Mi padre me mandó corregir un artículo que piensa publicar, que ha titulado Las Universidades y el Parlamento. Luego de leerlo un par de veces y corregir pequeños errores ortográficos y de redacción, le comenté que no había nada más que corregir, tal vez aumentar, sí, algunas ideas.
El artículo abogaba por la participación de las universidades tanto como el parlamento en la construcción de teorías, técnicas políticas, sociales y económicas PROPIAS para el desarrollo del país. No se quedaba ahí, claro está.
El artículo abogaba por la participación de las universidades tanto como el parlamento en la construcción de teorías, técnicas políticas, sociales y económicas PROPIAS para el desarrollo del país. No se quedaba ahí, claro está.
Indoamérica. Haya de la Torre, el APRA y la Bandera de Indoamérica: Propuesta de Unidad Continental.
Me quiero remontar a los años 30, en los que el discurso político izquierdista era enemigo de la instrucción superior, básicamente por el carácter elitista de las universidades y de los ambientes académicos de ese entonces. Un entusiasta y joven Haya de la Torre se enfrentó a la propia izquierda por ese iconoclastismo anti-universitario, que calificó como un recurso de intelectuales anarquistas o de políticos de arribada. Haya creía, ciertamente, que la política no puede desentenderse de la universidad, sino todo lo contrario, es precisamente en ella, en la universidad, donde se construyen todas esas técnicas propias económicas, políticas y administrativas, a través de ese ideal crítico, escéptico y ecléctico, que no permite tragarse discursos de buenas a primeras, copiar teorías o modelos, sino reformularlos, replantearlos, adaptarlos, tomando en cuenta el contexto en el que vivimos, la idea del espacio-tiempo histórico. Esta fue mi contribución al artículo, la idea de que las universidades son el centro de creación de estas técnicas propias, el lugar central de construcción de una interpretación objetiva, científica de nuestra realidad social.
En A dónde va Indoamérica, Haya esboza una advertencia: "Hombres o partidos sin una concepción clara y realista de nuestros problemas y sin métodos científicos de gobierno, sólo engendrarán nuevas tiranías". Posteriormente diría: "Y la peor tiranía que pueda desatarse sobre un pueblo es la que se apoya en la ignorancia".
En A dónde va Indoamérica, Haya esboza una advertencia: "Hombres o partidos sin una concepción clara y realista de nuestros problemas y sin métodos científicos de gobierno, sólo engendrarán nuevas tiranías". Posteriormente diría: "Y la peor tiranía que pueda desatarse sobre un pueblo es la que se apoya en la ignorancia".
Consecuentemente, queda un tanto más despejada y clara la idea de que es en el ambiente académico en donde se cocinan los métodos, ideologías y mecanismos de gobierno administrativos, políticos y económicos que tomarán la posta en los años venideros, y con ello, encaminarán para bien o para mal, las riendas de nuestra historia.
Ahora bien, saltando un poco del tema antes tratado, quiero quedarme con dos características, que considero importantísimas para esa mentalidad crítica del joven universitario de hoy en día. La primera, el escepticismo. Pero cuidado, no es un escepticismo radical, que pecaría de desconfiado, sino el escepticismo científico que nos permite tener ese ojo crítico que nos vuelve inmunes a discursos politiqueros que nos quieren jalar por el sentimiento y no por argumentos sólidos, a ese ojo crítico que nos da la posibilidad de comparar, experimentar y crear nuevas ideas, hipótesis y teorías, a ese ojo crítico que nos acerca a lo objetivo y nos da una vacuna, una inmunidad a lo subjetivo, al fundamentalismo, ya sea ideológico, teológico, etc. La segunda, el eclecticismo, ese afán por ver cada cosa parte de un todo e interesarse por saber, conocer ese todo, ese afán por no quedarse con una sola perspectiva, sino analizar cada postura desde distintas ópticas, desde distintos ángulos.
La integración, la globalización nos lo exige. Perfecto, cada vez tenemos más especialidades, pero tenemos necesariamente que perennizar en nosotros esa idea de mente abierta, crítica, que distribuye las áreas del saber y que las ramifica cada vez más, pero no descalifica a ninguna, sino que las toma tanto o más en cuenta que la propia. Un estudiante universitario contemporáneo, por tanto, en base a estas características, estaría capacitado, o al menos dotado (siempre depende de la voluntad, de la tenacidad y perseverancia del individuo), está formado para participar en la creación de estas técnicas políticas, sociales y administrativas PROPIAS, que delimitarán el futuro de su nación.
Ahora bien, saltando un poco del tema antes tratado, quiero quedarme con dos características, que considero importantísimas para esa mentalidad crítica del joven universitario de hoy en día. La primera, el escepticismo. Pero cuidado, no es un escepticismo radical, que pecaría de desconfiado, sino el escepticismo científico que nos permite tener ese ojo crítico que nos vuelve inmunes a discursos politiqueros que nos quieren jalar por el sentimiento y no por argumentos sólidos, a ese ojo crítico que nos da la posibilidad de comparar, experimentar y crear nuevas ideas, hipótesis y teorías, a ese ojo crítico que nos acerca a lo objetivo y nos da una vacuna, una inmunidad a lo subjetivo, al fundamentalismo, ya sea ideológico, teológico, etc. La segunda, el eclecticismo, ese afán por ver cada cosa parte de un todo e interesarse por saber, conocer ese todo, ese afán por no quedarse con una sola perspectiva, sino analizar cada postura desde distintas ópticas, desde distintos ángulos.
La integración, la globalización nos lo exige. Perfecto, cada vez tenemos más especialidades, pero tenemos necesariamente que perennizar en nosotros esa idea de mente abierta, crítica, que distribuye las áreas del saber y que las ramifica cada vez más, pero no descalifica a ninguna, sino que las toma tanto o más en cuenta que la propia. Un estudiante universitario contemporáneo, por tanto, en base a estas características, estaría capacitado, o al menos dotado (siempre depende de la voluntad, de la tenacidad y perseverancia del individuo), está formado para participar en la creación de estas técnicas políticas, sociales y administrativas PROPIAS, que delimitarán el futuro de su nación.
1 comentario:
Thanks, Rod. Sorry for the inconvinience of reading it in spanish. (I won't write in english, though)
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