erisipela y bronceador, de verano, de playa, de caleta del norte, de Cabo Blanco en abril. Nos amamos en la orilla, en la pleamar, en el agua, oliendo a brisa, a arena húmeda. Nos amamos en las tardes, en las noches y en la azotea. Nuestros besos eran salados y jóvenes. Pero yo me enamoré. No así ella.

Mi fiesta de promoción fue el sábado 14. Había aceptado viajar, había comprado su vestido, había quedado desde octubre. Era trujillana, simpática, de cabellos ondulados, delgada, no muy alta, de apellidos eslavos y de piel tostada. Muy coqueta, risueña, perversa. Sin embargo esa noche no me gustó su peinado, se le veía mucho más hermosa al natural, el cabello radiante, húmedo, salado por las aguas de Cabo Blanco en abril. Tampoco su vestido, era dorado, escotado, pretencioso. Prefería sus atrevidos cortos que mostraban aquellos muslos de gacela, de leche y miel, de cuarto de media. Aquella noche estaba inexpresiva, distinta, extraña. Dejó en claro que había venido a conocer gente, olvidando nuestras escapadas, nuestras pendejadas, nuestras tardes de adolescentes precoces, temerarios, haciéndolo en lugares públicos, a escondidas. Se había olvidado de los juegos por debajo de la mesa, los pies fríos, los dedos estimulantes, subiendo por las piernas, las manos juguetonas, sigilosas, a la hora de almorzar, de cenar, de desayunar. Había olvidado nuestros besos improvisados, de choques de encías, de lenguas veloces.
Recordé, entonces, lo que me habían dicho de ella, lo poco que me importó su mala fama, vox populi en el infiernillo trujillano. Quiero conocer gente, me retumbaba en la cabeza. Salí de mi mesa y bailé con mis amigas. Ella había conocido a quién sabe quién, se había ido, se fue para siempre. No me importó, no regresé a la mesa, aquella iba a ser la última vez que habláramos. Cuando acabó la fiesta, a eso de las 6 de la mañana, la encontré buscándome. No respondí a su voz, le señalé la camioneta de mi padre. Había venido el chofer a llevarnos de regreso. Jalé a una pareja de amigos, los dejamos. Hablaba con ellos, con el chofer, con ella ni una palabra. La dejé sin decirle nada.

Domingo 15 de diciembre. Preparé el CD. Salí en bicicleta, a los pocos minutos le tocaría la puerta. No sabía que antes de verla, le diría la última palabra de nuestra vida por el intercomunicador: Baja. Una vez abajo, le entregué un disco con esta canción, nuestra canción de esos tiempos. Me miró desconcertada. ¿Ya no me vas a llamar? -me dijo, bajando la voz y los ojos-. La besé en la frente. Me volteé y pisé el pedal. Sería la última vez que la vería. Un tiempo después me llamó, preguntó por mí, fui muy cortante, no me volvería a llamar más. Lo último que supe, un año más tarde, por boca de mi madre, fue que estaba embarazada.

Ahora, sin embargo, es más que un mal recuerdo, la canción trascendió todo contexto. Al comienzo fue duro, me sabía a ella, me transportaba a aquella semana santa, me devolvía sus besos, sus ojos, esas tardes en El Merlín, esas noches en la playa. Pero todo acaba. Pronto me fue agradando la canción en sí. En marzo de 2003 le hice unos arreglos; la mejoré un poco. Ahora, cuando la escucho me hace sentir bien. Fuera de egolatrismo, me gusta, me gusta mucho. No voy a pretender que sea así con ustedes, aunque sí la compartiré, transparentemente. Recuerden que se trata de un sencillo de baja calidad, grabado a la mala en casa, a mano, en la computadora. La letra no es elaborada ni mucho menos -hace cuatro años era, en verdad, un adolescente; a veces pienso que lo sigo siendo-. Aceptaré las críticas, pero no pienso cambiarla. Está enquistada en la memoria. Me importa porque se convirtió en un capítulo de mi historia, no me importa nada más.

jueves, octubre 19, 2006

El Fenómeno Chespirito

Y no te doy otra nomás, porque... ¿Cómo pudiste, don Ramón? Te casaste con la Bruja del 71'. Y uno ni enterado. Mírenlo, qué buena raza. Carita de mátalas callando y se traía entre manos una última perlita. Míralo, eh; míralo, eh.

[Esto es cierto. Provocará una psicosis colectiva: todos aquellos hinchas, fanes y seguidores del maistro RON Damón pondrán el grito en el cielo. Algunos chaparán chairas y se limarán sus tatuajes en el hombro. Porque, ¿cómo es posible que este símbolo de la infancia haya caido en las infames garras de la Bruja del 71'? Nooooo... no puede ser. Bueno, como ustedes sabrán, mis colegas blogger, uno comienza cada post con una idea que aparece de la nada, o bien con una anécdota, un recuerdo, una noticia o lo que fuera. Como tantas veces, ahí les va.]

Ya dejando la patería por un rato, veamos la fiebre del Chavo del Ocho. La fama de este programa y de su creador, Roberto Gómez Bolaños, el popular Chespirito, ha penetrado los confines de toda América, paseando el Caribe, Centroamérica y llegando hasta el Brasil, donde, sopresivamente -por el hecho de tratarse de un país de habla no castellana y lo que en esa época implicaba doblar del castellano-, tuvo un éxito rotundo. En eso seguramente estuvo pensando el conductor Raúl Tola -sí, Jaimito, Tola de Carreño- cuando en el noticiero de América Noticias, anunciara para luego del réclame pasajes del desconocido episodio del Chavo del Ocho en el que Don Ramón se casara con Doña Clotilde, la Bruja del 71'. Como si se tratara de una noticia importante y trascendental, y no porque la prensa peruana sea risible -de hecho lo es, pero por otros motivos que son obvios y de los que se hablará en otra oportunidad-, sino porque de hecho es importante para nosotros. Y es que sí, pues, más allá de la broma, hablar del Chavo del Ocho da rating, señores.

El Chavo del Ocho sigue dando ratings por lo menos aceptables para seguir al aire luego de muchos años de que el programa viera la luz, en los estudios de Televisa, hallá por 1974. Sin ir muy lejos, centrémonos en el Perú. ¿Quién no ha visto la serie? ¿Quién no ha hecho zapping un domingo por la tarde sin nada qué hacer, un sábado un poco más tarde... y ha advertido -si es que no es fan de Chespirito, que son los menos, la verdad- o sintonizado el show? Recordemos que el programa es de los setentas, es decir, se ha vuelto en todo un ícono de la contemporaneidad cultural latinoamericana para seguir en las pantallas de las televisiones latinas.

Roberto Gómez Bolaños, el gestor del mundo Chespirito, no solo fue un polifacético actor -creador y autointérprete de una cantidad ingente de personajes-, sino un hombre polifacético en general. Escritor, guionista, futbolista, boxeador, ingeniero de profesión, cantante. Por supuesto, actor cómico. Un hombre como pocos, realmente. ¿Futbolista? ¿Boxeador? Fíjate, fíjate. Así como lo oyes, mano. Chespirito fue bautizado así por Agustín Delgado, un amigo de Gómez Bolaños, cineasta mexicano, quien elaboró el sobrenombre haciendo una referencia a Shakespeare, en "chiquito". Esto por la talla de Gómez Bolaños, y porque tampoco vamos a compararlo con Shakespeare, ¿no? Pero de todas maneras resultó ingenioso el mote, y así se hizo conocido en el mundo del espectáculo cuando incursionara por primera vez en 1970 con "Los supergenios de la Mesa Cuadrada", un programa que se mofaba de la farándula del país azteca. Posteriormente, el programa sería removido por provia voluntad de Gómez Bolaños, quien se animaría a lanzar en 1974, Chespirito, un show de varios sketchs con los disparatados personajes ideados por él, tales como El Doctor Chapatín, El Chómpiras, Chaparrón Bonaparte, EL Chapulín Colorado y por supuesto, el Chavo del Ocho. ¿Por qué el Chavo del Ocho? El programa era transmitido en el canal 8, por lo que se infiere que era una forma de auspiciar al propio canal de origen.

Así pues, Chespirito y sobre todo, El Chavo del Ocho, colonizaron las televisiones de toda América y fueron los engreidos de varias generaciones, quienes todavía hoy disfrutan de verlos en la caja chica una que otra vez. Algunos, por supuesto, más que otros. Mientras algunos afirman que pueden recordar las líneas de los chistes y las peripecias de los personajes con el volumen en cero -es decir, se saben todito-, otros pasan un rato agradable después de muchos años de ver el programa y recordar los años mozos en los que se sentaban o echaban en el suelo del cuarto o el salón de juguetes para no perderse las ocurrencias del niño viejo más famoso de la televisión humorística del habla hispana. Por mi parte, he podido conseguir muchas canciones de El Chavo, El doctor Chapatín y el Chapulín Colorado, y las escucho todavía hoy cuando el random del winamp así lo permite, ante la sorpresa y la burla de mis conocidos, en el messenger.

Si no me creen que ha tenido tanto éxito, repasemos algunos ejemplos googleando por ahí:

Chavo Fighter versao brasileira. Una prueba del fanatismo brasilero por el Chavo del Ocho en una versión poco ortodoxa del popular video juego de supernintendo Street Fighter 2. Por cierto, no se asusten, "Chaves" no tiene nada que ver con Hugo Chávez, sino que así se le conoce al Chavo del Ocho en el Brasil.

No me simpatizas. Una variación original del "Chusma, Chusma".

Pero no solo videojuegos de peleas, sino también montajes de películas, polos y hasta discografía, aquí algunos ejemplos más:

No te doy otra, nomás. La revancha de RamoNeo contra el agente Kiko Smith.

Chanfle. La moda Don Ramón incluye polos, tatuajes y otros.

Vamos... ay. Hasta Ramones se prendió de Don Ramón. Por cierto, hablando de música, tenemos a Los Mox - Ron Damón, 6 Voltios - La Vecindad del Chavo, entre otros sencillos a modo de tributo, o por supuesto, las propias canciones de Chespirito, muchas de ellas fáciles de encontrar en los bajadores [recomendación: Limewire, Ares, Emule].

En fin, toda una fiebre de chavismo desatada en internet, y no precisamente por cierto presidente cuasicómico. Hasta la próxima.

Notas:
1. Busquen en Google: "el chavo del ocho", "roberto gómez bolaños".
2. Les recomiendo leer este artículo de Miguel Durand sobre la Historia del Chavo del Ocho.
http://www.chavodel8.com/historia.shtml
3. Visiten a ocraM: http://ocram-peru.blogspot.com/2006/10/la-boda-de-don-ramn-y-la-bruja-del-71.html, quien de seguro también vio a Raúl Tola de Carreño hoy en América Noticias.
4. Por cierto, en www.hi5.com he creado un grupo en tributo a Chespirito. Afíliense si gustan, y bueno, si están interesados en obtener los mp3 antes mencionados, contáctenme. La invitación está hecha.

martes, octubre 17, 2006

Perros Malditos

Controversial. Cuando los derechos de los animales chocan con los de los hombres. El problema del universalismo, la generalización facilista.
Lo que creo que hace evolucionada a una sociedad es el tino, el consenso, la capacidad de ver más allá, pero un ver más allá que lejos de perseguir ideales nebulosos que se alejen de la realidades de los pueblos, sirva precisamente para solucionar los problemas de los mismos. La izquierda caviar de nuestro país, de revolucionarios de café, se ha caracterizado siempre por pregonar a voz en cuello los derechos universales de todos, descontextualizándolo todo. De esta manera, vemos que los más perversos criminales de la patria, de la historia de la república, son condenados apenas a unos veintitantos años, los mismos que, acogiéndose a toda una gama de beneficios penitenciarios que ofrece la propia ley, saldrían de prisión en algo menos de la mitad de sus tibias penas, como si los miles y miles de muertos de nuestra guera interna no valieran nada. Pero no solo son los terroristas los que se ven favorecidos por un universalismo poco sesudo y nada analítico, sino también todo tipo de criminales y delincuentes, asesinos, transgresores y demás elementos lumpenezcos y despreciables, que pueden reclamar sus derechos a la hora de ser juzgados. Así, pues, los violadores y asesinos de menores de edad tienen más derechos, en la práctica, que sus indefensas víctimas; las personas asaltadas, vejadas, importunadas, tienen en la práctica menos derechos que sus victimarios; los terroristas tienen más derechos que los desaparecidos. ¿Por qué digo esto? Se supone que debe haber límites, así como una persona tiene derechos, también debe tener obligaciones, las cuales, al no ser cumplidas por ella, debe ver recortados sus derechos, porque toda sociedad así lo exige, pues no se trata de una ciudad de cerdos, sino de humanos que son conscientes que sus acciones tienen consecuencias, y que son responsables de las mismas. Así pues, resulta evidente que todo transgresor actúa en pleno uso de sus libertades, por lo que al tomar la decisión de infringir las normas, es el transgresor mismo el que se condena. ¿Qué culpa tienen las víctimas de las acciones criminales y cobardes de sus victimarios? Cuando estas víctimas son reducidas, ¿acaso se contemplan sus derechos, o solo se toma en cuenta los derechos de los transgresores, quienes precisamente actuaron en desmedro de los derechos de las víctimas? Los defensores a rajatabla de los derechos no reparan en las particularidades de lo contextual, por ende no son concientes de la magnitud que aquel sesgo produce.
Esto también se da con los defensores de los animales. Está muy bien, creo, que hayan asociaciones en pos de la defensa de los animales, a fin de se respete la vida y la calidad de vida de los amigos de los hombres, sean estos domésticos o salvajes, no importando aquestas condiciones. Sin embargo, qué casualidad que la gran mayoría de activistas destos grupos son personas de clases acomodadas, los mismos que son los que menos sufren los ataques de las mascotas, de los perros concretamente. Estando a mediados de octubre del 2006, la cifra de ataques de perros contra seres humanos ha aumentado en más de 15 mil a la cifra de todo el 2005 completo. Por supuesto, estando en octubre, falta un cuarto de año para hablar en términos de equidad comparativa, por lo que esta diferencia solo puede incrementarse. Más de 40 mil personas han sido y serán atacadas en este año, y da la casualidad de que la inmensa mayoría de estos son pobres, mientras que los activistas en favor de los animales son en su mayoría gente acomodada. Claro, no están estos tan proclives a sufrir las mortales consecuencias de un ataque de perro, ni ellos ni sus hijos, así como los hijos de los grandes juristas de la república son menos proclives a ser violados y asesinados que los hijos de los hombres y mujeres humildes del Perú. De ahí que esta separación los hace menos sensibles a estos temas.
Los excesos deben ser dejados de lado en cualquier sociedad que intente salir adelante. Y los excesos solo pueden detectarse en función a un análisis contextual y comparativo, no universalista y abstracto. Los perros, así, tienen más derechos que la gente pobre, que los niños pobres, ya que estos son los más afectados por los ataques de los perros. Hoy día, una pequeña de siete años ha sido muerta por una de estas bestias. Una pobre niña que sufrió una muerte espantosa, desangrada. Un perro entrenado para matar, saltó a la yugular de esta infortunada indefensa. ¿Acaso la vida de los pobres vale menos que la de los ricos? ¿Acaso la vida de los pobres vale menos que la de los perros? No caigamos en exageraciones producto de universalidades poco sesudas, facilismos cognitivos, atajos morales. Cuando a un perro se le enseña a matar, este deja de ser una mascota ordinaria, y pasa a ser una arma de muerte "orgánica". Los dueños de estos animales, entonces, ante una desgracia de estas características, deben ser procesados penalmente. ¿Se han pronunciado ahora los activistas de los animales? ¿Por qué callan ahora? ¿Por qué no se pronuncian al respecto? ¿Es que están negando el contexto? Eso es lo que parece. Solo se preocupan por sus propios intereses, no están actuando moralmente bien.
Yo soy un amante de los animales, pero antes que nada, soy un ser humano, y miembro de una sociedad, y como tal, me preocupa la seguridad de la gente. Y mucho más de la gente de escasos recursos, aquellos que son los más perjudicados con dogmatismos universalistas producidos en sectores urbanos como estos. Muerte para los perros asesinos como esta bestia que cegó la vida de una infortunada niña. Pena privativa de la libertad para sus dueños, ya que es obvio que los han entrenado para tales cometidos. Medidas preventivas para frenar este problema, uso de bozales obligatorios. El caso de Lay Fung sentó el debate. Ese caso, así como estos, deben ser vistos contextualmente, no en base a premisas universales que no contemplan los detalles de la realidad. En ese caso, el perro defendió a su familia y a sus dueños de un ataque a la propiedad privada. Pero no se puede medir con la misma vara a perros malditos que desfiguran a tantos niños pobres, solo porque haya un grupo de pituquitos que, cagándose -permítaseme la coprolalia- en estas realidades que no son las de ellos, exigen generalizaciones que solo les son convenientes a las gentes de sus mismas condiciones sociales. Qué lamentable que tenga que morir una niña de siete años. Qué sospechoso e hipócritametne conveniente que ahora no digan nada los activistas de los animales.

lunes, octubre 16, 2006

Hasta siempre, Valentín

"Una sola bandera.. el Perú;
un solo himno, el del Perú..
un solo lema.. el Perú"
Alan García, 16 de octubre del 2006, recordando el lema del partido de la lampa, y decretando dos días de duelo nacional por el deceso del ilustre y tan querido ex-presidente.

"Ya no tengo nada que enseñarles sobre Derecho Constitucional."
Valentín Paniagua a sus alumnos de Constitucional, el 6 de abril de 1992, luego del autogolpe de estado de Fujimori.



Valentín Paniagua Corazao (1936-2006).
Hombre de letras, de derecho, de integridad.
Hombre de paz, de temple, de probidad.
El Ministro de Justicia más joven de la historia.

Valentín, desde este humilde corazón aprista,
te saludo y rindo homenaje, a ti, hombre ejemplar.
Lloramos por tu partida, presidente Valentín.

Lloran el Cusco, el Congreso, la Católica y el Perú.

Tantas veces, Chema

"El trabajo que nunca se empieza
es el que tarda más en finalizarse."
J. R. R. Tolkien


Tantas veces
me he ilusionado como si fuera la primera vez
hasta las lágrimas entusiasmado con rapidez
una idea, una fotografía, un poema,
una mujer, un tema de investigación, una novela
Tantas veces
he tirado la toalla las cosas a medio empezar
y otras tantas aventadas al tacho sin comenzar
fugacidades, trivialidades, eventualidades
divagaciones, meditaciones y convicciones
Tantas veces
me he jurado a mí mismo crecer, enderezarme
y ahí me veo otra vez, pequeño, torcido.. el mismo
un fantoche, un orate
un completo disparate
tantas veces he hablado sobre esto
tantas veces he escrito por esto
tantas veces he notado todo esto
tantas veces he llorado por sobre todo esto
tantas.. tantas veces
las cosas soñadas despierto
las mismas vividas dormido
Tantas, Chema...
que no trasciendes estas palabras
que ya suenas cacofónico
paradójico, repetitivo, histriónico
demagógico, elusivo, catatónico
tantas veces, tantas..
tantas, tantas veces
tantas y tan tontas
tontas y tan tantas
tantatatán tonto tantas veces.

jueves, octubre 12, 2006

"Alianza, amigo, la U está contigo."

Alianza, amigo, la U está contigo... Alianza, amigo, la U está contigo...
Diciembre de 1987. Hinchas de Universitario de Deportes.

Dada la coyuntura, en la que Chichi Valenzuela, con una valentía que ya quisieran tenerla muchos hombres de la política, el deporte y sobre todo de las FFAA, desempolvó uno de los misterios más sórdidos de nuestra historia reciente, no podemos dejar de tocar el tema. De alguna manera nos toca, ya sea más o menos, mucho o poco, más allá de nuestros colores, más allá de nuestras preferencias, nuestras diferencias. Nos toca porque somos seres humanos, nos toca porque ¿a quién no le toca la injusticia, la maldad, la alevosía? No podemos ser indifirentes, a menos que la costumbre de la podredumbre moral nos haya vuelto inmunes a toda reivindicación, a toda manifestación en contra de la transgresión, a todo reclamo por nuestra dignidad. No, no puedo pensar que no nos toque el tema. Se trata de un hecho repudiable, horrible, se trata de seres cobardes, miserables, poco hombres, que encubrieron una negligencia en perjuicio de cuarentitrés individuos, seres humanos como ellos, con familia, con hijos, con padres, con pasado, con futuro, con presente...
Hace un tiempo ya que el fútbol dejó de interesarme como cuando chico, más allá de las pichanguitas de los veranos con los amigos, de leer de vez en cuando la sección deportiva de El Comercio, de zapear por CMD, seguir algún campeonato, ir al estadio muy de vez en cuando pero con los distintivos de siempre, la camiseta, la gorra, la bandera o lo que haya, cualquier cosa, que represente a tu equipo... de seguir viendo los partidos de la selección, cargar la bilis cada vez que cierto grupo de pechofríos se paran titubeantes, con la misma insignia representativa de nuestros héroes, a perder contra panameños, trinitarios, chilenos, etc. En su lugar me empezó, con el tiempo, a interesar la mística que despierta en los hombres y mujeres este tan bien llamado deporte Rey. El ciclo pasado disfruté de la época del mundial, más allá de los partidos en sí, de esa sensación tan particular de sentarse a la mesa con desconocidos y gritar, bromear, reír, como si se tratara de amigos de toda la vida, todos conectados, enganchados, defendiendo, o creyendo defender, ilusoriamente, los colores de las selecciones amigas y hermanas americanas. De cómo el fútbol, quiéraslo o no, está imbrincado en la esencia de lo latinoamericano, lo hispano, el calor, el color, la alegría, el compañerismo, la ilusión, la fe, la mística de nuestros pueblos. Nuestra huella de cultura ancestral, tradicionalista, no individualista, no occidental...
Más allá de ser la U o el Alianza el equipo que goce de las preferencias del cincuenta por ciento más uno de los peruanos, se trata de rivales. ¿y qué es un rival? Podremos decir enemigos, opuestos.. pero podemos pensar un poquito y desentramar... Los rivales son contendores, competidores. Está implícito el respeto por el rival a fin de llamársele tal. Si no existiera un respeto del mismo no se le consideraría la importancia que de hecho tiene, y más allá de los insultos de las barras y de las broncas callejeras, los verdaderos amantes del fútbol, del deporte, y digamos que, los conocedores del hombre mismo, son conscientes que la rivalidad implica un respeto, un aprecio y hasta una consideración especial, que se quiere soterrar, socavar, eludir mediante manifestaciones totalmente contrarias, qué va, pero no rebatir o negar.
Por más hincha de Universitario que haya sido, desde chico, desde que no recuerdo que lo soy, desde siempre, de toda la vida, no puedo no sentirme acongojado por este trágico suceso que Chichi Valenzuela, en el esfuerzo periodístico de su carrera -habría que mencionar a César Hildebrandt Chávez, hijo cómo no del ilustre César Hildebrandt, de tal palo tal astilla- nos recordó y esclareció en el nombre de las víctimas del fatídico accidente del 8 de diciembre de 1987 en los mares de Ventanilla. Me uno, pues, a aquellos buenos hinchas de Universitario, que le dedicaron este cántico al rival eterno, en su momento de mayor dolor, un cántico que refleja este respeto del rival combatiente pero amigo, contendor pero hermano, compatriota y compadre.
Alianza, amigo, la U está contigo.
¿Se lo imaginan ahora? Ahora con las barras bravas en las que se cuelan hordas de pirañitas y terocaleros que a las salidas del estadio se dan un festín con el dinero de las carteras y billeteras de infortunados peatones... ahora cuando existe cada mal hincha, mal rival que, intentando quizá hacer una broma, pretende justificar la muerte destos muchachos por el hecho de ser cag... Háganme el favor, imberbes. Crezcan un poquito. Si bien es cierto no viví, conscientemente al menos, este hecho tan lamentable, me conmovió mucho, y me enorgulleció bastante, cuando alguna vez vi un vídeo en el que los hinchas del Universitario de 1987, no tenían vergüenza en entonar, desde el fondo de sus corazones, un pésame, un abrazo al rival herido, al hermano.
ALIANZA, AMIGO, LA U ESTÁ CONTIGO
Y es que el luto fue de todos, o al menos de todos los que entienden qué significa rival, y qué implica ser rivales.
Se despide el hincha crema de siempre.

miércoles, octubre 11, 2006

Estúpido. Oh, sí.

confusión, letargo, estupidez...

almuerzo en el cuarto
nintendo hasta tarde
nunca haces las tareas, josemanuelito.
Una vez más.
Soy la persona más estúpida del mundo.
Ya no sé si reir o llorar por tanta inconsciencia.
Ya no sé si tenga remedio.
Ya no sé me ocurre nada.
Solo sé que ando mal.
Y bastante mal.
puta madre.
Ya me había ocurrido el 2003.
Pero tenía la excusa de que era segundo ciclo.
Aquella vez perdí un examen final por no atender al despertador.
Era la segunda fecha y había dejado el curso más sencillo para el final
a fin de aprovechar la primera fecha para los otros,
que requerían mayor esfuerzo,
porque eran más difíciles.
Con qué cara afronto esto ahora.
Confundir una hora, perder un examen.
Las profesoras ríen.
Los compañeros dicen qué idiota, pero te palmotean diciendo ya pasará.
por la puta madre.
Qué otra cosa que repetir...
Soy un estúpido.
Oh, sí.

martes, octubre 03, 2006

Mil carajos

¡Tengo mil trabajos! Noooooo...