martes, marzo 17, 2020

Los 3 tristes tontos y el necesario escepticismo


Trump, Boris Johnson y Bolsonaro.

El 27 de mayo de 1996, algunos meses antes de su fallecimiento, fue conducida la última entrevista a Carl Sagan por el periodista Charlie Rose. En esta inolvidable entrevista, una línea de pensamiento del brillante divulgador científico del siglo XX, fue la siguiente(1):


"No es que la pseudociencia, superstición el "new age" o el fundamentalismo sean cosas nuevas. Han estado con nosotros desde que somos humanos. Pero vivimos en una era basada en la ciencia y la tecnología, con formidables poderes tecnológicos, y si no las entendemos -y por nosotros me refiero al público en general-, que lo ve como "no soy bueno en eso, no se nada sobre ello", ¿entonces quién está tomando todas las decisiones sobre ciencia y tecnología que determinarán en qué tipo de futuro vivirán nuestros hijos? ¿Cuál es el peligro de todo esto? Creo que hay dos peligros al respecto, uno del que ya mencioné: hemos creado una sociedad basada en Ciencia y Tecnología, en la cual nadie sabe nada sobre ciencia y tecnología, y esta mezcla inflamable de ignorancia y poder, tarde o temprano explotará en nuestras caras. Y la segunda razón por la que me preocupa esto es que la ciencia es más que un cuerpo de conocimientos. Es una forma de pensar. Una forma escéptica de interrogar al universo, con pleno entendimiento de la falibilidad humana. Si no somos capaces de hacer preguntas escépticas, de interrogar a aquellos que nos dicen que algo es verdad; ser escépticos de aquellos que tengan autoridad, entonces estamos a merced del próximo charlatán, político o religioso, que aparezca deambulando. Es algo que Thomas Jefferson enfatizó bastante: "No es suficiente exaltar ciertos derechos en una constitución o carta de derechos", dijo. La gente tiene que ser educada y tiene que practicar su escepticismo y educación, de lo contrario no tenemos control sobre el gobierno: el gobierno nos controla a nosotros."


Ayer hicimos un artículo crítico sobre 3 nuevos charlatanes políticos que han aparecido deambulando y que se han hecho con los gobiernos de 3 de los países más importantes del mundo: EEUU, Reino Unido y Brasil. ¿Cómo ha sido posible que estos impresentables políticos, con discursos de odio, de ignorancia supina, profundamente antificientífica, hayan llegado tan lejos? ¿Cómo fue posible que 3 de los 10 gobiernos más importantes del mundo cayeran bajo el dominio de ultraconservadores compatibles con discursos religiosos, pseudocientíficos y fanáticos? Precisamente, creemos que es por lo que el propio Carl Sagan advirtió en su última entrevista de 1996. 

El ser humano ha dejado de educarse en escepticismo, ya no lo practica, y no es capaz de controlar a sus gobiernos, sino que es controlado por ellos. Con el Internet, hemos adquirido un gran poder, que es informarnos al segundo , pero hemos perdido la capacidad de discernir, de filtrar, la pseudociencia de la ciencia, la paja del heno, la evidencia de la opinión sin fundamento. Caemos en discursos facilistas, compartimos fakenews, no cotejamos la información que compartimos y difundimos bulos sin corroborar las fuentes, ni siquiera aprendemos a reconocer cuándo la información que estamos leyendo es verídica. Pero ya la hemos acomodado a nuestras precontemplaciones, a nuestros deseos, a nuestras creencias. 


Cuando Carl Sagan, en su última entrevista, nos habló de esta mezcla inflamable de ignorancia y poder, en referencia a la ciencia y la tecnología, y que tarde o temprano nos explotará en la cara, pues ya lo ha venido haciendo hace tiempo, primero con el tema del cambio climático, y ahora su reacción absurda y anticientífica ante el Coronavirus. 


Ya que en el post anterior hemos visto lo que estos 3 tristes tontos hicieron ante el Coronavirus, ahora repasemos un poco sobre lo que han venido haciendo sobre el cambio climático: 


Trump ha puesto como administrador de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU primero a Scott Pruit, que se vio obligado a renunciar en medio de denuncias, y fue reemplazdo por Andrew Wheeler, ambos, negacionistas del cambio climático como Trump, que han venido quitando fondos a la conservación de especies, desregulando el uso de combustible fósil y desmantelando la política conservacionista de Obama (2). 


Bolsonaro fue cuestionado por su política de conversión de la selva amazónica en zona de producción agrícola para la exportación, y luego severamente cuestionado por su magra intervención en los incendios forestales amazónicos de 2019. El 8 de mayo de 2019 los ocho ex ministros de Medio Ambiente del Brasil acusaron a Bolsonaro de desmantelar la política ambiental de Brasil (3). 


Boris Johnson es exactamente lo opuesto a su padre. Menos conocido, el buen Stanley Johnson es un activista estrella de las protestas por la emergencia climática en Londres, invitado por el grupo Extincion Rebellion en varias oportunidades a manifestarse (4). Mientras tanto, el hijo, hoy primer ministro del Reino Unido, fue tan negacionista del cambio climático que, en plena campaña, se atrevió a faltar a un debate televisivo sobre el cambio climático y fue reemplazado por una imagen de un bloque de hielo (5).


No podemos seguir dejando que estos 3 tristes tontos sigan construyendo la agenda sobre nuestros intereses. No podemos seguir siendo presas de la pseudociencia, la superstición y el engañamuchachos de estos u otros charlatanes envarados. Debemos educarnos en escepticismo, como bien apuntaba el maestro Carl Sagan. 


Y el escepticismo ya lo tenemos ahí. Y el propio Sagan nos lo recordó en esa última entrevista: “La gente lee las cotizaciones de la Bolsa de Valores y las páginas financieras, cuán complejo es eso. La gente puede ver estadísticas deportivas. Fíjate cuánta gente puede hacer eso. Entender la ciencia no es más difícil que eso, no implica grandes actividades intelectuales. Pero, la cuestión sobre la ciencia, primero que todo, es que trata de lo que el universo realmente es, y no de lo que nos hace sentir bien, y muchas de las doctrinas que compiten, van tras lo que nos hace sentir bien y no tras lo que es verdad…”. 


El escepticismo es nuestro aliado. Usémoslo. 
Gran parte de la última entrevista a Carl Sagan está en esta edición del canal de Youtube Inspiration Journey:


El escepticismo es nuestro aliado. Usémoslo.
Para mayor detalle sobre el pensamiento de Carl Sagan sobre el escepticismo, vea
Ud. su artículo: La Carga del Escepticismo (6).  


Fuentes:


  1. Carl Sagan, una forma de pensar. De la cuenta de Youtube “Inspiration Journey”, publicada el 17 de julio de 2014. Recuperada el 17 de marzo de 2020. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=J1cNaFG1VII&t=7s
  2. 52 environmental rules on the way out under Trump. Popovich, Nadja; Albeck-Ripka, Livia. New York Times. Recuperado el 17 de marzo de 2020. Disponible previo pago desde: https://www.nytimes.com/interactive/2017/10/05/climate/trump-environment-rules-reversed.html?mtrref=en.wikipedia.org&gwh=95975FC47C701591661B734EF6748BE9&gwt=pay&assetType=PAYWALL
  3. Ocho ex ministros de brasil acusan a Bolsonaro de desmantelar la política ambiental. Galarraga, Naiara. 9 de mayo de 2019. Recuperado el 17 de marzo de 2020. Disponible en: https://elpais.com/sociedad/2019/05/08/actualidad/1557339923_104919.html
  4. El padre de Boris Johnson, estrella de las protestas por la emergencia climática en Londres. LaSexta.com, del 10 de octubre de 2019. Recuperado el 17 de marzo de 2020. Disponible en: https://www.lasexta.com/noticias/internacional/el-padre-de-boris-johnson-estrella-de-las-protestas-por-la-emergencia-climatica-en-londres-el-capitalismo-causo-el-problema_201910105d9f43870cf25e92b86cd6c5.html
  5. Boris Johnson se niega a hablar de cambio climático. Montesinos, María José. 29 de noviembre 2019, PorElClima.es. Recuperado el 17 de marzo de 2020. Disponible en: https://porelclima.es/equipo/3301-boris-johnson-se-niega-a-hablar-de-cambio-climatico-en-tv-y-lo-sustituyen-por-una-imagen-de-hielo
  6. Sagan, Carl. La Carga del Escepticismo. Recuperado el 17 de marzo de 2020. Disponible en: https://www.um.es/docencia/barzana/FIS/Sagan-Carga-escepticismo.html

lunes, marzo 16, 2020

El coronavirus y el virus de los que creen tener corona

Bolsonaro el domingo 15 de marzo de 2020, en una marcha de protesta, pese a las recomendaciones mundiales de aislamiento social frente al COVID-19. (Fuente: SERGIO LIMA / AFP).

Lamentablemente Bolsonaro(1), Boris Johnson(2)(3) y Trump(4), son líderes de este tiempo febril, de liderazgos basados en el odio a lo diferente, en la ignorancia y la negación de la evidencia. Bolsonaro viene de los evangélicos negacionistas del cambio climático, negacionistas del enfoque de género, negacionistas de la igualdad de derechos, negacionistas de la igualdad de género, negacionistas de la diversidad, negacionistas de los derechos de las minorías, y un largo etcétera.

El día de ayer, 15 de marzo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ignoró una recomendación médica de aislamiento después de haberse sometido a una prueba de coronavirus que resultó negativa. El mandatario de ultraderecha ha salido esta mañana del palacio presidencial para saludar mano a mano a decenas de simpatizantes que participaron en un acto de apoyo a su Gobierno (1). Bolsonaro, que esta semana estuvo bajo sospecha de haber contraído el virus, después de que un ministro de su Gobierno y otros dos integrantes de su comitiva a EEUU resultaron infectados. Los médicos han advertido a Bolsonaro de que era necesario un tiempo de aislamiento pues tiene que someterse a una nueva prueba de descarte de la incubación de dicho mal, pero ha desobedecido todas las recomendaciones médicas que ha dado la OMS y se puso en contacto con 8000 de sus seguidores en Brasilia.

Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido. (Fuente: Reuters).

Hasta el día de ayer, la "estrategia" o "solución" de la que venía hablando Boris Johnson, primer ministro inglés - también líder y promoter del infame Brexit -no era ni una ni otra cosa (2). Básicamente es no hacer nada, ha decidido no tomar cartas en el asunto, y lavarse las manos políticamente, pero no como una estrategia sanitaria para prevenir el coronavirus. Más bien, según lo que indica, quiere asegurar que la economía no se vea afectada para que ella misma pueda ayudarle a elaborar una estrategia recién cuando llegue el verano. Literalmente va a dejar que el coronavirus mate a los más pobres. Con burlona resignación, Boris Johson consideró que es mejor que toda la isla se contagie y se haga inmune, lo que costará un número importante de bajas DE TODAS MANERAS. Además varios científicos británicos han augurado que el sistema sanitario británico no va a resistir tal cantidad de contagiados, y va a colapsar. 

Hoy ha ampliado que aislará a los ancianos, pero mantendrá abiertos los bares y colegios (3).

Pero no es una revisión de su postura: es aislar a la gente menos productiva para que muera.
Está claro que su sistema de valores supedita la salud a la economía, y eso es realmente descabellado.
Su política de hacer exactamente lo opuesto a lo que plantean sus pares de Europa puede conducirlos
al aislamiento europeo en el momento más crítico. Una pena por su gente.


Finalmente, el mundialmente conocido Donald Trump, 45vo presidente de los Estados Unidos de América, ha dicho hoy, 16 de marzo de 2020, en declaraciones a las gobernaturas de los estados de su país, que se consigan ellos mismos sus respiradores, ventiladores y otros equipos (4). Recién, a regañadientes y obligado por la coyuntura de protestas en la que ciudadanos americanos han sido víctimas de cobros de más de 3500 dólares por pruebas de coronavirus, y considerando que EEUU es uno de los países que menos pruebas de coronavirus hace por cada millón de habitantes, ha prometido recién hoy pruebas gratuitas. Esto luego de que ayer, también ignorando todas las recomendaciones internacionales, asistió a un míting de sus simpatizantes republicanos.
Líderes políticos como los mencionados son todos conservadores, negacionistas de los temas antes mencionados. Ellos sons el verdadero 'nuevo orden mundial', pero no el que ellos quieren batallar (el de la ciencia, el respeto al otro y a los derechos de las minorías), ellos son el nuevo orden mundial de la estupidez, de la ignorancia presumida como sapiencia (un severo caso de Dünning Kruger), del supremacismo, la homofobia o el fanatismo, es decir, la inversión de los antivalores como valores.
Estos tristemente célebres líderes están haciendo poco o nada por este tema del coronavirus, retando a la comunidad internacional y haciendo políticas contrarias a las recomendadas por sus pares y por organizaciones científicas. No es gratuito esta actitud demencial. Han ganado sus elecciones o se han beneficiado en ellas por fakenews, y reniegan de la información científica. Les conviene pensar así, o les conviene que sus seguidores "piensen" así, porque así es más fácil controlar sus crédulas y débiles mentes. Ellos son la nueva amenaza de este mundo. Los nuevos neonazis, los nuevos extremistas de derecha, los nuevos ultrareligiosos. Los mortífagos, los falangistas de siglo XXI.
No es más de lo que merecemos, globalmente, por no estimular una educación científica desde la primera infancia, por no apostar por una educación centrada en el desarrollo del pensamiento racional, científico y con base en evidencia. En tiempos de Internet, donde la información llega fácil, aún no sabemos, como sociedad, distinguir el bulo de la noticia real, la opinión del hecho, y la pseudociencia de la ciencia. La información está a un click de distancia, pero el razonamiento, ay, está cada vez más lejos.

Debería ser obligatorio en toda aula que se pase el corto "Pale Blue Dot" (Un pálido punto azul) de Carl Sagan, para que todos los seres humanos prueben un poco de humildad básica desde la ciencia misma, el reconocer que en el universo nuestro diminuto planeta es solo una mota de polvo, y que ningún dios va a venir a salvarnos de nosotros mismos.

Fuentes: 
3. El Confidencial: "El primer ministro británico impondrá finalmente medidas de aislamiento ante la presencia del coronavirus. Eso sí, solo para mayores de 70 años.": https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2020-03-16/reino-unido-covid-19-coronavirus-boris-johnson_2500587/?fbclid=IwAR2JaN9dhPKj_WfsPqEe19XBwCSFVshXDzikSxbeuf-tickVvPIvWXjHhrU


4. New York Times: "Trump a los gobernadores de los estados americanos: "Los respiradores y ventiladores, búsquenselos ustedes mismos".: https://www.nytimes.com/2020/03/16/us/politics/trump-coronavirus-respirators.html

domingo, marzo 08, 2020

Etnografía de una fiesta crepuscular

Comparsa 1789, fiesta Club Central de Trujillo. 7 de marzo de 2020. 

En pleno 2020, declarándose el coronavirus en todo el mundo, Trujillo del Norte del Perú se resiste a la locura pandémica apostando por sus tradiciones elitistas. Como la fiesta carnavalesca del Club Central, en la que tienes que venir disfrazado o con frac y encima pagar una ridículamente elevada entrada solo para codearte con la gentita de la ciudad, que estarán en un cúmulo de disfraces estrafalarios en un esquizofrénico crossover.

Me faltó fuerzas para negarme por enésima vez a mi madre el acompañarla a la tradicional fiesta del club Central. El entusiasmo de mi mamá, acostumbrada a las fiestas de alcurnia trujillana (hace muchos años la presentaron en sociedad en este mismo club, a sus 16 años), le ganó a mis excusas y pudor marxista y caviar. 

Esta es una de esas fiestas cuya entrada es una cachetada a la pobreza, a la austeridad y a la posibilidad de que cualquier hijo de vecino pueda participar. Una de esas fiestas que te recuerda a la canción de Bacilos por eso del camarero vio en mi piel y pierdo valor. Una de esas fiestas que te hacen pensar en por qué hubo reforma agraria. De esas fiestas en las que la entrada del varón cuesta más, o mejor dicho, en la que la entrada de la mujer cuesta menos, como para rivalizar con la fecha próxima del #8m. 

Mis primas me convencieron de venir para estudiar el comportamiento decadente de la esnobería trujillana. No traje cuaderno de campo, pero en mi celular guerrero, lleno de chuzos, y de marca Huawei, cuya pinta asustaría a cualquier tía pretenciosa bienvestida, tengo una aplicación en la que puedo apuntar cada una de mis observaciones. 

El club Central es un coloso otoñal y anquilosado, ambientado en algún tiempo entre la revuelta patriótica y la opulencia guanera. Como cualquier Casona trujillana tiene sus famosos ventanales virreinales, los portones clásicos inmemoriales, y los salones por dentro recuerdan a restaurantes parisinos de los años 50s.

Adicional a esto, la fiesta tiene una temática principal ambientada en "Las Mil y Una Noches", y así está ambientado todo, las paredes y ventanales con flores, los portones con telares o alfombrados persas, los pasillos con telares de colores y el techo lleno de lámparas. Los asistentes, en su mayoría, lucen disfraces de jeques, turbantes con plumas, y las mujeres con vestidos arabescos. Parece una enorme coreografía senior de la película liveaction de Aladino.

Lo primero es elegir a los mejores disfraces. Es un concurso en el que se eligen a los más esforzados artistas y a los más ridículos payasos. Se dividen en categorías: varones, mujeres, parejas, grupos y comparsas. Algunos bailan y demuestran cierta destreza. Otros simplemente participan porque es divertido, y porque pueden. 

Luego entra en comparsa primero la reina de un balneario cercano, el año pasado estuvo la reina de Huanchaco, este año la reina de Las Delicias, seguidas siempre por la Reina del Club Central, que este año viene acompañada de un séquito de odaliscas al compás de una versión instrumental del tema principal de la princesa Jasmine de Aladino. La siguiente pista es de Shakira, de sus primeras épocas cuando reivindicaba su origen oriental. 

Luego, comienza la orquesta, mientras los jurados deliberan los ganadores del concurso de disfraces. Anuncian a los ganadores de disfraces, les entregan sus premios, que básicamente han sido pagados con las entradas carísimas. Sigue la orquesta y al final reparten el aguadito. 

La entrada es ridículamente cara y solo considera una copa de vino, dos fuentes de viandas por mesa, y un plato de aguadito que se reparte hacia el final de la fiesta, a las 3am. Pero se de una fiesta que es peor, a la que nunca he ido ni iré. El Perol. En esa fiesta, todavía más ridícula, se viste únicamente de blanco, cuesta más caro el ingreso y no te dan absolutamente nada más que la mirada de desprecio típica de los apellidos coloniales. 

Me siento extraño en este lugar. Mis familiares están acostumbrados y vienen todos los años. No sé qué tanto gusto sienten por las reinas y reyes. Yo soy antimonárquico y me apestan hasta las reinas de belleza. De hecho sentí casi un placer culposo cuando una de las comparsas, que se llamaba "1789" , representaba a María Antonieta y Luis XIV, tenía una guillotina como pieza central del número, y la pareja real era ajusticiada en el centro de la pista de baile. No se si los demás asistentes ironizaron la escena con el mismo desbordante sarcasmo. Robespierre, Marx y Velasco estaban felices en mi cabeza. 

No se si venga el próximo año o alguna otra vez. Quizás me vuelvan a convencer, con la entrada de por medio, claro.