lunes, noviembre 30, 2009

El papelito 2

Y ya tengo la lista completa de chicos, en tiempo récord. Me sonríe la suerte. :D

El papelito

Hoy me pasó algo digno de ser contado, una nimiedad. Salía a una reunión, pero estaba ocupado llamando a una lista de chicos para una actividad que va a ser este jueves, y como mis interlocutores me esperaban abajo, bajé con la lista de chicos que estaba confirmando. Esta bendita lista se me cayó en el piso mientras buscaba un lugar apropiado donde conversar con aquestos interlocutores. Y una vez conversado lo que tenía que conversar, empecé a buscar la condenada lista entre mis cosas, y no la encontraba. Contrariado, pedí la cuenta, mientras seguía buscando mis cosas rápidamente. Fue bien gracioso. Me despedí escuetamente de mis interlocutores, caminé buscando el papelito, y al final lo encontré tirado en el piso una cuadra antes de voltear a mi casa. Tanta fue mi alegría que lo abracé a mí y le di un beso. Qué habrán dicho de mí la pareja que iba caminando antes que yo y que sorteé para llegar primero a mi papelito. Qué me importa, ya lo recuperé. :D

viernes, septiembre 25, 2009

4 años

Ayer se cumplieron cuatro años desde que comencé Crepúsculos y Cuadernos. Trato de imaginarme sentado a la máquina en aquel ya lejano 2005, el departamento anterior, las paredes azules, el cabello corto recién rapado. En esa época todavía mi estómago no me advertía que nunca toleraría el alcohol, así que solía salir más, aunque no mucho más, porque nunca me gustó tanto. En esa época la única preocupación que tenía era la de asistir a mis clases de la universidad, y debo reconocer que muchas veces ni siquiera eso me lo tomaba en serio, hasta que conocí a una persona que me hizo ver la vida diferente. En esa época también andaba mal de amores, qué curioso, hace tanto tiempo. Y aunque las desventuras de esa época han sido muy diferentes a las de ahora, en cierto modo también son iguales, partes de la misma historia, sobre todo por esa sensación en la piel, de curtirse, de añejarse. No estoy seguro si he aprendido mucho desde entonces, parece que no tanto. Parece que no tanto.
Ayer se cumplieron cuatro años desde que comencé Crepúsculos y Cuadernos. 260 entradas. 80 mil visitas. 4 años. 4 años. 4 años. Y no sé por qué me parece demasiado tiempo, para apercibirme tan igual. Y no sé por qué me parece tan poco tiempo, en realidad. La cifra me parece engañosa. No estoy seguro si he aprendido mucho desde entonces. Parece que no tanto.

domingo, septiembre 20, 2009

Meteorito

El bólido no era un Lan Rover, tampoco el auto fantástico. Más bien era una buena mierda, un Tico amarillo alquilado para la ocasión. La pista, una playa de estacionamiento en la costa verde, de pura tierra, piedras y huecos que pueden hacerte remover las ideas, al costado de un Rústica y unas canchitas de fútbol donde a cada rato salen volando pelotas desviadas que nos hacen pensar en que estamos en el último lugar de sudamérica en ese primitivo deporte. El profesor, el ex chófer de mi papá, amigo de la familia. El tipo es todo un caso y merece más de un post singular, es una persona muy agradable, confiable, de gran sentido del humor y buena chispa.
No era yo el único aprendiz; a lo lejos, aunque con un carro más parado y automático, un joven andaba muy meticulosa y cautamente con su padre en otro auto. "Bah, el automático es papayita; no hay mérito con eso", me animó mi conocido instructor. Y así, con algo de Radio Filarmonía, para mi tranquilidad, intenté arrancar en ese carro tan pequeñito. La palanca de cambios puesta en primera no me daba casi espacio para mi gran humanidad. Mi pobre pierna derecha tenía que encorvarse mucho y chocaba con la palanca, mientras que mi pierna y brazo izquierdos se acomodaban aplastándose a la puerta. Fallé un par de veces en el arranque, luego pude avanzar normal en primera, el tema de las vueltas es mi fuerte, de chico hice mucho chachicar, y mis maniobras asustaron en primer término a mi instructor, pero luego lo hicieron reír mucho.
Al cabo de una hora y media, aprendí a hacer el cambio a segunda y el retroceso. Y creo que en un par de domingos más ya voy a estar listo. Estoy aprendiendo rápido, y eso me hace tener más confianza en mí mismo, aunque también me hace tener ganas de ir a por más. Pero bueno, paciencia.

sábado, septiembre 19, 2009

El pelotas

El pelotas es un ser muy simple y puede describirse muy fácilmente. Solo es preciso que vean la película The ugly truth. Todos somos unos pelotas. Pensamos con las pelotas el 95% del tiempo. Ergo todos somos pelotas. El pelotas suele darse cuenta muy tarde de la situación. El pelotas suele ser distraído, estúpido, quizás noble por momentos, muy sincero por otros, totalmente falso cuando menos se lo propone, o cuando más lo quiere, o todo a la vez. Otras veces simplemente es un pelotas. Pero siempre se equivoca. Por eso es un pelotas, que eso quede claro.
El pelotas suele ser tan pelotas que puede no advertir que se ha enamorado y prefiere por desconfianza de sí mismo, por pura inmadurez o por descarada cobardía, abandonar barcos ominosamente seguros a paradisíacos destinos desconocidos, nuevos, enigmáticos, que nunca más se darán y que terminará anhelando pelotudamente.
El pelotas suele aceptar relaciones en las que no está seguro de querer a la persona porque una pelotuda y finalmente pasajera corazonada se lo dice. No se da cuenta que las pelotas le mandan otras cosas, no se da cuenta de las incompatibilidades, no se da cuenta de los contras. No se da cuenta de la camotudez pelotuda en la que queda como un perfecto pelotas. Y pueden pasar miles de años y el pelotas no se dará cuenta de lo que realmente sucede, por más de que todo el mundo se lo diga. Solo se dará cuenta cuando se dé cuenta, en flechazo de incomodísima sensatez, instante eterno de conciencia, como mirándose al espejo, de que es un pelotas. De ahí, como si el tiempo no pasara, se olvidará de sus errores y de que es un pelotas, hasta que nuevamente lo recuerde identificándose como pelotas.
Cuando el pelotas suele enamorarse, lo hará siempre de la persona incorrecta. Sea porque esta otra no está segura, porque no quiere nada serio, porque piensa en otra persona, o porque quiere sacarse el clavo con el idiota compañero de trabajo que la despreció. Sí pues, ellas suelen ser también muy pelotas, aunque no tengan pelotas.

jueves, septiembre 17, 2009

Los dos Homeros

Nuestra generación no es más la generación de los poemas homéricos, es más, probablemente muy pocos de los jóvenes del mundo occidental hayan leído a consciencia los himnos homéricos, además de las obras fundamentales La Ilíada y La Odisea. Recuerdo que más de una vez la gente no me creyó cuando comenté que leía La Ilíada por puro gusto y ganas de hacerlo. Y es que es así, nuestra sociedad, progresivamente, se hace cada vez menos lectora, al menos en esta parte del mundo. Cuando uno cruza el charco, en verdad nota una diferencia abismal en lo que respecta a ver a la gente de a pie, gente común y cualquiera todos yendo y viniendo en los metros con libros entre sus manos, taxistas con tres o cuatro libros de cabecera, caminantes con libros cargados, etc., pero hay que decir también que son en su mayoría personas adultas, no tanto jóvenes. Ya es por lo menos infrecuente, incluso en esos lugares tan privilegiados, ver a jóvenes con estas sanas tendencias. Así pues, y peor aún, hablar de Homero como el referente de una sociedad culta, leída, ducha, ya no es de nuestros tiempos.
Nuestros tiempos, tienen, curiosamente, a otro Homero, que parece haber reemplazado al invidente genio de la antigua Grecia. Nada menos que Homero J. Simpson. Y decir esto puede sonar escandaloso y lamentable, pero muy cierto. En los últimos 20 años, Homero J. Simpson y la popular serie de televisión ha roto todos los récords inimaginables de rating televisivo, convirtiéndose en la serie más vista de la historia, superando ampliamente a Friends y Seinfeld, por nombrar a algunas de las más representativas. Si bien es cierto que Homero J. Simpson cumple un rol fundamental en el análisis un tanto satírico de nuestra realidad social como lado del mundo occidental, no es tampoco descabellado hablar de que Homero J. Simpson haya reemplazado en importancia al Homero de las epopeyas antiguas. Y esto es muy simple, nuestras generaciones van leyendo cada vez menos, y van viendo televisión cada vez más. No pretendo generar con esto un shock para que todos ustedes vayan a leer compulsivamente -aunque sería formidable-, la idea es simplemente realizar una pequeña reflexión a propósito de la verdadera importancia de Homero -el antiguo- en nuestra sociedad, la sociedad de nuestro tiempo, que ya es regida por nuestra generación. Homero J. Simpson no tiene nada de malo en sí mismo, en tanto sirva como un instrumento de crítica constructiva y divertida, que nos recuerda hasta donde podemos caer en el descuido. Habría que desempolvar un poco al otro Homero, fijarnos más en él, en su importancia y en su ejemplo. Por nosotros mismos.

martes, septiembre 15, 2009

De la condición perfecta para escribir

Leyendo a Hemingway recogí aquella máxima que es tan verdadera, y tan humana a la vez, aquella de que es necesario atravesar una situación complicada, difícil, sentimental y psicológicamente hablando, para poder escribir con naturalidad, con destreza, con prolijidad. Por el contrario, cuando uno se encuentra inmerso en una tranquilidad absoluta, sin preocupaciones, con las cosas resueltas, cuando uno se encuentra "feliz"... pues entonces cae en una irremediable sequía literaria, en un abandono de inspiración que se siente pesado, hasta que de nuevo aparece el sufrimiento, y por consiguiente, el caos, la paradoja creadora, y es ahí, y solo ahí cuando desempolva otra vez la pluma. Es en ese estado de infelicidad completa, caótica, desordenada, desenfrenada, llena de pasión, de hiel, de intranquilidad, de sinsabor, de desesperanza, de temor, es en ese estado de las pelotas en el que la pluma se dispara sola, el cerebro no da tantas vueltas y las palabras se dejan escribir con gran facilidad. Me ha pasado a mí, una persona absolutamente normal y ordinaria, que dejara de escribir casi compulsiva y rutinariamente cuando tuve una pareja estable, a pesar de las continuas peleas y enfrentamientos, que son tema de otro post; y también le ha pasado a Hemingway, un genio. Creo, es más, que les pasa a todos.
Recordemos a la Beatriz del Dante. Imagínense que una obra tan impresionante y maravillosa como La Divina Comedia fuera escrita hacia una mujer que despreció al genio de Allighieri, que jamás siquiera le miró, que rechazó siquiera darle una sonrisa. Comentaristas y seguidores del gran genio italiano agradecen el rechazo casi mítico de Beatriz para con Dante, pues seguramente si ella no lo hubiese rechazado, nos hubiéramos quedado todos sin esta magna obra que es uno de los pilares de la esencia artística humana. Yo les aseguro que si Beatriz hubiera aceptado ser cortejada por Dante, éste nunca hubiese podido tener la vena genial para escribir jamás su gran coloso literario. En el rechazo más primario y absoluto, nuestro Dante sintió el amor más platónico, la más grande añoranza del qué pudo ser, y lo llevó a recrear un mundo sin igual.
Quizás esa hubiera sido la mejor respuesta que hubiera podido jamás darle a mi ex cuando se quejaba de que nunca le escribiera, y con ella a todas las chicas que alguna vez se quejaron de no haber merecido algunas páginas o versos. No se trata de ustedes, se trata del estado cuasi hipnótico, cuasidepresivo, cuasihipoactivo que produce la espera del amor, la ansiedad inquietante del no saber, del no tener nada serio, nada seguro, nada comprado, o de la amargura del desamor, de la pesadumbre de la desolación, la desconfianza, la tristeza escéptica, el rechazo hepático al "Vivieron felices para siempre" tan hollywoodense y falso. Solo así se puede escribir con toda la vena del alma, con toda la sangre del cuerpo, con toda la pasión del corazón.

domingo, septiembre 13, 2009

Nuevamente


Nuevamente quise no despertarme tan temprano
y quise robarle más sueño a los minutos,
para no aturdirme tanto en repensarte.
para no agobiarme tanto en representarte,
para no cansarme de intentar descansar de ti.

Nuevamente desperté con las dudas en la cabeza.
Y quise alejarlas de mi pensamiento,
pero cada que pueden regresan más intensas,
pero cada que pueden se incrustan más, violentas,
pero cada que pueden aturden más el corazón.

Nuevamente respiré el aire entrecortado, agónico.
Mientras caminaba por las calles desiertas, ajenas.
Y quise reconocerlas contigo de mi lado.
Y quise caminarlas contigo de la mano.
Y quise respirarlas con tu aliento en derredor.

Nuevamente te soñé despierto entre la gente.
Me ausenté del tiempo y del espacio, distante.
E imaginé tus cabellos de tórrido azabache.
Y soñé con tus ojos contemplándome.
Y recordé tus labios besándome.

Y durante el día escuché treinta canciones de la radio asociándolas a ti.
Y durante la semana respondí cien veces el teléfono contestándote a ti.
Y desde que te conozco, intenté leer mil libros en vano para no pensar en ti.
Y nuevamente regresé a mi casa con ausencia de ti.
Nuevamente me acosté en mi cama queriéndote aquí.

sábado, septiembre 12, 2009

Por qué no te das cuenta.

Por qué no te das cuenta...
Que cuando estoy cerca a tu cuerpo el mío se me inquieta.
Que mi pecho se estruja, que mi corazón se alegra.
Que mis palabras se difuminan y mi voz se mengua.

Por qué no te das cuenta...
Que cuando despierto en la mañana te recuerdo toda.
Y recuerdo la textura de tus labios y el sabor de tus besos.
Y recuerdo también el olor de tu cuerpo y tus cabellos sueltos.

Por qué no te das cuenta...
Que tu sonrisa me acelera el alma y me inquieta la mirada.
Que tus ojos, cuando me observan, me devoran la piel y los huesos.
Que tus labios me transportan al infinito con tus besos.

Por qué no te das cuenta...
Que con solo con un gesto, una palabra, me tendrías a tus brazos.
Que con tu silencio, ahora, me puede la angustia y el desánimo.
Por qué no te das cuenta, maldita sea, que así me obligas a abandonar
.

viernes, septiembre 11, 2009

La cajita de la Autoestima y Radio Filarmonía

Desde que descubrí que mi celular había venido con un implemento para radio, me puse a escucharlo -créanme que me demoré mil años para advertirlo- y sentó y sienta muy bien Filarmonía, sobre todo para leer libros de regreso a casa tarde de la chamba. Sienta muy bien sobre todo después de un árduo día de trabajo desde temprano, caminando, preguntando, conversando, cabildeando, cuando el cansancio agobia, cuando el aplomo devanea, cuando el sueño te coquetea los párpados. Sienta bien cuando el orgullo de haber hecho correctamente lo debido es la única excusa para no dejarse apresar por el cansancio. Sienta muy bien la buena música después de un exitoso taller de Autoestima a mis niños de la Cooperativa, quienes elaboraron formidables cajitas de la Autoestima, las cuales llevarán consigo y guardarán para cuando titubeen, cuando duden, cuando se sientan mal, para que se acuerden de sí mismos y de su valía, y de sus cosas buenas y las partes de su cuerpo que más les gustan, de sus muchas virtudes. Para que con positiva nostalgia, cuando grandes, recuerden que trabajaron una linda cajita con pensamientos positivos acerca de sí mismos en sus años mozos. Hasta escribir de ello con Filarmonía sienta muy bien.

jueves, septiembre 10, 2009

Plácidamente Plácido

El concierto del día de ayer fue magnífico. No fue para menos que el cabalístico 09.09.09 nos deparara el gran espectáculo que fue escuchar en vivo a Plácido Domingo. Las dos veces anteriores que vino me lo perdí, era bastante joven y mi madre no me solía llevar a los conciertos, pero ahora fue diferente, ahora la acompañé a mis flamantes 24 años, y con mi hermano menor, también ya bastante crecido.
La última vez que lo pudimos ver fue en la Plaza de la Familia Real, en Madrid, el 2007, cuando a la salida del Teatro Municipal en su celebración por los 10 años de dicho establecimiento, se asomara al balcón y le dedicara al público asistente varios de sus mejores temas, totalmente gratis y con fuegos artificiales y millones de papelitos. Para nosotros aquélla fue una grata sorpresa, puesto que era nuestra última noche en la capital española, y yo particularmente por aquel capricho de mi madre tuve que sacrificar días en Barcelona.
En esa ocasión, empero, no nos homenajeó con las soberbias interpretaciones de La Flor de la Canela y El Cóndor Pasa, porque eso lo tenía reservado para su última visita al Perú, en la que un timidón canciller José García Belaúnde le honrara con El Sol del Perú en el grado de Gran Cruz a mitad de la ceremonia. Luego de su más clásica interpretación, El Granado cerró con tres temas mexicanos, llevándose al bolsillo al público y al corazón al Perú. Antes de despedirse, confesó que le encantaría regresar y cantar al lado de Juan Diego Flórez, nuestra gran figura. Esperemos que regrese pronto, porque es un grande de esos que quedan pocos.

sábado, septiembre 05, 2009

Suspiros a la limeña

Estaba esperando a alguien a quien en realidad parece que no debo esperar, a la que además me estoy cansando de esperar, y a la que probablemente me cansaré de esperar en algún momento. Me sostenía meditabundo sobre el asfalto de una calleja, concentrado en la radio, hasta que de pronto me dejé llevar por la calle y anclé en una esquina; era una panadería.
Haciendo tiempo, observé los detalles de los postres, y me hizo ojitos un Suspiro a la limeña, con sus ribetes blancos y su pomareado contorno canelita. Le dije a la chica de la caja que quería un Suspiro a la limeña y una chicha para bajarla, por si me empalagaba. Pagué. Acto seguido, fui donde la otra señorita, la que atendía, y le repetí mi pedido. La segunda señorita, muy coqueta ella, suspiró cuando le pedí un Suspiro, a lo que rápidamente, acoté sonriente: "qué suerte, me salió gratis un suspiro". Lo que dije encandiló a la mesera, quien me regaló una sonrisa de aquellas.
Dos minutos después, mientras me ponía cómodo en una de las mesas de la panadería, vino la señorita con mi pedido, y mientras limpiaba la mesa, dejó caer una botella. Se sonrojó; le sonreí, clavados los ojos en ella. Finalmente, y para fastidiarla, hice yo otro suspiro. Me miró sonriente mientras se alejaba. Fue un Suspiro -el dulce- muy agradable, como también fue agradable saber que en esta espera que desespera, no debo esperar tanto, y que hay otras esperas que pueden no esperarse, o que, sin necesariamente esperar, puedo recibir algo, sin tanto suspiro por ella.

sábado, agosto 22, 2009

Paulocoelhísticamente ridículo

Por mucho tiempo había abandonado la música, el tocar la guitarra, el escuchar canciones reteniendo serpenteante y vallejianamente las letras atinadas, el caminar silbando por la calle, ese respirar hondo y crepitante, dificultoso, timorato que nos da cuando nos pasa. Como si fuera un espasmo de asma, como si estuviera en la altura, respiro como si me hubiera desacostumbrado al oxígeno. Por mis venas hace tiempo no fluía tanto sentimiento, como si ahora mi cuerpo palpitara entero, tanto que es un poco difícil contenerlo, guardarlo, aprehenderlo. Tanto que sé que si me observara a través de un espejo me daría cuenta de lo paulocoelhísticamente ridículo que me veo así. Tanto que es difícil y hasta triste callarlo, mantenerlo en el silencio y en la espera.
Pero sí pues, la espera es necesaria, la paciencia, la sapiencia. Pero mientras tanto qué le hago a las ganas locas de besarla, de abrazarla, de tenerla junto a mí. Qué le hago a las ganas de llamarla y preguntarle cómo está. Qué le hago a la angustia de pensar que podría estar yéndose para atrás con la locura de la aventura a intentarlo. Sé lo que tengo que hacer, ser yo mismo y que la cosa fluya tranquila, sin presiones, sin condicionamientos ni condiciones. Sé que debo darle su espacio para que no solo tome la decisión de seguirme, sino que realmente quiera hacerlo. Sé que debo ser paciente, que debo conocerla más y mejor. Sé que debo transmitirle la seguridad que yo ya siento, saberla esperar. Pero, y este es un gran pero, qué hago con todo este sentimiento desbordante que emana de todos mis poros. Cómo lo sublimo.

martes, agosto 18, 2009

Los verdaderos ciegos

Está cerca de salir un proyecto en el que trabajaremos en el Penal de Sarita Colonia, y por ello estuvimos teniendo unas capacitaciones en el Gobierno Regional del Callao. Así, luego de las capacitaciones el grupo organizador quedó con el equipo técnico en organizar un paseo-excursión por las zonas más atractivas y turísticas de la región chalaca. Sin embargo, no contamos con un pequeño incidente que precedió la jornada.
Increíblemente, ese día llegué temprano a la cita, pero justo cuando estaba entrando por la puerta de ingreso de la sede del Gobierno Regional, sale por ella un señor invidente que a duras penas podía hacerse paso entre los ingresantes. No lo pensé dos veces, lo tomé del brazo y lo conduje hacia la pista, le pregunté hacia donde iba y lo acompañé hasta el paradero oficial, que no está tan cerca, unos trescientos metros luego de cruzar la Faucett.
Muy grande fue mi indignación cuando nos cerraban las puertas de los buses tanto al señor como a mí. Estuvimos casi 20 minutos esperando que alguno de los buses o microbuses se tomaran la molestia de dejar pasar al señor. No pude dejar de comentárselo y de quejarme de nuestra propia gente. Y yo te apuesto que estos van a misa y rezan al dios. Yo que no creo en él, te estoy acompañando. Los verdaderos ciegos son ellos. Por fin, y luego de insistir muchas veces, pudimos abordar un bus, me agradeció y me dio su tarjeta: era un masajista. Le había contado un poco acerca de mi trabajo social en la provincia chalaca, y le prometí ponerlo en contacto con las señoras beneficiarias del proyecto.
No puede ser que a los invidentes los tratemos tan mal. Es una muestra más de nuestra incapacidad de reconocer al otro como igual, a pesar de sus diferencias. ¿De qué nos sirve jactarnos de moralidad o religiosidad, o tanta bobería si a la hora de la verdad no se presta la ayuda necesaria en el momento debido? Un poquito de reflexión, por favor.
Regresé ofuscado y entristecido por las múltiples muestras de rechazo que sufrió el impedido señor, y también pensé en la excusa que daría por mi nueva tardanza, pero grande fue mi sorpresa cuando mis compañeros de capacitación habían tenido el gesto de esperarme en protocolo, y no entrar sin mí. Me sentí algo gratificado por su espíritu de grupo. Algunos de ellos hasta me felicitaron. Además, y felizmente, cuando llegamos, todavía no llegaban, peruanamente, los encargados.

miércoles, julio 29, 2009

2009: Odisea de la identidad nacional...

Curiosas estas Fiestas Patrias. Creo que nunca como ahora se ha respirado tanto patriotismo a pesar de que se cancelaron los desfiles militares que normalmente se honran para estas fechas por precaución a la propagación de la Influenza AH1N1. Nunca como ahora ha estado en boga tanto el Perú a los ojos del mundo con los recientes éxitos de nuestros deportistas, artistas y empresarios como Gastón Acurio, hombre visionario que hace 10 años forjara un ahora imperio colonizando el mundo con nuestra arma más poderosa y nuevo bastión de identidad: la cocina peruana, aquella invencible primera razón de ka identificación y la unión nacional. Nunca como ahora los propios peruanos nos hemos saludado los unos a los otros celebrando nuestras fiestas patrias como si estuviéramos dándonos la paz en las misas, o los parabienes navideños. Como corolario, cabe destacar la acertada campaña patriotera de Inca Cola que, por la celebración del día de la Comida Peruana como antesala del 188 aniversario de la Independencia del Perú, dio en el clavo, con más de 10 mil asistentes al Parque de Aguas, quienes gozaron de la más variopinta selección de potajes nacionales, comprándole al Perú como debe de ser.

A pesar de los intentos de diversos grupos separatistas con intereses nefastos, antidemocráticos y antinacionales, el Perú celebra sus fiestas patrias con orgullo; sí, por fin con orgullo. Hoy más que nunca podemos pensar en el orgullo de ser peruano y ser feliz, y lo corroboran los más duchos en la investigación y la estadística local (Arellano y la PUCP), los cuales nos hablan de que más del 90% de los peruanos están orgullosos de ser peruanos, pero también a través de la gente de a pie requeterecontra contenta por el 6to puesto en el mundial de Voley de Menores, la retención del título de la durísima Kina, la Maravilla de Macchu Picchu, etc., pero también por el mayor poder adquisitivo, por el grado de inversión del Perú, por esa sensación tan postergada del respeto internacional, por esa posición expectante del Perú frente al mundo. A pesar de nuestros antagonismos, las miradas del mundo por fin se posan sobre nosotros.

A pesar, también, de que todavía falta muchísimo por delante, somos también muchos los que renovamos el esfuerzo y el compromiso por sacar adelante a nuestro país. Nos falta mejorar en muchas cosas; principalmente en aquellas que tienen que ver con la disciplina y el respeto por los otros, que es también el respeto a nosotros mismos. Para muestra, dos grandes botones (la lista podría ser interminable, mejor es apuntar algunos temas):
1. Las nuevas leyes del tránsito y los megaproyectos de infraestructura y descongestionamiento vial supondrán un resquebrajamiento del sistema caótico del transporte urbano, principal síndrome de vergüenza y rechazo para con lo nuestro. Ahora es cuando el gobierno tiene que mantenerse en sus trece y no claudicar ni dar marcha atrás en sus convicciones, para por fin sacar adelante la imagen del Perú, que tan menoscabada se ve por este transporte urbano tan informal y calamitoso. Debemos acostumbrarnos a las exigencias que nos demanda la competitividad y los estándares internacionales, y qué mejor que hacerlo mejorando nuestras propias falencias. Las leyes están hechas para ser respetadas, desde el tránsito vehicular a todo el sistema legislativo y de valores de nuestro país. Necesitamos hacer prevalecer una sociedad respetuosa de los valores y de la vida en la legalidad y la formalidad.
Por otro lado, la situación de los penales, tierras de nadie, donde los presos están literalmente abandonados, presas de las enfermedades y de un hacinamiento voraz. En nuestro país la cárcel no reforma, muy por el contrario, pervierte, se convierte en la Universidad del ampa. Así pues, no es extraño suponer que la inseguridad ciudadana nunca será resuelta y combatida si es que no se mejoran las condiciones carcelarias. Los presos deben sentirse escuchados y deben ser acompañados tanto al interior como al exterior del penal, a fin de que sus formaciones ocupacionales no se queden solo en los talleres que allí reciben, sino que ellos logren transformarse en pequeños empresarios y líderes comunales que enseñen, con su ejemplo de superación personal, a no caer en ese mismo hoyo a tantos jóvenes que, desinformados como ellos en su momento, están siguiendo o están por seguir sus antiguos malos pasos.
Sin embargo, a pesar de todos los grandes problemas que todavía tenemos, la sensación de esperanza no podía ser mayor. Los peruanos estamos empezando a sentir que este crecimiento se está consolidando, y ya no estamos cayendo tan fácil en el oportunismo de esos que buscan paralizar las cosas todo el tiempo -muestra de ello son los últimos paros, un rotundo fracaso-. El peruano parece por fin haber entendido que no tiene por qué estár pidiendo migajas, sino que puede producir más de lo que cree, si así se lo propone y trabaja árduamente en su convicción. El peruano parece por fin haber advertido que solo el trabajo y la formalidad, solo el respeto por la ley, por los demás, por el medio ambiente y por uno mismo nos va a traer progreso y futuro. Felizmente, tenemos de aliado a la tecnología que con el internet y las herramientas informáticas y comunicacionales están llevando no solo mayor información sino también y vale decirlo: libertad, hasta los confines de nuestro país. Felizmente tenemos grandes motivos que nos respaldan en este cambio de actitud frente a nuestro propio destino: nuestra riqueza cultural, nuestra historia, nuestra comida.
Todo eso hace que por fin los peruanos nos la creamos y queramos salir a los mercados y triunfar, produciendo, manufacturando y exportando, rechazando la demagogia y el asistencialismo barato. Todo eso hace que por fin los peruanos trabajemos JUNTOS de sol a sol para construir un futuro común sin contemplaciones de ningún tipo, rechazando la ideología del separatismo y del atraso. Todo eso hace que por fin los peruanos celebremos, como era debido y esperado, nuestras Fiestas Patrias, con un saludo fraterno y una sonrisa, como si se tratara de una fiesta de guardar -que es, naturalmente, pero que antes no se sentía como tal-, como un cumpleaños, como las navidades. Todo eso, finalmente, nos conmina e induce a seguir luchando por un Perú libre, culto y justo. Felices y merecidas fiestas, compatriotas. Viva el Perú.

viernes, julio 24, 2009

Con Betamax y con DVD

En medio del descanso del trabajo, con mis compañeros en el chifa de siempre, estaban pasando, como nunca, la película Aladín, aquella película de Disney, que me encantaba ver con mi madre desde pequeño en una vetusta cinta de Betamax. Sí, de Betamax. Corría el año de 1992 y vivíamos en Trujillo porque así lo quiso mi padre por motivos de seguridad por el infierno urbano capitalino del terrorismo, y porque mi papá, y por consiguiente nosotros, corríamos peligro. En esa época yo contaba con 6-7 años, y recuerdo que ví la película muchas veces con mi buena madre. La veía y la veía, y con ella, pues nos encantaba matarnos de la risa con las voces de Iago y de Abu, y con las ocurrencias del Genio. Era fascinante, y sigue siendo mi favorita de todas las películas de Disney de todos los tiempos; incluso, para mí, mejor que todas las recientes de animaciones digitales, y esto puede ser subjetivo y todo lo que quieran, pero no pueden negarme que el guión es sencillamente fabuloso y perfecto. Sino véanla.

Por mi parte yo la vi 700 veces en ese entonces, del ahora lejano, naftalinoso y ensepiado 1992. Por eso ahora que me tropecé otra vez con tan querida película no podía dejarla escapar de nuevo, como dejamos escapar hace miles de años el viejo Betamax y por consiguiente cada una de sus cintas, incluida mi vieja y tan querida cinta de Aladín. Me enervé de alegría cuando me dí cuenta que la hija de la dueña del chifa también estaba viéndola, por lo que los nuevos clientes que acababan de llegar no podrían simplemente pedir que cambien el canal, y mas bien tuvieron que comerse el privilegio de verla, en un comienzo negado por su precipitada negativa de involucrarse con la temática de la misma, por seguramente pensar que es muy de niños. Pero era de haberlos visto morirse de risa con nosotros en coro -mis compañeros en un momento también se negaron a su niño interno con deseos de verla, pero cayeron más rápido que aquellos más entrados en años-. Las otras mesas, también, ya se mataban de risa y empezaron a dejar de conversar. Todo el chifa veía la película. No miento, yo mismo me encargué de corroborarlo buscando con mis curiosos y lloriqueantes ojos entre el público, y todos se embobaban tanto o más que yo.
Es así que al final de la jornada tenía que buscarla, tenía que obtenerla. Enrumbé hacia una de las tiendas piratas, que gracias a la pobreza y a nuestra cultura tan peruana abundan, y más por la zona donde trabajo. Tenía que comprarla, tenía que verla con mi madre otra vez. Así que regresé a mi casa y la esperé como cuando tenía 7 años, y cuando regresó con mi hermano de la calle les dije para verla mientras cenábamos. Sabía que ella no podría negarse, sabía también que mi serísimo hermano menor sentiría curiosidad por mi iniciativa y aceptaría. Entonces la vimos, mi hermano por vez primera, porque en 1992 apenas tenía un año, y mi madre y yo por enésima. Los tres nos matamos de risa. Recordé que había olvidado que sabía cada línea del guión de memoria, y a cada momento las frases se me iban apareciendo casi al mismo tiempo que se decían, como un camino que se hace visible en la oscuridad. Eso también se hizo y se sintió espectacular.
Hace tiempo que no lagrimeaba tan necesariamente así. La esquiva felicidad es fácil de asir, está al alcance de la mano con estas pequeñas grandes cosas. Dénse la oportunidad de verla de nuevo, o sino, descúbranla, y descúbranse a su vez a sí mismos.

jueves, julio 16, 2009

De la esperanza de un verde cantor

Deja que tus sueños
sean olas que se van
libres como el viento
en mitad del mar.
Diego Torres.


Era un desastre. Subió al podio y ni se presentó. Cuando la noch... Perdón, ahí va otra vez: Cuando la noche se acerca, hay algo en mi alma que vuelve a brillaaar.... Tampoco podía mantenerse en pie. Se sostenía con mucha dificultad mientras miraba al respetable. Los pasajeros que no quieren saber nada de cada vez más sujetos entrando a pedir limosnas con infinidades de historias, que mi tía ciega que necesita una operación, que acabo de salir de prisión y no encuentro trabajo, que el Centro Victoria y los caramelitos, que ocho cuartos menos cinco tercios, que un arroz con mango con turroncitos arequipeños a tres por un solsito, los pasajeros ya habían sacado sus cámaras de la indiferencia, levantándolas a refregarle en la cara sus estresantes luces límpidas, y volvió a entumecerse en un mugido opaco y silencioso. Paso las horas fumando, oyendo.... Ay, me olvidé la letra.

El pobre joven era un triste palmo de narices. El silencio era apabullante. Pero volvió a comenzar. Sé qué hay en tus ojos con solo mirar... Había que estar ahí para verlo intentar, había que estar ahí para escucharlo intentar atinar, desafinando, unas notas en su guitarra presumiblemente prestada -porque parecía no acostumbrarse a su ligeramente pequeño cuello-. Sé, que las ventanas se pueden abrir, cambiar el aire depende de ti... Había que estar allí para verlo luchar contra la indomable calidad de las pistas, que apuraban sus pies hacia adelante y hacia atrás y lo sumían en desconcierto y temblor. Es mejor perderse que nunca embarcar, mejor tentarse a dejar de intentar...

Y resbalaba. Saber que se puede, querer que se pueda... Pero yo ya lo estaba acompañando al unísono. Quitarse los miedos, sacarlos afuera... Sonreía, mientras yo no podía evitar una ligera sensación de humedad entre mis párpados. Pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro... con el corazón.

Al final se equivocó en la siguiente estrofa, pero ya lo había conseguido: tocar al público. Y no hablemos del éxito monetario que finalmente obtuvo. Tampoco hablemos que en el trayecto se subieron 3 sujetos más, los de siempre, los que siempre están muriéndose y no se acaban de morir, y los otros que siempre tienen a otras personas también muriéndose indefinida y eternamente, incluso aquellos los que siempre sacan la misma prescripción médica vieja de hace 4 años.

No. Por el momento hablemos de este ilustre desconocido que se tentó a sí mismo a subir por primera vez a un microbús, y que lo intentó valientemente. Que no tuvo temor de subir y comenzar de nuevo. Que no tuvo temor a la burla, a las risas de quienes atónitos observaban cómo tanto trabajo le costaba mantenerse en pie mientras sonaban sus cuerdas, o cómo tanto trabajo le costaba hacer sonar sus cuerdas, o recordar sus letras. Un joven que no tuvo temor de sonreír, de sí mismo, quizá en el momento más difícil de su vida. Qué ejemplo de vida, tan fácil. Qué privilegio verlo subir y tocar para todos. Qué emoción encontrar gente así, saber que todavía existe gente así, que no solo están en las comedias románticas gringas.

Qué increíble ser testigo de una primera vez tan valerosa. Todavía pueden pintarnos de esperanza no solo las caras, sino los corazones. Todavía pueden ayudarnos a pensar en que podemos seguir tratando de cambiar las cosas. En estos tiempos de necedad, de violencia, de indignidad, en estos tiempos de gente tan gris, verdaderamente, un ejemplo de cantor de la vida. Y tan joven. Discúlpenme -los que se sientan atosigados- por el ricardoarjonismo paulocoelhismo pensamiento Diego Torres, pero da esperanza.

domingo, julio 05, 2009

Peter panjackson

There are people dying
If you care enough for the living
Make a better place
For you and for me.
Michael Jackson - Heal the World
Sétimo de nueve hermanos, y el más talentoso de todos ellos, el pequeño Michael Jackson vivió una difícil niñez en la que su autoritario y rígido padre no le permitió jugar ni divertirse como cualquier niño, obligándolo a trabajar junto con sus hermanos mayores. El pequeño Michael, entonces, guareció en lo más profundo de MJ hasta que, ya adulto, quiso volver a tener la oportunidad de vivir su infancia como tanto lo añoró en sus primeros años. Esto tiene una explicación desde la psicología: el juego es NECESARIO para todos, porque el juego es la representación de la sociedad, de las normas, un espacio en el que el niño elabora, ensaya e interpreta los aprendizajes que va teniendo en su crecimiento. Es por ello que Michael Jackson construyó su rancho de Neverland. Es por ello que el niño que guareció con todas sus ansias de jugar despreocupadamente y ser feliz, se mantuvo en una crisálida de esperanza dentro suyo hasta que su propio éxito personal le permitió construir en vida su postergado sueño, y reunir allí a otros niños pobres que no podrían cumplir ese derecho fundamental.
Posteriormente, la gente envidiosa y miserable, sanguijuela e inmoral, se colgaron de su éxito para inventarse una supuesta pedofilia que ya quedó -lamentablemente para los amarillistas- demostrada como falsa. Los juicios exculparon a MJ de todos sus casos, e incluso, luego de su muerte, el ahora cobarde joven que en su momento a través de sus padres acusó a MJ de pedofilia, recién se atreve a decir la verdad: de que no había sido Michael Jackson quien lo ultrajó, sino que fue su padre quien, aprovechando la cercanía de su hijo al divo, lo acusara para recibir dinero porque su familia era pobre. Este joven es ahora, justamente, un cobarde. Porque la pobreza no tiene por qué justificar la mentira.
Diagnosticado con vitiligo, Michael, quien ya iba a tener dos colores diferentes en su propia piel, decidió "blanquear" del todo su tez, pero no porque se avergonzara de su color original, sino por un tema estético. El vitiligo es una enfermedad intratable en lo que respecta a lo estético, la decoloración no puede evitarse, y siendo ya una figura pública, es entendible que haya optado por ello. Lo que pasa es que la gente en comúnmente ignorante, de pensamiento fácil y elaboración nula. A la gente le encanta criticar a todos, sobre todo a los diferentes, a los verdaderos monstruos, pero de la genialidad, del talento, y en este caso, en el de Michael Jackson, de verdadera inocencia profunda. No puede ser de otra manera el creador de las letras Heal the World, Dangerous, Black or White, You Are Not Alone o We Are The World. Estos críticos nada dicen de su innegable talento superior a Madonna y a cualquier otro artista de su tiempo. Nada dicen tampoco de sus 39 donaciones de millones y millones de dólares para causas comunitarias. Tampoco dicen nada de las temáticas de conservación del medio ambiente, de los derechos humanos y de los derechos de los niños, temas que inmortalizó y dio a conocer al mundo, adelantándose a su tiempo.
En el fondo de su corazón, MJ era una persona de buenos sentimientos, atormentado por el aprovechamiento de su padre quien lo esclavizó y no le dejó disfrutar de su niñez. Rechazado por la comunidad negra por su supuesto cambio de piel, como por la comunidad blanca por no ser un blanco. Rechazado innumerables veces porque desafortunadamente importa más como luces que como piensas o quién verdaderamente eres. Esta gente estúpida que jamás podría entender como un adulto podía desear vivir en un parque de diversiones, lleno de niños. Claro, para ellos necesariamente tenía que ser un pedófilo, pero no podían advertir al niño que siempre quiso jugar, a aquel adulto que, incomprendido, buscó la manera de regresar en el tiempo y vivir lo que no pudo vivir, lo que no le dejaron vivir.
Así, ante las continuas demandas que ahora quedaron demostradas como falsas, el allanamiento de su vivienda y la profanación de sus ambientes, MJ decidió abandonar definitivamente Neverland en el 2006. Se sumió en una gran depresión que incluyó el consumo de antidepresivos y tranquilizantes, y que probablemente hayan tenido que ver con el debilitamiento de su corazón, y su muerte. El más sentido homenaje a quien en vida fue una leyenda, uno de los 3 rostros más conocidos de su tiempo en todo el mundo. MJ, el rey del pop fue siempre un niño incomprendido, una víctima y no un victimario, un fuera de serie que nos dejó su genialidad como legado. Felizmente pudo ser enterrado con honores, ya que la verdad logró salir a la luz, lástima que el no pudo llegar a verla. El niño que lo acusara en 1993 de haberlo violado, hace poco más de una semana declaró que "Michael Jackson era inocente y que mantuvo la mentira para ayudar a su familia".
Qué fácil era condenar sin pruebas, ampararse en las transformaciones que sufriera su rostro debilitado por el vitiligo, las cirugías y los tranquilizantes. Qué fácil era bajarse al gigante mediático, amparándose en el dinero que se le podía arrebatar. Qué fácil era vender diarios suponiendo parafilias. Qué fácil era aprovecharse de una persona que estaba prácticamente sola en el mundo, vulnerable e incomprendida. Hasta siempre, Michael.
Páginas relacionadas:
2. Wikipedia Michael Jackson: http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_jackson
5. Michael Jackson declarado inocente por una corte de justicia norteamericana: http://www.elmundo.es/elmundo/2005/06/13/cultura/1118692216.html

sábado, julio 04, 2009

La guerra de las culturas paralelas

Esta semana ha sido la primera de toda la historia social peruana en la que la cultura popular por antonomasia, la llamada cultura chicha, aquella de la música folklórica de origen andino, ha tomado los titulares del diario más prestigioso, reconocido e influyente del país, El Comercio, y todavía por partida triple. Lamentablemente no fue por la calidad de sus interpretaciones, ni por la cantidad de seguidores que se reunieron en los últimos conciertos, tampoco por la cantidad enorme de dinero producto de las mismas presentaciones y el consumo de licor, fenómeno intrínseco y cosustancial a estas muestras culturales. No, no fue ese el motivo por el cual saltó a la luz mediática este mundo y esta cultura que de otro modo seguiría todavía rondando el anonimato mediático, a pesar de contar con exponentes de la talla de Sonia Morales, Dina Paúcar, y los ya extintos Chacalón y la Pastorcita Huaracina, la última con más de 30 años de vida artística.
Para mí fue sencillamente increíble que por espacio de tres días seguidos (martes 30 http://www.elcomercio.com.pe/impresa/edicion/2009-06-30, miércoles 1 http://www.elcomercio.com.pe/impresa/edicion/2009-07-01 y jueves 2 http://www.elcomercio.com.pe/impresa/edicion/2009-07-02), el decano de la prensa nacional nos mantuviera al tanto de los sucesos acaecidos en la farándula limeña. Tal parece que es eso, finalmente, lo que tiene que hacer un artista popular para merecerse la acogida en los medios diz que de elite. Inmolarse, matar, involucrarse en un escándalo pasional con sangre. Estos días El Comercio parecía un diario chicha un poco más pesado, caro, y con un lenguaje muy pretencioso. Pero es una señal de viraje, no de El Comercio, sino de la sociedad misma. Permítanme creerlo.
Con todo, solo quiero referirme a este pequeño triunfo de la cultura popular sobre el tradicionalismo indiferente de la elite limeña. Esta pequeña derrota, a su vez, de aquellos que creen que por tener más clara la tez, o más dinero en sus bolsillos, son personas de otro nivel. Esos mismos que ahora ni siquiera se muerden la lengua de vergüenza por chismear acerca del asesinato de la Princesita del Folklore. El crimen de Alicia Delgado ha sido conversado tanto por las verduleras del mercado central como por las señoronas caseritas de la Tiendecita Blanca.
Y es una señal, triste por cierto, pero señal al fin, de que la brecha de la indiferencia, de esta guerra de las culturas paralelas, está por fin terminando.

viernes, julio 03, 2009

El fenómeno de Crazy Combi



No es extraño que el facebook sea, junto con Twitter, la página del momento en todo el mundo. Sus múltiples posibilidades en interfaces dinámicos y ágiles, muy sencillos de entender y aplicar por sus usuarios convierten a esta página en el nuevo monstruo de la Internet.
Es así que llegaron múltiples juegos muy divertidos como Waka Waka, World Traveler, Tiping Maniac y Crazy Taxi. De este último se logró la adaptación, bien peruana, del Crazy Combi gracias a Inventarte.net.
Crazy Combi cuenta con ya más de 120,000 jugadores, y ya cruzó nuestras fronteras. Es muy difícil mantenerse en los primeros lugares entre tus propios conocidos, pues todo el mundo se está enviciando con el maldito juego. Es tan perfectamente concebido y aplicado a nuestra realidad, que es imperdible e imposible dejar de jugarlo, y por consiguiente, cagarnos todos de risa en el intento.
La dinámica del juego es muy simple, uno domina una combi que se conduce en tres carriles, pudiendo "moverse" hacia la izquierda y derecha, y también saltar si así fuera conveniente, ya que la velocidad de la combi es superior a los demás automóviles y a veces los tres carriles están ocupados. La evolución del juego ha sido rápida y ahora hay más de una combi para elegir, más de un tema de audio, y varios tracks alusivos al sociolecto y al sociomundo de la combi y el tránsito vehicular público limeño.
A mí me cae a pelo por el tema de mi tesis, y me divierte mucho esta sana coincidencia temática. Me he enviciado con el juego, y tengo que seguir jugando para no quedarme demasiado atrás en el ránking entre mis contactos.
Sin embargo hay un tema que es preciso tocar: el racismo implícito asociado. Debemos hacer, con todo, una pequeña reflexión, porque tampoco se trata de burlarse de este pequeño mundo dentro del nuestro. Es cierto, el juego es genial; es la extracción perfecta de una parte de nuestra sociedad, pero lamentablemente tiende también a ridiculizar a este gran número de compatriotas que trabajan alrededor de 15 horas al día, sometidos a una presión y a un estrés sin nombre, en el que tienen que afrontar la rampante competencia de sus propias líneas y las empresas piratas, además de una condición de pobreza que no les permite dar tregua ni siquiera al propio cansancio.

domingo, junio 07, 2009

Pizango y las sanguijuelas

Pido un poco de criterio, un poco de conciencia, si algo me permito pedir en esta vida. Cómo es posible que comuneros asedien, cerquen, secuestren, masacren y asesinen a 23 compatriotas, por más que estén vestidos de uniforme. Cómo es posible que de manera premeditada y estudiada cometan atentados contra edificios y estructuras importantes de una ciudad (Bagua) como lo son puentes, carreteras, puestos de vigilancia, oficinas estatales. ¿Cómo se justifica la tenencia de armas de supuestas comunidades pacíficas no-terroristas?(Ver: http://www.elcomercio.com.pe/noticia/297209/detienen-dirigente-nativo-armas-cascos-policias-asesinados).
Hasta dónde puede el colmo del enseñamiento, el revanchismo de sentimientos encontrados, viscerales, reprimidos, cobardemente sublimados en actos absolutamente condenables, y alevosa y perversamente azuzados y rumiados por miserables sanguijuelas que a toda costa, y sin importarles las consecuencias, pretenden perennizarse en la política, y mantener así su vigencia a partir del hambre, del atraso y del desconocimiento de sus hermanos connacionales menos favorecidos, que son los que finalmente tiran la primera piedra, mientras que los que se esconden son los primeros.
Sinceramente no entiendo cómo puede todavía haber gente pensante que eche la culpa al gobierno de este tema. ¿O sea que los policías son los cucos, cuando han sido secuestrados y hasta degollados? Y ni siquiera los perpetradores, los que se mancharon las manos con sangre son los verdaderos responsables. No los que, nublados por las ideas fundamentalistas, revanchistas y violentistas de otros, cometieron finalmente estos actos son los verdaderos responsables. Los verdaderos responsables son los azuzadores, las sanguijuelas políticas que no buscan otra cosa que mantener el retraso del pueblo para poder seguir teniendo el poder político que les dan sus votos, manifestados en el hambre de ese propio atraso que ellos alimentan. Claro, el pueblo difícilmente se da cuenta de esto, y es presa fácil, ingenuamente, de esta treta de estos chupasangres. Los verdaderos responsables son los azuzadores que, llenando de ideas violentistas y encendiendo las más bajas pasiones y revanchismos anquilosados, exhortan a las comunidades al salvajismo, para luego limpiarse como cobardes echando la culpa al gobierno. Así tiran la piedra y esconden la mano.
¿Quién o quiénes les paran la olla a ellos y a sus RETRASADAS ideas políticas de violencia por violencia, ese REPUDIABLE ERROR que es la teoría que justifica la violencia, y que no solo la justifica sino que la sitúa como hacedora de la historia? ¿Acaso la sangre y las balas te hacen más noble -será más neanderthal-? ¡Que hay de los muertos! Los policías fueron atacados cobardemente, por detrás, a traición, y no solo por armas de fuego, sino también por lanzas, hachas y cuantos elementos punzocortantes fueron encontrados. No solo eso, los desvistieron, se ensañaron con ellos. Cómo pueden explicar los dirigentes implicados en esta masacre el hecho de que 23 muertos son policías, y que hay una enorme diferencia con las víctimas de los propios nativos (9). Claro, estos saldrán a decir que están en el río, que desaparecieron, inventando estúpidas justificaciones. "Los policías atacaron cobardemente", dicen ellos. Claro, con gases lacrimógenos, mientras que los otros respondieron con bala y lanza. A mansalva y sin motivo, con 22 víctimas. Con rehenes, con destrozos, con muchos heridos. ¿Donde están los heridos nativos? ¿Por qué están armados y conservan como trofeos de guerra los cascos de sus víctimas? ¿Quién es el cobarde, entonces? ¿No es acaso el tira la piedra y esconde la mano? Los cobardes son Pizango, sus financiadores -chavistas, en otros dinosaurios de la más rancia y cobarde izquierda extrema peruana- y los zancudos, larvas y sanguijuelas que defienden ideales políticos largamente defenestrados por la paz, la razón y la evolución humana y solo justificables por el poder político y económico en función al político que les da el mantener a la gente descontenta y misérrima y jugar con sus necesidades, tal cual y como lo hacen ciertos religiosos de ciertas sectas que juegan con las esperanzas de sus fieles y se embolsillan sus diezmos.
¿O sea que el gobierno tiene la culpa de las muertes cometidas por compatriotas seducidos y enardecidos por las tendencias políticas violentistas de COBARDES que quieren seguir viviendo a expensas de la pobreza de los peruanos? No, señores. Estos hechos no responden a las comunidades en sí; strictu sensu, corresponden a un gran COBARDE llamado Pisango.
Ahora salten, pues, todos sus defensores, traidores a la patria e incubridores de su paradero y de su genocidio. Ahora salgan a decir que Villa Stein y el poder judicial están comprados y favorecen al gobierno, cuando ustedes fueron los primeros en celebrar la condena de Fujimori, llenando de alabos al "ahora independiente poder judicial". Ahora que Pizango está siendo buscado por cabecilla de este horrendo y absurdo vejamen público. O sea linchan, secuestran y asesinan, y el responsable es el gobierno. O sea que toman sectores clave, oficinas de Petroperú, puestos de la policía y el ejército, puentes, etc.-lo cual evidencia el carácter premeditado, alevoso y macquiavélico de su plan- y encima tienen el cuajo y la frescura de echarle la culpa al gobierno. COBARDES, eso es lo que son. Cobardes y estúpidos comunistas. Malditos sean.
Esperemos que estas acciones, por fin, dejen de darse. Que estos malditos comunistas que lo único que quieren es que el Perú siga en su interminable cáncer de desigualdad social, pobreza y falta de oportunidades para poder jugar y lucrar con estas necesidades a partir de sus votos concentrados, sean finalmente silenciados a través de propuestas sensatas, visionarias y de desarrollo. Que los jóvenes profesionales de nuestro país sientan al Perú propio y decidan quedarse para trabajar en la Responsabilidad Social, y conjuntamente con la inversión y el trabajo digno, levantemos a este Perú que tanto merece salir adelante, que tiene tanto bueno qué mostrar, y que tiene tanta capacidad de hacerlo.

miércoles, junio 03, 2009

Petición

Quiero reportar a los ilustres compiladores de los DSMs -para los no entendidos Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales- y la comunidad mundial en general acerca de la existencia de un sindrome -a los marthahildebrandfílicos les diré que se puede decir síndrome o sindrome, como uno quiera- que ha pervivido desde hace cuando menos 23 años, 10 meses, 21 días y aproximadamente un par de minutos. Este sindrome es verdaderamente serio, nada que ver con la mediática y fatua gripe porcina. Se trata del sindrome de José Manuel, Josema o Chema Delgado, según sea el caso o como ustedes lo prefieran.
No existe forma de contagio, de hecho es una condición de nacimiento, caracterizada por una conspicua y marcada manía de olvidarse todas las cosas imaginables e inimaginables, además de la compulsión de buscar las cosas que uno cree que ha perdido y que luego encuentra entre las manos o en los bolsillos, o en cualquier parte que generalmente está frente a sus narices. Estas cosas son diversas, desde pendientes, documentos urgentes, entradas de conciertos, DNIs, partidas de nacimiento, tarjetas de seguro, tarjetas de débito, billeteras, mochilas, briefcases, celulares, prendas de vestir, sobre todo celulares y prendas de vestir; gaseosas, bicicletas, bolsas, incluso basuras como botellas de plástico para reciclar, envolturas de golosinas y galletas que tu manía ambientalista y fuertes preceptos morales de defensa del medio ambiente te obligan a guardar en la ropa para no botarlas en cualquier parte y solo en los tachos de basura, entre otras cosas no menos y no más importantes. Es decir, todo lo que cae entre mis manos. Por si fuera poco, también he de olvidarme, que ni lo digan mis compañeros de trabajo, ex compañeros de trabajo y ex enamoradas, todo lo que se me dice, desde fechas para recordar hasta eventos, mandados, favores, etc. Generalmente me olvido de cosas que he prestado o que me han guardado por mientras, como hace unos días con unos cds, una chompa y un libro.
La última actualización a esta lista es una diploma que me fuera otorgado por participar como ponente en una exposición que realizara HOY día en la base aérea de Las Palmas con diferentes representantes de la Fuerza Aérea. No duró ni 3 horas entre mis manos, y ya lo había perdido. Pero recién me di cuenta hace unos minutos. Y eso que no estoy contando que ahora también casi me olvido, bueno de hecho me olvidé, mejor dicho casi pierdo mi casaca con mi carpeta de documentos, que dejé en el Miguelón luego de atracarme con un sándwich. Felizmente que regresé y todavía estaban mis cosas en la mesa donde las había dejado. Todo esto me motivó a realizar este escrito, y a ustedes a matarme. O a pedirme que me mate, o ambas cosas.

Chema Delgado. Ha hablado.

sábado, mayo 30, 2009

240 y 75 000

Mierda. 75 000 visitas. Y solo 240 entradas.

lunes, mayo 25, 2009

Sobre Renzo Schuller, Magaly Solier y la envidia

La envidia, coloquialmente hablando, es el pesar del éxito o del bien del otro. Según la DRAE, se trata de sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. Una segunda definición de la envidia admite la emulación, es decir, el deseo de algo que no se posee, y que a su vez, es poseído por otros. Pero la envidia es en realidad una enfermedad del alma; no existe una envidia positiva, porque el solo pensamiento envidioso ya es errado, equivocado, y personalmente, inaceptable. Por una sencilla razón: porque se centra en el "afuera". Por afuera quiero decir: no en uno mismo, sino en los demás.
Si el pensamiento envidioso encierra un anhelo -que es algo interior-, por algo que no se tiene en el interior, entonces en el exterior no es el lugar donde ha de ser buscado o codiciado, sino en el propio interior. Es decir, si yo no estoy conforme conmigo, entonces yo debo mejorar. Esa debería ser la lógica; sin embargo partimos de un error al encontrar en los demás las cosas que nosotros queremos, y al no tenerlas, las envidiamos, y concretamente envidiamos a estas personas, e incluso desarrollamos sentimientos y pensamientos encontrados y negativos por ellas, cuando ellas no tienen la culpa de la velocidad con la que adquieren sus propios éxitos, y se diferencian de nosotros, que tenemos nuestra propia velocidad, y por consiguiente, nuestros propios tiempos y nuestros propios logros.
Existe una parábola en la Biblia, que no recuerdo con exactitud, pero habla de trabajadores del grano, que reciben una paga que es igual para todos por un mismo trabajo. Resulta que el jefe decide darle a uno de los trabajadores un poco más, porque sencillamente así lo quiere, entonces los demás tienen envidia de él y le reclaman al jefe que también les dé a ellos lo mismo que a él se le da. El jefe le responde a uno de ellos: Yo te pago lo justo, lo que hemos convenido por tu trabajo. Y tú no reclamaste antes, ¿por qué reclamas ahora? Por qué. Por envidia, sencillamente por envidia.
Nuestro país es el país de los envidiosos. Nadie es más repudiado que el exitoso; el exitoso, el correcto, el que hace lo que está bien, ese es un ser despreciable y nadie le hace caso. Mas bien se le ignora. Por ejemplo en el tránsito, al que respeta las normas, en lugar de alabarlo, de reconocerle su bienacción, se le insulta y se le menta a la madre por no avanzar cuando está en luz roja pero no hay nadie en el otro carril, o porque redujo la velocidad en amarillo por seguridad para no correr peligro.
Menos aún si el éxito es de una persona, o el exitoso es una persona, que pertenece a sectores menos favorecidos, usualmente deprimidos, o con menos posibilidades. Ahí ya la situación se vuelve insostenible. Las ráíces de la baja autoestima construida con fijaciones objetales extrínsecas -en sencillo: con premisas externas y no con principios internos, independientes- pululan al exterior, y se avalanzan sobre el triunfador como hienas a su presa, buscándolo hacer caer al nivel que ellos tienen, la mediocre realidad. Es decir, empatarlos hacia abajo. Por eso Renzo Schuller, Denisse Arregui y Jimena Lindo sueltan este tipo de comentarios estúpidos y racistas frente a Magaly Solier. Claro, aducirán que es un chiste, que no era su intención, pero el solo hacer ese tipo de chistes refleja su propia frustración frente a esa emulación: ¿por qué ella, que es una cholita que fue descubierta por Andrea Llosa y no estudió actuación, se va a Cannes, y yo, limeñito de Miraflores, que estudié actuación, no?
¿La justicia es la igualdad absoluta obligada y obligatoria para todos? Esa es la justicia comunista. Y es un ideal poco dable en la práctica, al menos en la práctica humana. Sin ir a lo político, quiero que entiendan lo siguiente: la justicia no es otra cosa que el devenir, la justicia es lo que sucede, es la igualdad de oportunidades. Cada uno tiene sus propias oportunidades, por tanto no es necesario fijarse en un otro para buscar en uno mismo nada. Mejor es centrarse en uno mismo y crecer a estar anhelando o emulando en otros lo que no tenemos. Un poco de reflexión, eso es lo que necesitamos, para reducir esta proclividad hacia pensamientos envidiosos. La envidia es una forma de alienación, porque al envidiar uno se rechaza a sí mismo. Se rechaza a sí mismo porque rechaza la posibilidad de creer en uno mismo y en la superación personal, y prefiere ver en los demás lo que no tiene. En la envidia, no importa el objeto envidiado, lo único que nos debe importar es que la envidia es una necesidad de ver las cosas hacia afuera, no hacia adentro, que en realidad refleja la no aceptación de lo propio, el desprecio de uno mismo o de su condición, y consecuentemente, el desprecio de lo interno.
A Magaly Solier no le importa lo que piensen los demás, ella sigue su camino. Ella es su propia competencia. Por eso va a Cannes. Renzo Schuller y compañía se fijan primero en los demás para luego pensar por asociación en sí mismos, por eso no están conformes consigo mismos, y prefieren, o su inconsciente prefiere, en todo caso, salirse con estas bromas que no hacen otra cosas que sublimar su propia inconformidad con el programita de baja monta que tienen en cable. Arriba las Magalys Solieres, abajo los Renzos Schullers y compañía.

martes, mayo 12, 2009

Como mentarte a la madre

El día viernes pasé un rato agradable sin buscármelo. Estuve presente en una de esas celebraciones del día de la madre, del hermano menor, todavía niño, de una amiga que recién conozco hace poco por medio de la chamba. Hubo bastante pica pica, globos, músicas típicas y pelucas estilo Yola Polastri. Al final la enorme cantidad de basura descubierta debajo de las sillas que gentilmente ayudamos a acaparar frente a las paredes del recinto me llevó a sugerir formas asertivas de recolección de la basura con la participación de los invitados, para que los ancianos limpiadores no tengan que hacer tanto trabajo luego de las presentaciones. Los viejos limpiadores me miraron sonrientes, las profesoras ídem; les pareció buena idea, pero en esa forma tan pretérita de sí pues, tienes razón, pero no es lo tradicional. Al final las profesoras me premiaron con un vaso de chocolate y un sánguche, como si la sugerencia solo implicara la recompensa y no la puesta en práctica. Al menos estaba rico el sánguche, y como era gratis, era más rico. La estrellita en la frente empezaba a gustarme cuando recordé que mi amiga era vegetariana ovoláctea, y podía comerme también su sánguche.
Camino a su casa me invitó a una reunión por el regreso de Barcelona de uno de sus mejores amigos, en la que participaría todo su grupo de barrio, cole y universidad a la vez -parece que los grupos de barrio son para toda la vida-, cómo será eso, yo vivo en uno de esos fríos sitios pitucoestupidones donde uno nunca llega a conocer a ninguno de sus vecinos, además de que me he mudado muchas veces. En fin, me animé a participar de la reunión mientras la animaba a cojinazos terapéuticos y lúdicos por su cese en la chamba, y nos quedamos esperando a que comience la reunión, ella fumando y yo conversando con su madre, quien también trabaja en ONGs.
Fue chistoso ver ir llegando, o que me vean mientras llegaban, cada uno de los invitados. Todos tenían ropas casuales, y yo estaba como para patearme el culo: con camisa a cuadros, lentes y pantalón con correa. Encima tenía mi maletín de laptop y mi almuerzo por ahí, estorbando. Jaja. En fin. Lo peor de todo fue que mi amiga, siempre con un look y una personalidad bastante menos alienada que la mía, se burló de la peor manera: me presentó como psicólogo y para colmo que trabaja en CEDRO. La puta madre. Tremenda mentada de madre: las simpáticas y alegres caras que me observaban con las copas y vasos levantados tornaron esas mismas copas y esos mismos vasos e incluso sus miradas hacia abajo, cabizbajos, como con culpa. Y más de uno hasta se me acercó a pedir consejo. Te odio, maldita. Na, en verdad me divertí.

miércoles, abril 29, 2009

Con Te Partiro

Casi no llego al gran concierto de esta noche en el Jockey Club. Andrea Bocelli se presentó en una Lima que ya se está acostumbrado a los artistas de renombre, pero que todavía no está suficientemente preparada en términos de coordinación, de precaución, de organización. Un tráfico de la puta madre, una entrada mal señalada y un camino indianjonístico para llegar finalmente al asiento. Y todavía, en medio de la mejor canción del concierto, hubo un breve espacio de interferencia. Eso sumado al descontrol a la salida nos hacen pensar que todavía estamos lejos de otras plazas más cancheras en espectáculos de primer nivel.
Habló poco, en un italiano muy comprensible. Lo que no fue muy comprensible fue la ausencia de su barba, y que en el intermedio y a la salida se utilizó el inglés y no el español para realizar las indicaciones de rigor. Habló más cantando, como siempre. Miró con su voz, observó a todos los asistentes, al Perú en su conjunto en su seriedad y profesionalismo frente al atril. Hizo ademanes de irse ochocientas veces, y ochocientas veces la gente reclamó a gritos y aplausos que regrese. Ochocientas veces regresó, también. En una de esas sorprendió con Bésame Mucho, y mi mamá lloró. Más adelante, con Con Te Partiro, y esa vez lloré yo. Finalmente con Nessun Dorma, y lloramos todos.
Salimos en taxi con una hora y media de anticipación, pero no fue suficiente. El tráfico estaba endemoniado y tuvimos que correr por el puente del Derby para poder llegar. Cuando parecía que ya no la hacía me atreví a pensar: Prefiero llegar al concierto a tiempo que a que la U pase a siguiente ronda. Y la verdad no me arrepiento de pensar así. De todas maneras los muchachos no se esforzaron lo suficiente, estúpidamente se confiaron y terminaron eliminados de la manera más tonta e increíble. Con te partiro de la copa, Universitario de Deportes. Con te partiro, Andrea. Gracias por el conciertazo.

lunes, abril 27, 2009

¡¡¿Hitler en Wong?!!

Estábamos regresando de almorzar en el chifa de siempre, y mi compañero de trabajo decidió hacer una parada en el Wong de Benavides, pues quería comprarse una ensalada de frutas con confite. Los tres mirábamos embelezados cómo la vendedora bañaba las frutas en chocolate blanco y negro, confite y emanems, al son de compases de una ópera de Vivaldi, que sonaba dulcemente en derredor.
Cuando en eso se escuchó la voz lacónica de la perifonista: "Señor Hitler; acercarse al mostrador". Un grito ahogado como de revivido artificialmente me separó de mi ensimismamiento. La dulzura de Vivaldi se convirtió de pronto en una frenética Carmina Burana de Carl Orff. Un frío helado se apoderó de mi cuerpo: un estremecimiento pavoroso recorrió mis venas. Me imaginé un holocausto perpetrado por un Willy Wonka bigotón que bañaba en chocolate y caramelo caliente a sus víctimas. Me quedé petrificado, en serio. El efecto me duró varios minutos.
Enseguida, pensé en la repudiable existencia de personas que ponen los peores nombres inimaginables a sus pobres niños, que no tienen la culpa del error que están cometiendo, y que no se esperan lo mucho que sufrirán en vida tal particularidad. En serio hay que estar desquiciado para llamar así a tu hijo.

jueves, abril 23, 2009

En páginas amarillas encontraré un discriminador: ¡Mariátegui, Mariátegui, Aldo Mariátegui!

Aldo Mariátegui es un, todavía joven, periodista y director del diario Correo, pero parece que dirigir a tanta gente todavía no le enseña lo más elemental que debe uno aprender como un líder: la humildad. Nadie niega la calidad, la cultura y la inteligencia del buen Aldito, pero parece que esas cualidades no le son suficientes para mitigar su egocentrismo narcicista enormemente adolescente, y su profunda necesidad de diferenciarse de los demás, que no piensan como él, y que abiertamente califica de inferiores. El único de veras "inferior" es el que necesita calificar a los demás por arriba o por debajo, para darle algún valor a tantos vacíos que aparecen cuando tienes una vida sin metas ni aspiraciones, como tantos estúpidos pitucos que abundan en nuestra capital y que hacen poco o nada por nuestro país, menos por sí mismos, puesto que su intrascendente existencia ya está arreglada por el éxito de papi en la vida (véase Dioses).

El día de hoy, Mariátegui publica una trascendental noticia, aduciendo que Hilaria Supa necesita una ayuda para escribir el castellano. Qué relevante en términos de actualidad y necesidad nacional, ¿no? Qué trascendental, Aldito. Diste en el clavo. Hilaria Supa es una congresista del partido nacionalista, no por esto hay que decir indirectamente que es una analfabeta. ¿Por qué tener esa actitud tan típicamente pituca y estúpida de mirarle el "defecto" a los demás en lugar de rescatar lo positivo? Hilaria Supa es una mujer provinciana, ciertamente analfabeta, pero que llegó al Congreso de la República porque el pueblo cuzqueño así lo determinó en las elecciones del 2006. Y está haciendo lo que humanamente puede. Qué importa que escriba mal el castellano, si su idioma madre es el quechua; más bien habría que reconocer su esfuerzo por abrazar una lengua distinta, en un contexto absultamente intolerante como lo demuestra el buen Aldito. ¿Acaso no pasa lo mismo con los turistas alemanes, franceses, estadounidenses que vienen del extranjero y no saben hablar castellano o lo hablan hasta el culo -o es que porque ellos son de ojos azules, de cabello castaño, pasan piola-? Con esto se desbarata la tesis del pituco promedio que dice que el serrano o cholo no aprende el castellano o no lo habla bien porque sencillamente no tiene la capacidad para poder hacerlo. Pensar así: eso es no tener capacidad, es ser un cabal estúpido. Es estúpido que Aldo Mariátegui defienda indirectamente una postura tan idiota y tan estúpida como esta, que no es otra cosa que fijarse en estas pequeñas cosas que diferencian a la "GCU" de la plebe. Así de desatinado ha sido hoy, y la verdad es que muchas veces su pluma rubrica más sentimientos que razones.

Parece que Aldo Mariátegui, esta vez, representa a estos estúpidos pitucos. Aquellos que indirectamente buscan tapar el sol con un dedo, aquellos a los que les revienta ver ponchos, faldas serranas, chullos y los comerciales de la creatividad Inca Cola. Aquellos a los que la pluralidad les apesta tanto porque eso ya les es una postura izquierdista inaceptable por su conspicua necesidad burguesa de blanquearse. Parece que Aldo Mariátegui es uno más de estos repudiables seres humanos que se creen superiores solo por tener el color de piel de un tono más pálido, por tener la suerte de haber tenido educación, de haber tenido redes sociales, de haber tenido en fin oportunidades de salir adelante. Lamentablemente los logros que alcanzó Aldo Mariátegui, sus metas profesionales y personales en la vida no le han mellado esa ignorancia tan absoluta, tan primaria y tan irracional y naturalmente humana: la discriminación, los mecanismos atribucionales que llevan al prejuicio, los heurísticos endógenos. Esperemos que de aquí en adelante, su ignorancia se melle; a todos nos conviene, pues lamentablemente dirige un medio de comunicación, que no es poca cosa.

El idioma, mi estimado Aldito, es un sistema que funciona como el río heraclíteo. Algunas palabras van siendo dejadas de lado, otras van apareciendo según las particuladades de la complejidad lingüística de sus hablantes en determinados contextos culturales, temporales, nacionales, etc. Esto hace a las lenguas, sistemas vivos. Con la escritura puede ocurrir lo mismo, la mayoría de gente escribe en el messenger con abreviaturas y emoticones, y no por eso son menos valiosos o inferiores. Si Hilaria Supa escribe a su manera el castellano, eso no implica que es una persona inferior, sino que en su aprendizaje, así ha podido valerse para poder emplearlo en su beneficio. No hay ningún delito por escribir mal, así que tampoco tendría por qué sancionársele mediáticamente como tú lo has hecho.

Por si acaso, tengo una postura para el tema de fondo que el buen Aldito sugirió: me parece que es necesario implementar una normativa para restringir las posibilidades de acceso a cargos de importancia superlativa como el Congreso de la República, puesto que para mí también es necesario y fundamental que quienes conduzcan el país sean personas con estudios superiores (en realidad de post-grado, porque un título profesional no demuestra esta superioridad de la que tanto se jacta Aldito; por cierto, el estudio de post-grado tampoco lo garantiza, pero por lo menos implica un "esfuerzo por la formación" que faculta a grandes cosas), pero pero de ninguna manera comparto, sino que por el contrario rechazo categórica y enfáticamente la discriminación que Mariátegui eleva a nivel nacional a través de su trinchera.

También me parece pertinente aclarar que no estoy defiendo a Hilaria Supa por pertenecer al partido nacionalista, por favor. El ser de ese partido podría invitar a cualquiera a atacarla, lo cual también estaría mal porque cada uno puede pensar diferente. Yo no apruebo al Partido Nacionalista, me parece una soberana cojudez, y estoy defendiendo a la persona de Hilaria Supa, al grupo humano que representa, no a su partido político. Tampoco soy militante de la izquierda, menos de la derecha. Soy una persona que en todo en mi vida opto por una visión holística, ecléctica y nunca de un solo lado, por considerar un error caer en extremismos.

Ojalá que el tino y la mesura que parece no haber cultivado en su formación erigida en el rechazo a su apellido le lleguen de pronto como por arte de magia y sepa que dirigir un periódico es un cargo de suficiente responsabilidad como para exigir que se cree un dispositivo legal para frenar arrebatos racistas y discriminadores como los que pueril y adolescentemente le aparecen de vez en cuando. Dirigir un periódico es una gran responsabilidad que debe también exigir mucha mesura y tino para con sus contenidos. No es posible que uno dispare sus odios y sus pareceres personales cual bombas de una manera tan impune, se supone que la labor es informar, si el quiere hacer política o tiene una postura política, que sea valiente y la asuma, pero que no venga a montar un diario para informar lo que él quiere informar -opinión no es lo mismo que información-. Esa línea no es la adecuada y él debe saberlo, solo que se deja llevar por sus arrebatos adolescentes y pitucos.

Que se cuide Rafo León con su clásica columna en Caretas de la China Tudela, que Aldo Mariátegui le hace la competencia desde el diario Correo, nada menos que con su propia línea editorial.

sábado, marzo 21, 2009

La irresponsabilidad en la publicidad en medios: Cerveza Cristal y El Pelotero


-Este post lo dejé olvidado hace meses, y si bien estaba pensado para el verano, no se pierde nada con intentar publicarlo en este momento. Este es el mensaje:-.
Más de uno se habrá reído con el estúpido y neandhertálico sketch de la campaña de la Cervecería Backus, "El Pelotero", con su firma Cerveza Cristal -supuesta cerveza de todos los peruanos, supuesta por lo fea en comparación con otras de mejor calidad como Cuzqueña, o sabor, como Pilsen, Pilsen Trujillo y Franca, entre otras-. En un principio sacaron a un aparentemente simpático e inofensivo "Chancha", y a un intrascendente y falto de gracia "Pilas". Estos dos primeros personajes, por lo menos, no tenían nada reprochable, salvo el hecho de fomentar el hábito de consumir licor. Sin embargo no se pasaban tan impunemente de la raya como El Pelotero o el Causita.

Naturalmente, ni estos personajes ni mucho menos sus actores son los responsables de sus contenidos y repercusiones, sino en particular la empresa antes mencionada, y también, por qué no, los medios televisivos que transmiten estos comerciales y la propia Sociedad Peruana de Radiodifusión, a la que aparentemente no le interesa fiscalizar de ninguna manera a los clientes de medios que les paran la olla tan bien. Es el colmo que se suelten contenidos tan lesionadores de manera impune, prolongada y sin ningún tipo de cuidado con el público receptor no objetivo. Se supone que las chelas las toman los adultos, entonces uno no debería promocionar a determinada hora infantil comerciales con mensajes burdos e incitadores al consumo y otras bajezas similares asociadas e incluso peores.

No solo promocionan el consumo abierto e indiscriminado del alcohol, que es una droga, la que tiene mayor prevalencia de consumo, la que más se consume en el mundo, la que tiene mayor cantidad de adictos y una de las que más mata; sino que también filtran mensajes subliminales que invitan a la pendejería, la criollada, la infidelidad, la promiscuidad, el machismo, el sexismo, el relajo, la transgresión de las normas y muchas otras cosas negativas. Siguiendo en los colmos de los colmos, no hay ni siquiera la menor preocupación por el horario en que se transmiten estas porquerías.

Sinceramente, me gustaría que se haga lo mismo que se hizo con la publicidad de tabaquerías, que como bien deben saber ustedes, se prohibió en medios audiovisuales hace casi dos años. Por supuesto es complicadísimo que se haga esto con las bebidas alcohólicas, que son curiosamente las que más invierten en publicidad audiovisual y no solo en el Perú, sino en el mundo, y que peor aún, invierten en sponsorear eventos culturales, deportivos y hasta académicos, carajo. Al menos hay que pedirles un poco de consciencia, no es necesario hacer publicidad incitando al machismo, al sexismo, como los paneles de Cristal de la Panamericana Sur, en la que se puede ver a un varón sosteniendo una botella y tres mujeres, cada una con un vaso, con una evidente connotación de que el tío le da a las tres.

Reclamo un poco de atención al particular. Por favor.