Lo que no es capaz de lograr la política internacional, la ONU, Estados Unidos, en fin, todos los responsables de esta tan conflictiva actualidad, lo pudo hacer el Perú en esta nueva versión del Campeonato Mundial Sub-17. Ver a EEUU jugando un partido con Corea del Norte emociona a propios y extraños, y es que en el fútbol la política, las diferencias económicas, culturales y raciales no interesan, lo único que importa es el coraje, la valentía, la disciplina táctica y el trabajo en equipo. Hoy Corea del Norte, que de lejos fue la gran revelación de esta Copa al eliminar a Italia, jugó un partido electrizante contra Brasil, nada menos. Lo complicó tanto que estuvo a punto de ponerse en ventaja en diversas oportunidades, empatándole con toda justicia 1-1 cerca del final del segundo tiempo. Se requirió una prórroga, en la que los brasileños encontraron 2 oportunidades para liquidar el encuentro. Se rescata aquí la tenacidad, el coraje, la valentía de los norcoreanos. La camiseta verdeamarella no los asustó, jugaron de igual a igual y pudieron, debieron obtener un mejor resultado.
El pueblo peruano aplaudió la garra de este gran equipo asiático, que jugó 4 grandes partidos (cayó en su debut ante EEUU en un apretadísimo 2-3; luego sorprendió con un holgado 3-0 sobre Costa de Marfil; y finalmente le pintó la cara a los azurri 1-1, clasificándose segundo, como escolta de los norteamericanos). Me encantaría seguir hablando de fútbol, pero de hecho este pequeño comentario tiene no tanto que ver con el fútbol en sí, sino con lo que puede lograr. La gente no se da cuenta de lo importante que resulta el fútbol para el mundo. El Fair Play no es otra cosa que el respeto, la solidaridad y el compañerismo, y ha sido una constante en esta copa que, para los desentendidos, disputan jóvenes de 17 años y menores. Estos chiquillos nos han dado un ejemplo de respeto, profesionalismo, disciplina a todos esos malos futbolistas que existen en el Perú, pero no solo a ellos, claro está, sino a todos y cada uno de nosotros.
Les quiero dar una noticia que tal vez les sorprenda, pero que, sinceramente, no hace más que confirmar la máxima tan difundida que el fútbol es el deporte más hermoso que existe. Todos conocemos la historia reciente del pueblo coreano, su abrupta separación, la cercenación de su cosmovisión, su destino, su territorio, allá por los lejanos años 50. Pues bien, la FIFA, máximo organismo del fútbol mundial, ha anunciado que para el 2006, ambas Coreas se unirán en un solo equipo para las divisiones menores, es decir, para las categorías sub-15, sub-17 y sub-20 -la idea de una posible unificación del seleccionado mayor está en conversaciones, mas no se tiene mayor información al respecto-. No cabe duda que el fútbol ha logrado una hazaña que ni la ONU ni las demás organizaciones internacionales, líderes mundiales, potencias, etc, soñaban siquiera como posibilidad. Con esto, señores, no hay vuelta que darle, primicia calentita, le duela a quien le duela, el fútbol es el deporte rey, ¡oh sí!.
El pueblo peruano aplaudió la garra de este gran equipo asiático, que jugó 4 grandes partidos (cayó en su debut ante EEUU en un apretadísimo 2-3; luego sorprendió con un holgado 3-0 sobre Costa de Marfil; y finalmente le pintó la cara a los azurri 1-1, clasificándose segundo, como escolta de los norteamericanos). Me encantaría seguir hablando de fútbol, pero de hecho este pequeño comentario tiene no tanto que ver con el fútbol en sí, sino con lo que puede lograr. La gente no se da cuenta de lo importante que resulta el fútbol para el mundo. El Fair Play no es otra cosa que el respeto, la solidaridad y el compañerismo, y ha sido una constante en esta copa que, para los desentendidos, disputan jóvenes de 17 años y menores. Estos chiquillos nos han dado un ejemplo de respeto, profesionalismo, disciplina a todos esos malos futbolistas que existen en el Perú, pero no solo a ellos, claro está, sino a todos y cada uno de nosotros.
Les quiero dar una noticia que tal vez les sorprenda, pero que, sinceramente, no hace más que confirmar la máxima tan difundida que el fútbol es el deporte más hermoso que existe. Todos conocemos la historia reciente del pueblo coreano, su abrupta separación, la cercenación de su cosmovisión, su destino, su territorio, allá por los lejanos años 50. Pues bien, la FIFA, máximo organismo del fútbol mundial, ha anunciado que para el 2006, ambas Coreas se unirán en un solo equipo para las divisiones menores, es decir, para las categorías sub-15, sub-17 y sub-20 -la idea de una posible unificación del seleccionado mayor está en conversaciones, mas no se tiene mayor información al respecto-. No cabe duda que el fútbol ha logrado una hazaña que ni la ONU ni las demás organizaciones internacionales, líderes mundiales, potencias, etc, soñaban siquiera como posibilidad. Con esto, señores, no hay vuelta que darle, primicia calentita, le duela a quien le duela, el fútbol es el deporte rey, ¡oh sí!.
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