Curioso. Simple. Dramáticamente fugaz.
Con un sólo botón se puede cambiar el curso de la historia, como lo demostró el Enola Gay en su fatídica misión Hiroshima-Nagasaki del 6 de Agosto de 1945. Con un botón se puede ganar una guerra, erradicar pueblos, miles de personas.
También eliminar recuerdos. También comenzar de nuevo, de cero. En blanco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario