jueves, diciembre 29, 2005

My december

27 de diciembre, 2005... retomado después, guardado en la memoria

En la mañana terminé un libro fabuloso, que debí haber leido antes, o mejor dicho, que debí descubrir antes, como tantas veces descubrí demasiado tarde en este año. No solo la historia y la trama reflejaron mi propia historia, sino que aromatizaron mi lamento.

Hoy comprobé que las casualidades son lo único seguro en el mundo. Escapar de ellas es imposible. Parece que no solo el destino existe, sino que estamos atados a él con la misma ominosa cadena a la que estuvo sometida nuestro pueblo en los amargos años de coloniaje, otrora físico, ahora mental.


29 de Diciembre, 2005... alrededor de las 10pm

José Manuel comprobó ayer que las casualidades son definitorias en la vida. Demasiado tarde advirtió que las coincidencias hay que aprovecharlas, puesto que el dejar que pasen las cosas por su propio peso es una necedad, una cobardía, una pasividad convenida.

Todos tienen sus famosos 5 minutos. A veces estos son, en efecto, 5 minutos textuales, mas otras veces se traslucen en estados de ánimo anquilosados, adheridos. La cobardía, la inmadurez, el miedo, se vuelven, entonces, particularmente fuertes, y actúas de una manera increíblemente estúpida.

30 de diciembre, 2005... alrededor de las 9:30pm

Se acaba el año y uno empieza a revisar todo lo hecho, todo lo vivido, todo lo acontecido. Y sería muy provechoso y muy sencillo, gratificante y constructivo, si no fuera porque solo un nombre nos destruye el alma de principio a fin, a lo largo del mismo; sino fuera porque ese nombre fue la miel pero también la hiel, el cielo y el infierno, el paraíso y el purgatorio; sino fuera porque no me importa nada más, ni el año nuevo, ni el que se va, ni lo que viene.

miércoles, diciembre 21, 2005

Escape intempestivo: Navidad en Huanchaco

Ayer en la noche me di con la sorpresa de que mi madre ya tenía planeado pasar la navidad en Huanchaco con la familia y ni siquiera me había avisado -o yo no le hice caso cuando me lo dijo, que sería más probable-. No es que le tema a los viajes intempestivos, pero ciertamente, uno se sorprende -algunas veces más que otras, depende del estado de ánimo, supongo-, de estos. A veces tu cuerpo no se ha preparado para viajar, es lo que me pasó al racionalizar recién hoy día que viajaba, y entonces, sientes una sensación rara, difícil de explicar. De todas maneras, un viaje, por corto que sea, nunca cae mal.

Huanchaco. Tantos recuerdos, tantos momentos. Huanchaco es más que el balneario al que acudimos todos los años, es más que el olor a totora, mar y arena húmeda en el espectacular sunset de las 6 de la tarde.

Las navidades en provincia, particularmente en Trujillo, tienen un sabor especial, y no solo por los quincones -corríjanme si me equivoco, ¿cómo se escribe bien eso?-, el shámbar, la salsita que acompaña al pavo de la cocinera Alfonsina -que tengo el placer de conocer, la cocinera de mi tía Esperanza-, un sanguchito de pollo en la San Agustín, un cevichito en El Caribe de Huanchaco, etc., sino por el ambiente cálido, la familia extendida reunida, la velocidad distinta de una sociedad que avanza más despacio, y como dicen algunos de Trujillo, se mantiene obnubilante en el pasado.

Quiero, entonces, decir que estaré de licencia en el blog por espacio de al menos una semana, semana en la cuál estaré por aquellas latitudes. Coincideré, nuevamente, con la bajada de la Virgen del Socorro a Huanchaco, el 24 de diciembre de este 2005 -cada cinco años se repite esta procesión, y aquesta Virgen recorre muchos de los pueblos de La Libertad, costumbre que se mantiene desde el siglo XVII-.

Me despido, pues, de todos. Debo hacer mi maleta. El tiempo apremia.


Astrología y Religión: La Arbitrariedad del 25 de diciembre

Navidad. En este breve ensayo no queremos ir en contra de la religión, ojo, sino, simplemente, demostrar por qué las fechas no son tan importantes. Haremos una breve explicación sobre cómo así se erigió el 25 de diciembre el día en que se conmemora el onomástico de Jesús Cristo. Foto tomada de: http://www.churchforum.org/images/ARC_Navidad2_chica.jpg

La astrología y la religión están íntimamente ligadas, aún ahora.

En los albores de nuestro despertar sapiens, el hombre pudo señalar al cielo y especular. Se cree que Stonehenge fue un observatorio. Muchos otros edificios, colosos y bastiones arcaicos fueron pensados para la astrología y la interpretación. Los egipcios idearon un sistema que les permitía predecir el desborde del Nilo; los babilonios fueron más allá, ideando las primeras constelaciones -agrupaciones forzosas y arbitrarias de estrellas-. En esos tiempos -entre 6,000 y 5,000 años antes de Cristo- determinaron el zodiaco*, las estaciones por donde pasaba el sol en su órbita a la Tierra -sí, apostaban porque la Tierra era el centro del universo-. Estos desfasados y vetustos estudios han sido tomados por los astrólogos modernos, quienes juran que el zodiaco es "real".
* El zodiaco es una especie de franja en el pizarrón celeste por donde "pasa" el sol a través del año. En realidad, la que pasa es la tierra.

Para empezar, no existe evidencia empírica que permita asociar la clarividencia, la premonición, con los astros y el calendario astral -por eso la astrología ni siquiera es considerada pseudociencia con respecto a la astronomía; es decir, como la alquimia frente a la química-. Este calendario astral está desfasado, además, más de 6,000 años, porque los apuntes babilónicos datan de esas fechas, y sabemos que, por la precesión del eje de la Tierra, cada 20,000 años, se repiten, con variaciones pequeñas durante ese lapso. Con esto, cada signo zodiacal -suponiendo que esto fuera real- está corrido aproximadamente 15 días -habiendo pasado, como dijimos, aproximadamente 6,000 años desde los apuntes babilónicos-, y, siguiendo los postulados de los que se basan estos arcanos modernos, se han olvidado de Ofiuco, el décimo tercer signo, que en realidad está ubicado entre Escorpio y Sagitario. Además de eso, los babilonios fueron capaces de descubrir los solsticios y equinoccios del Hemisferio Norte* -lugar donde ellos habitaban-, identificando el 25 de junio como el solsticio de verano y el 25 de diciembre como solsticio de invierno.
* Por hemisferios, los solsticios y equinoccios son exactamente opuestos. Si para el Hemisferio Norte (HN), el solsticio de invierno es el 25 de diciembre, para el Hemisferio Sur (HS) es el solsticio de verano -y viceversa-. Asímismo, si para el HN el equinoccio de primavera es el 25 de marzo, para el HS será el 25 de setiembre.

Hay que recordar, nuevamente, que los babilonios hicieron estos estudios hace más de 6,000 años, y que, por tanto, por la precesión del eje de la tierra -que no se detiene-, estas fechas han cambiado. Por ello, tenemos en el HN, el solsticio de invierno el 21 de diciembre, y el solsticio de verano el 21 de junio, así como el equinoccio de primavera el 21 de marzo y el equinoccio de otoño el 21 de setiembre. Y en el HS, el que nos interesa, porque es donde radicamos, el solsticio de invierno es el 21 de junio -oh, curioso, Inti Raymi*-, y el de verano el 21 de diciembre, mientras que el equinoccio de otoño es el 21 de marzo y el de primavera el 21 de setiembre.
* La astrología está presente en todas las culturas. Los Incas también fueron grandes astrólogos, identificando el día de más calor del año en sus costas, el 21 de junio, conmemorándolo como el día del Dios Sol, el Inti Raymi. Mantengamos esta idea para lo que sigue.

La iglesia católica, necesitada de conmemorar el nacimiento de Jesús con una fecha significativa, no tuvo más brillante idea que atribuir el 25 de diciembre -el solsticio de verano del HN babilónico- a tal fin, no solo confirmando su vinculación animista, pseudocientífica, sino totalmente errada. Por todo lo dicho, si nos basamos en el precepto que ellos utilizaron para elegir la mejor fecha para conmemorar a Jesús, tendríamos que replantearla, por su desface en el tiempo. Tendríamos también, que tener en cuenta que, dado el criterio utilizado, tendrían que haber dos navidades, una para cada hemisferio. Consecuentemente, tendríamos que celebrar navidad el 21 de diciembre en el HN, y el 21 de junio en el Sur, el mismo día del Inti Raymi en nuestro país. Esto demuestra que aún hoy en día, las religiones siguen vinculadas a la astrología. Particularmente en el cristianismo, dado que el nacimiento de la persona más importante de esta doctrina ha sido determinado en base a preceptos arcanos arcaicos.

¿A que voy con todo esto? A la misma idea del post anterior. Lo importante no es la fecha, muchachos, sino el trasfondo. La fecha asignada al nacimiento de Jesús es tan arbitraria como la secuencia sonora ['ga·to] en el español y el animal doméstico felino de nombre científico felis catus. Lo que debe prevalecer es el mensaje: la necesidad de un tiempo en familia, para replantear ciertas cosas, perdonar, compartir, actualizarse mutuamente. Muchas veces el estrés, el trabajo, el árduo trajín van minando las relaciones interpersonales con nuestros allegados más significativos y consanguíneos. Tenemos una fecha cultural importante para aprovecharla en familia y reafianzar estos lazos.

Saludos a todos los chemalectores.

martes, diciembre 20, 2005

Sobre parafernalia navideña, incongruencias climatológico-culturales y trasfondos esenciales

'Fiesta del Árbol'. Cuando los chinos llegaron a nuestras costas, adoptaron rápidamente la navidad como propia, atribuyéndole este nombre. ¿Cuestión parafernálica?

La navidad es un tiempo, como dice el comercial ese que está de moda -el de los niños en situaciones adultas-, El Tiempo para volverse niño otra vez y olvidar rencillas, retomar caminos, perdonar, agradecer, conciliar, etc. Nuestro niño interno aflora y se confunde con la parafernalia, el chocolate, el panetón y un desubicado viejo gordo y barbón. La familia extendida, en muchos casos, se reune, y aparecen las odiosas tías con tufo naftalinoso que se prenden de tus cachetes, como si no fueran conscientes de tu incipiente barba, como si no se hubieran percatado de que ya no tienes 8 años.

Mesa navideña. Adornos, velas, manteles. La fiesta se vive desde antes, en algunos casos a fines de Noviembre.

No hace falta recordar que el árbol navideño viene de la tradición nórdica, y se entiende que un Papá Noel abrigado y de rasgos arios solo puede provenir del hemisferio norte, y morirse de calor en nuestras costas, sudando su prominente barriga. Y nosotros, tomando chocolate caliente en pleno verano. No intento quejarme de la tan acostumbrada falta de originalidad sudaca, ni tampoco de esa actitud profundamente pasiva con respecto a lo que viene de fuera, como si fuera la panacea para todo mal y lo más resaltante, atrayente, vanguardista, digno de copiar sin chistar; no, mi hígado no quiere molestarse en estas fechas, así que dejaré la confrontación y la crítica -por el momento, solo por el momento-. No intento quejarme de eso, ¿quién no ama el chocolate y el panetón? Quiero sí, advertir, empero, que no hay que caer tanto en la forma, sin descuidar el fondo -error tan común en nuestros tiempos-. Estas fiestas son para pasarlas en familia, sí, pero cuidado, son veinte mil veces mejores unas fiestas en el calor del hogar -y no porque se esté en verano o se requiera chimenea, precisamente, sino por el calor humano, la familia, sea nuclear o extendida- que la ostentación parafernálica, la compra masiva de regalos, etc.

Nacimiento. Ni siquiera la parte religiosa se salva de la parafernalia -más bien podríamos preguntarnos, ¿cuándo se han separado?-. El nacimiento es también una muestra concreta de este ambiente animista, pseudoreligioso y sumamente parafernálico.

La navidad y el año nuevo, fuera de las celebraciones báquicas, exige por lo menos, una pizca de tiempo de reflexión. La navidad para la familia, el año nuevo para uno. La navidad para acentuar los valores familiares, el compartir, el fomentar la empatía, la calidez, la comunión, y el año nuevo para elaborarse nuevos planes, metas, proyectos para el año que se avecina.
No se trata pues, tanto de papanoeles, mamanuelas -pufff... qué horrible sonó eso-, nacimientos y adornos. Tampoco se trata de religión. La navidad, por lo menos en nuestro país, escapa diferencias religiosas, por la misma tradición católica de erigirse sobre la religiosidad popular y milenaria, confundirla. Yo, como agnóstico, considero importante la fecha porque la siento un símbolo familiar, de comprensión -y compresión, en el sentido de unión de la misma-, de amistad, de afiliación. Por lo que, más allá de nuestras distinciones de todo tipo, el mensaje es uno solo: compartir, reflexionar, cultivar las relaciones con nuestros allegados.

Incongruencias. Árboles y Papá Noeles no se salvan del juicio crítico de Chema. Acaso muestras concretas de esa pasividad, idealización europeístico-americana, un todavía vigente coloniaje mental y cultural, el 'culto' a estas imágenes nos alejan de nuestra propia realidad, volviendo tradiciones propias aquellas que no lo fueron, y no guardan ninguna relación con nosotros -ni siquiera climática, geográfica o cultural. Fenómeno similar vemos en Halloween, y su preferencia en desmedro del patriotísimo y peruanísimo Día de la Canción Criolla.

Eso sí, mi espíritu no dejará jamás de quejarse de ciertas incongruencias, como el chocolate en la semana más calurosa del año y el Papá Noel ario, gordo y abrigado -no solo es incongruente el que esté tan abrigado, denotando su procedencia eurasiática, sino también su color y su barriga, en un país tan pobre como el nuestro. Está bien, exagero, el punto es que, por lo menos, podrían cambiarle la vestimenta, ¿no? Algo más ligero, un papanoel en trusa no estaría nada mal, una bodyboard bajo el brazo tampoco. En vez de tanto chocolate (y no es que no me guste, sino solo por la inconsistencia), mejor algo de chicha, y en vez de un pavo (aceptémoslo, no todos podemos llevar un pavo a casa), tal vez sea mejor un sanguchito de pavo con su camote, su canchita serrana y su vaso de chicha. Que rico.-.

¿Nos rendimos a esta exógena tradición? La disyuntiva se mantiene. He perdido nuevamente la batalla con mi madre. Minimalista y mentalmente cosmopolita, culturalmente abierto y demócrata, no me veo haciendo adornos de este tipo en estas fiestas en un futuro -ni cercano ni lejano-, mas si reflexionando.

He compartido con ustedes -con mucho gusto-, en una serie de imágenes, como se vive el ambiente navideño en mi casita. ¿Y en las suyas, cómo es? -incluso los colores del post, de manera planificada, han sido lo más parafernálicos posible, jeje, disculpen si es muy cargado a la vista.-

Muy felices fiestas a todos.

lunes, diciembre 19, 2005

Cassettes Malditos

Cinta velada. Lamentablemente, la grabadora dobló, confundió y veló la cinta, silenciando mis piezas. ¡Qué pena!

A pesar de tener una gran afición por la música e invertir, intermitentemente, algunas horas de la semana al piano o a la guitarra, no soy mucho de grabar mis piezas.
Ayer recibí la visita de mi ex chofer, quien sigue trabajando para mi padre, solo que ya no lo veo como antaño. Conversamos de muchas cosas, actualizamos nuestras vidas -somos muy cercanos-, me dio ciertos consejos que sonaron bien.

Intenté hacerle escuchar algunas piezas que compuse -puesto que como todo aquel que compone, transmito en mis trabajos mis vivencias, altibajos, peripecias, etc.- y grabé en un cassette, con tan mala suerte que este se atascó en la grabadora -la calidad de la grabadora es mejor que la de mi radio, seguramente porque mi radio es de mala calidad :P-, y con ello perdí las grabaciones susodichas. 'Cachito' me estuvo ayudando a colocar la cinta de nuevo, pero fue inútil, se borró.

Escritorio. No solo leo en mi escritorio, como se ve. De hecho, no suelo leer mucho ahí.

Consecuentemente, hoy estuve grabando de nuevo. No muy satisfecho con mi performance, supongo que mañana continuaré, y así hasta que quede satisfecho con las piezas. Se acerca navidad y es tiempo de ensayar algo nuevo para el pequeño y tradicional evento que año a año le brindo a mi familia nuclear -algo muy sencillo :$-.

viernes, diciembre 16, 2005

Frikitest

Actualizado por última vez el 16 de agosto del 2005, el frikitest, al que tuve acceso luego de visitar el blog de El Morsa -mucho gusto- no es un simple test para quemar el rato. Son 10 o 15 minutos de un entretenimiento sano, en el que no haces más que burlarte de ti mismo por cada check que, en un arrebato de sinceridad -sin roches-, clickeas, confirmas, revelas cada frikeada tuya. No hay mejor humor que el burlarse de uno mismo, aceptarse tal como es, con una sonrisa. El test consulta tus más sórdidos, mórbidos y vergonzosos secretos :D.

El link es el siguiente, diviértanse: http://club.telepolis.com/docz/frikitest.htm


¿Mis resultados? 10.86%, en la primera escala, "tendencias frikis". A ver cómo les va, jajajaja.

miércoles, diciembre 14, 2005

Palabras mágicas

Es tan conocido y practicado en nuestro mundo occidental el evitamiento, el ocultamiento, el mutismo, en la discapacidad, en las enfermedades, en la muerte. Se ve en todos los ámbitos de nuestra vida, y por supuesto, como no podía ser de otra manera, en el amor -evidentemente, en su contraparte, la decepción amorosa-.

En esa necesidad inconsciente de afiliatividad, en ese narcicismo asolapado, se manifiesta, por ejemplo, esa búsqueda pasiva, esa espera de que sea la otra persona la que dé el primer paso, o mejor dicho, el siguiente paso. Se mira al otro antes de avanzar, actúas en base al movimiento que hace el otro, como si tu corazón estuviese delimitado por las pulsiones de ese organismo ajeno, y no por el tuyo mismo. Esa espera, que podríamos entender como consciencia, atención, alerta, en realidad se vuelve tan sesgada que es cerrarse -es una bifurcación de la atención, en realidad, una parcialización-, y en ese sentido, ni nos damos cuenta que el otro ha avanzado kilómetros de kilómetros - ¿les parece cómico? más de uno debe haber sonreido con esta ironía, sí, claro, pero también háganle caso a ese piquete que sintieron en el pecho-. Hacemos daño, muchísimo daño, causamos varias noches sin dormir, miles de lágrimas, quizás uno que otro examen mal dado, quizás un ciclo entero perdido, eso ya depende de la profundidad del sentimiento -el hecho es que le inferimos daño a esa persona, e imbéciles, cretinos, zombies, no nos damos cuenta-. Causamos dolor justo a la persona que más queremos, qué patética trampa del destino, paradoja morbosa.

Sin embargo, nuestra necedad no queda ahí. Incluso nos damos cuenta, tarde, tardísimo, cuando la otra persona colgó ya el segundo par de zapatos de tanto dar sutiles primeros (o siguientes) pasos -exagero, evidentemente-, de que queríamos, de que amábamos, de que necesitábamos. ¿Es una autocrítica? Sino no la estaría escribiendo. Más de uno se sentirá identificado, es un problema que no pocos solemos tener, por desgracia.

En este juego dicotómico amor-odio, en esta lucha heraclítea, todos ganan y todos pierden. Aunque al final, las ganancias siempre son más. ¿Así hay que verlo? -¡de dónde sacó optimismo este cojudo!, obvio que es una careta, la misma careta que nos hace responder con un parsimonioso "Bien" luego del "Hola, ¿cómo estás?" del amigo que no te ve hace tiempo porque andas "metido en tus cosas", te "perdiste", eres "un chancón de mierda", ya "no paras con la gente", etc., y en realidad te estás muriendo por dentro... eso es tan profundo como decir "Vive la vida y no dejes que la vida te viva", recurrir a tu madre y su sabia frase "sal, diviértete, conoce otras chicas".- ¡Pamplinas! -con el dejo menos echpañol posible-. Las caretas actúan en realidad como paliativos, como morfina, podrá quitarnos el dolor un momento, pero el no arrostrar el problema te llevará de lleno al suelo -siempre de concreto- de la realidad. En cristiano: la ves y te mueres, más todavía si te saluda con la mano levantada, como si fueras un conocido de la clase de hace un par de ciclos.

¿Qué hacer?, la pregunta del millón. Amas, eres capaz de hacerlo todo por la otra persona, y sin embargo te mueres de miedo de acercarte; cuando ella pasa cerca a ti la ráfaga emocional que se experimenta no te deja sonreír cuando te saluda-que podría interpretarse como otra careta, dado que no se comunica el sentir-, sino más bien solo denota una expresión de sorpresa, caracterizada por unos ojos evitativos, un caminar apresurado, entre otras cosas. Ah, y la torpeza, por favor, cómo olvidarnos de ella. La torpeza, la mejor amiga, la más fiel, la que nunca te abandona cuando la ves, o mejor dicho, la que aparece siempre cuando está ella ahí -le tiene celos, quiere quedarse con nosotros-.

¿Qué hacer cuando, merced a que se es consciente del daño producido en la otra persona, sientes la imperiosa necesidad de decirle esas palabras mágicas -dos combinaciones de dos palabras distintas, y no son "por favor", ¡por dios, si es que existe!-? ¿Qué hacer cuando todos tus amigos te dicen que necesitas desahogarte con alguien -y oh sorpresa, has hablado sobre esto hasta con los últimos 20 taxistas que tomaste-? ¿Escribir un post y hablar sobre el tema? -¿sorprendente, no?-, ¿rezarle al padre Urrutia u otro santo milagroso que solo tu madre conozca, envalentonarte y arriesgarte a repetir el plato de los "déjame en paz", "me llegas al pincho", "vete a la mierda"? ¿por qué el olvidarse de todo es la respuesta más votada en las estadísticas del sentido común?

¿Es sano enfrentarte a esa ráfaga emocional cada vez que te encuentres con esa persona, nuevamente? Una amiga me decía que el problema "es tuyo, ella ya lo superó". Sí pues, es cierto. El problema es de uno, por supuesto, nadie lo niega. Pero no te quieres quedar en nada, y no por querer algo en recompensa, necesariamente, sino -también, y claro, o sea, es evidente que si se ama se quiere estar con esa persona- por de alguna manera retribuir, de esta o de otra forma, todas esas lágrimas, todas esas cicatrices o costras, heridas o marcas, que inconscientemente fueron producto de tu estúpida inmadurez, tu self-centerismo, tu pensamiento egocéntrico característico del adolescente inmortal y profundamente imberbe que todavía no ha trabajado, tiene una vaga idea de su futuro y es desaliñado, descuidado y desordenado, y que sigue saliéndose a empeyones cada que puede, dejándote en ridículo.

¿Ayudará decir esas palabras mágicas? El punto es no tener que recurrir a un post para decirlas, ni al teléfono, ni al messenger, ni a nada que se le parezca, no tener que recurrir a ningún instrumento derivado de esta deshumanizada tecnología en servicio de la sociedad impersonal a la que pertenecemos. El truco es llegar a poder hacerlo, vencer el miedo, las barreras del orgullo propio, del orgullo de la otra persona.
El TE AMO y el MUCHAS GRACIAS.
El "te amo" es ser honesto, y el "muchas gracias" no hace otra cosa que justamente eso, el agradecer la experiencia vivida con la otra persona, dado que ha sido significativa -y no es un as bajo la manga, ni tampoco un paliativo que ayuda a pasar el trago amargo de la re-re-decepción, sino la consciencia plena del crecimiento que se tuvo producto de la inserción, repentina o progresiva, pero truncada, de esa persona especial en tu vida-.

El sufrimiento está ahí, siempre va a estar, es tan real como la vida misma. El evitarlo no nos lleva a nada, solo a la falsa creencia de que no está allí; y de ahí, el enfrentamiento es más difícil, y, consecuentemente, o mejor dicho, inconsecuentemente, prolongamos innecesariamente este sufrimiento del sufrimiento -cómo ayuda el ideal budista del enfrentamiento del sufrimiento aquí-. Es como ser consciente de que moriremos algún día y pretender aguantar esa disonancia cognitiva hasta el final, hasta cuando toque... ¡mal! ¿acaso quieren morirse infelices, desesperados, estresados? Macquiavelo postuló que el fin justifica los medios, pero no sé a quién se le ocurrió que estos medios son tan importantes que nos cierran la vista al mismísimo fin.

Poniéndonos, nuevamente, en nuestros zapatos, hay que comprender que es difícil este arrostre, esta afrenta. Sobre todo si esa otra persona ha tenido una influencia determinante en la consecución de tu "nuevo yo" -me refiero a que te ha ayudado tanto, consciente o inconscientemente (se supone que los ángeles de luz transmiten la misma sin darse cuenta), que se puede hablar de un ANTES y un DESPUÉS de ella en tu vida-. Sobre todo si fue el móbil que te hacía levantarte cada día con un salto de la cama, dispuesto a vivir. Sobre todo si consideras que esa persona es tan maravillosa, y te cayó tan casualmente -mismo mojón de paloma, odiosas comparaciones de José Manuel-, que nunca tendrás la suerte de que se repita -¿quién ha ganado La Tinka dos veces?-, y te cayó casualmente porque de merecido nada que ver-disculpen por abusar del coloquialismo-. Mil más 'sobre todos' habrían por aglutinar, la idea ya está clarísima.

El amor también se manifiesta deseando lo mejor para la otra persona, muy a pesar de que esto no nos convenga, prescindiendo de si esto nos convenga o no, mejor dicho; y bajo esa premisa, el augurarle un mejor futuro -contigo no, para ser más específico- no es un simple cliché de despechado. En ese sentido, habría que reevaluarse el hecho de ir a decirle estas palabras mágicas. Supongo que el pasar del tiempo, que disipe un poco los humores, permitirá que sea más factible la incursión de las mismas. Ya las saben, úsenlas.

Y, pues, a aprender, que nadie nace sabiendo. Aprender que dar un poco más no está nunca mal, pese a que siempre te digan "no te enamores, es peor". Aprender a prescindir del orgullo, a hablar con el cerebro emocional, con el corazón racional. El aprovechar cada momento -cada abrazo, cada beso, cada silencio caluroso -en compañía de la persona-, cada mirada-, no porque se sienta la inseguridad de que pueda ser el último, sino por ser consciente, consecuente, coherente con el sentimiento mismo. Demos, pues, más, esperemos menos. Que de ahí, el corregir errores nos avejenta más rápido, más física que madurativamente -¡recórcholis!-.

Se podrían decir 80 cosas más, de hecho, si tuviera la motivación haría un libro al respecto -no es mi estilo-. Mejor corto y conciso que largo y con otras intenciones solapadas.
Léase, atiéndase e interiorícese.

Referencias cognitivo-musicales:
José Feliciano - Por qué te tengo que olvidar (la que se identifica con nosotros)
Alberto Plaza - Ahora (la que se identifica con la otra persona)
Laura Pausini - uff, todas... especialmente Quiero decirte que te amo, Volveré junto a ti, Cuando se ama, ¿no dije todas?
Hoobastank - The Reason (el punk no solo son pelos erizados, pogos y piercings)
Willy Noriega - Corazón Mío (en verdad, la salsa no es tan huachafa cuando es lenta, y cuando la letra tiene sentido)

domingo, diciembre 11, 2005

Last Breath of Love

Escucho tu voz, susurro tu nombre, extraño el calor en nuestros rincones.
No puedo fingir, si tú no estás aquí, junto a mí, no soy feliz.
Confieso mi amor, ya no soy el mismo. Te quiero olvidar, y no lo consigo.
Te recuerdo más, que hace un año atrás. Y siempre tú, mi mundo tú.

Y pienso en ti, mi fórmula de amor,
y pienso en ti, sin ver la solución...
¿por qué te tengo que olvidar?
¿por qué te tengo que olvidar?
si yo te amo, si yo te amo....



¿el amor no es acaso, también, recordar cada segundo?
¿estupidez tras estupidez cometida?
¿cada beso, cada corazonada, cada cruzar de ojos?
¿cada sonrisa, cada caricia, cada silencio caluroso?

¿el amor no es acaso implosionar al ahora verte,
un crujir en el pecho, una ráfaga helada,
un temblor de manos, un sollozar interno,
cada vez que pasas sin voltear a verme?

¿el amor no es acaso, también, divagar en la noche,
en el día, en el tiempo? ¿no es acaso pensar en ti a cada momento?
¿no es hablar de ti con los amigos, con los conocidos,
no es necesitar saber de ti a pesar de tus olvidos?

¿no es acaso formular y reformular nuestro pasado,
punzón y hiel por cada yerro, candor y miel por un "te quiero",
no es seguirte escribiendo aunque ya no me leas,
no es seguirte leyendo aunque ya no me escribas?

¿el amor no es acaso, también, un inacabable suspiro,
al fantasear con que eres tú cada vez que suena el teléfono,
al augurar con que es tuya aquella silueta que camina,
al asociar contigo cada locación, cada canción y evento,

¿no es acaso no poder sacarte de mi pensamiento,
no querer hacerlo? ¿ no es acaso todo eso?
¿no es acaso resignarse a tu juego,
e intentar cortar, enterrar, sepultar este sentimiento?

Hoy la soledad, se sienta a mi mesa.
Me invita a brindar, por esta princesa.
Una sensación, inevitable, al fin,
si faltas tú, voy a morir.

Y pienso en ti, mi fórmula de amor.
Y pienso en ti, sin ver la solución.
¿por qué te tengo que olvidar?
¿por qué te tengo que olvidar?
si yo te amo, si yo te amo...

He tratado, inútilmente,
disipar la idea.
Tú me tienes en tus manos,
aunque no lo creas.

Y pienso en ti, mi fórmula de amor,
y pienso en ti, sin ver la solución.
¿por qué te tengo que olvidar?
¿por qué te tengo que olvidar?
si yo te amo, si yo te amo...


Y duele, y alegra. Y cura, y deprime. Y aflige, y redime.
Desvanece y engrandece. Sataniza y ennoblece.
Todo lo puede y todo lo sufre, todo lo avala, todo lo paga. Todo lo cura, todo lo sana.

Arrepentimiento. Mirar atrás con lágrimas, con impotencia,
ya no hay nada que hacer sobre lo que fue.
Afrontamiento. Rescatar lo bueno: a pesar de todo, quedaron cosas en el camino.
Sirvió sí, al menos para crecer. Al menos para aprender a vivir.

Y ahora... ¿qué?

tiempo, ayúdame.
silencio, cálmame.
soledad, acompáñame.
esperanza, levántame.

viernes, diciembre 09, 2005

El Haya de la Torre Filósofo, Humanista

Quién lo diría, estudiando para Estadística II a lo largo de la madrugada, incliné más mis pensamientos a ayudar a una amiga con su examen final de Realidad Social Peruana. Voy a hacer un pequeño recuento de esa conversación tan productiva y merecedoramente repetible.

En la década de los 30's, en el Perú, se forjaron 3 diferentes visiones políticas, visiones que incluso hoy en día se mantienen, mal que bien, en el acontecer diario nacional: la izquierda radical, el APRA y la derecha. Mientras Mariátegui planteaba la lucha de clases, la refomra del socialismo marxista, la reivindicación del indio y la consolidación de la clase proletaria; Haya de la Torre sostenía la idea del frente único de trabajadores manuales e intelectuales, la social-democracia y el espacio-tiempo histórico, la necesidad de creación de un modelo nuevo que refleje las diferencias de América Latina con respecto a las ideas europeas; Belaúnde, por su parte, planteó la "síntesis viviente", el reconocimiento del aporte peninsular e indígena en la consecución de la identidad peruana, así como el crisitianismo como unificador, pacificador y eje de la cohesión.
Haya de 1928. Un Haya de la Torre de 33 años , habiendo sido deportado por el gobierno dictatorial y represivo de Augusto B. Leguía, formula en 1928 su polémica obra El Antimperialismo y El Apra. Sus postulados, revisados a la ligera por los liberales, hicieron a estos señalarlo como comunista. Los comunistas, por el contrario, al no encontrar que estos eran los mismos que los suyos, lo tildaron de liberalista. Ambos se equivocaban en su necedad de reducirlo todo a ambas tendencias. Haya lo demostró con el tiempo. Foto tomada de http://balcon1.tripod.com/sitebuildercontent/sitebuilderpictures/victor-raul-dedicat-atuei.jpg

La derecha en nuestro país sufrió altibajos considerables, desde el tradicionalismo latifundista, el conservadurismo, el legado económico-social virreino-aristocrático hasta la inserción del liberalismo en la concepción social. Inspirado en el determinismo científico y el positivismo, el liberalismo parecía ser la panacea de todos los males nacionales, el racismo científico se iba consolidando como una vertiente del pensamiento aburguesado, clasista, racista, separatista, que desconocía al indio, que ignoraba al Perú profundo, real -en ese tiempo, con seguridad más del 80% de la población-, que se hallaba en la montaña, en la estepa, pobre, condenado a la indiferencia, anclado en la periferia. No había sustento real de su aplicación, dada las antagónicas diferencias que separaban al Perú de los países de vanguardia económica, política y social donde se cocinaron estos preceptos.

La izquierda extrema, visceral, poco sesuda, nada programática, muy confrontacional, se fue diluyendo en peleas internas y llega hasta nuestros tiempos como vetustas imágenes, reminiscencias incoloras, que no despiertan la pasión de otros personajes entrañables que marcaron época por su influencia directa en el pueblo, en la sociedad, en la política y en el pensamiento del siglo que se iba forjando. El marxismo proletario no tenía sentido en un país cuya fuerza se centraba en trabajadores del campo y no de la industria. Su biliosa protesta con el sistema era antimperialista, mas se quedaba con otro tipo de imperialismo, el comunista. Los rabanitos se quedaron en la creencia falsa de que su postura era la única posible de tomar, puesto que era marcadamente antimperialista, sin embargo en Rusia se tejía otro imperio. Y no hace falta decir que, como es evidente, este sistema marxista reflejaba la realidad de un país enteramente diferente al nuestro, cuya fuerza proletaria era más que significativa -por eso cobra tanta importancia la lucha clasista en su ideología político-económica-, mas por eso mismo inaplicable en nuestro terruño, realidad totalmente distinta.

Es así que Haya de la Torre, un joven revolucionario -no por su beligerancia, rebeldía o afinidad por las armas, sino por su valentía y su originalidad- entró en escena elaborando un profundo análisis de la realidad social latinoamericana. Indoamérica, refiere, es un mundo distinto a Europa, y por ende, las cosmovisiones, las culturas, lo mismo que las políticas, las ideologías no pueden ni deben ser las mismas. Haya de la Torre no solo criticó duramente a la aristocracia peruana y latinoamericana, acostumbradísimas a leer y estar al tanto de los movimientos europeos, pero más por una cuestión de identificación, de añoranza asolapada*, que de voluntad política y social; acostumbradas a nutrirse de estas ideas sin tomar en cuenta criterios elementales en la constitución de estos pensamientos, como son las características de las sociedades donde proceden, donde se cuecen; no solo hizo una profunda crítica Haya de la Torre -ganándose la antipatía de muchos conservadores, liberales y comunistas-, sino que además, fiel a su crítica, a su metodología y a su pensamiento, postuló una nueva política, enfocada en la realidad social latinoamericana, en sus características particulares, únicas, que la hacen muy distinta a las europas o las américas no amerindias. Haya no aprobaba que se adoptaran estos postulados exógenos, perfectamente aplicables para las realidades sociales donde fueron creados, qué duda cabe, por una cuestión de congruencia espacio-temporal, contextual, situacional, pero inaplicables en realidades distintas. Lo que Haya criticaba era esa falta de originalidad, esa pasividad creativa, ideológica, esa falta de voluntad crónica, heredada de casi 300 años de dependencia europea, dependencia que a su juicio, fue más intelectual que cualquier otra cosa. Dependencia que instauraba un pensamiento acrítico en la aristocracia latinoamericana con respecto a la idealizada europa, "cuna del progreso", la ilustración, la modernización.

Esta aristocracia tenía un solo objetivo, centrado en la forma y no el fondo, en el aliño y la elegancia al vestir, en el Palais Concert, en la diferenciación con lo indígena, con lo indio, con lo autóctono, un rechazo visceral -casi tan equiparable a los movimientos comunistas- a lo peruano; es decir, como ya mencionamos, una añoranza asolapada, una idealización de lo europeo, una pulsión inconsciente que los obligaba a aceptar sin cuestionamientos posturas, corrientes e ideologías, tan solo por el hecho de haber sido postuladas en el mediterráneo, y no tanto en el análisis de las mismas, en la aplicabilidad, en las semejanzas. Haya y muchos otros intelectuales ya habían vislumbrado que esta pasividad no era otra cosa que ese patrioterismo parafernálico costero y criollo, rezago de una emancipación parcializada, que solo benefició a los españoles americanos y no a los amerindios. La nación no contemplaba la sierra ni la montaña, ni el indio campesino, solo al intelectual limeño, trujillano, arequipeño, o al gamonal, al hacendado, al latifundista. En este sentido, como ya suena obvio, la cultura y la ideología política, la filosofía y el conocimiento, era tomado aquello prístino, aquella meta, constatación que te diferenciaba del indio bruto y atrasado. En esa búsqueda por europeizarse frenética e irracionalmente, precisamente, se debilitaban las cuestiones elementales. Haya era consciente de todo esto, era consciente de la debilidad del intelectual peruano, de su falso patriotismo, de su visión clasista, centralista, de su afiliación inconsciente a europa en pos de esa vergüenza por ser asociado con el indio.

Muy distinto y humano fue Haya. En su juventud cultivó diferentes y varias artes, pero básicamente un humanismo, un amor por el Perú profundo, por el campesino pobre y desolado, abandonado a su suerte en la periferia, una comprensión empática con el poblador peruano. No fue ajeno a la verdadera realidad social peruana. Se conmovía hasta las lágrimas con la injustia, y aplaudía la resiliencia y el ingenio de aquellos que progresaban con esfuerzo.

En olor a multitud. Haya gozaba de la compañía del campesinado, del estudiante y el obrero. Le encantaba conversar con el pueblo, se sentía uno más y trataba siempre de conocer los problemas de su gente. Se afligía con su pobreza, con su dolor. Haya de la Torre en la campaña presidencial de 1962, que ganaría con la mayoría del electorado, y luego sería anulada por el golpe de estado de Lindley, quien gobernaría hasta 1963. Foto tomada de http://discurso.tripod.com//sitebuildercontent/sitebuilderpictures/haya62.jpg

Ávido lector de Hegel, Haya de la Torre tenía un marcado interés por la filosofía. Notó la ausencia de un respaldo teórico-analítico en los planteamientos políticos desarrollados en América Latina. Denunció la falta de originalidad de las clases dominantes, el apego de las mismas a visiones políticas incompatibles con nuestro escenario particular. Así, rechazó tanto al marxismo como al liberalismo, por un lado por sus tendencias imperialistas, y por otro por su inconsistencia correlacional, situacional y contextual para con nuestra realidad.

En su estudio. 1971: Haya es entrevistado por César Lévano y César Hildebrandt. De fondo, estantes y estantes de libros. Toda una vida de análisis, trabajo para el Perú. Foto tomada de http://www.latinos.it/noticias/americas/26/pag16_02.jpg

Es por esto y muchas cosas más que Haya de la Torre sigue vigente, no solo en la sangre de los apristas tradicionales, sino en la consecusión de la historia reciente, del siglo XX peruano. Haya dio de su parte en esta mal que bien lograda o pseudo lograda identidad nacional. Por lo menos tuvo la valentía de formular un nuevo sistema, un sistema que respete tanto a los trabajadores manuales e intelectuales, al Perú profundo, al campesinado, al estudiante, al pescador y al obrero, sin atacar tampoco, al empresario, pero eso sí, haciendo respetar los derechos naturales, sociales, laborales de los connacionales. Se atrevió a criticar el modelo comunista en la propia Internacional Comunista, se ganó la enemistad de la derecha, siendo deportado, encarcelado, denigrado y perseguido. Pero no guardó rencor alguno en su corazón, por el contrario, trabajó hasta el final, hasta lo que su humano cuerpo le permitió, por delimitar, de la mejor manera, y con la mano abierta a todos los rivales políticos, y sin cobrar sueldo alguno, la última constitución decente de nuestra historia.
Nos dejó el análisis, el método, la herramienta. Despertó el juicio crítico perdido por esa pasividad mental heredada del coloniaje y las ansias racistas de separación del indio. Fue un gran político, un gran orador, un gran líder, pero por sobre todo fue un humanista, integracionista, compendiador, analítico, reflexivo y visionario. No era ajeno a la modernidad, por lo que se reinventaba y se cuestionaba permanentemente. Su extensa obra son continuas remodelaciones de una idea central, que ya la hemos tocado: la necesidad de originalidad, basada en el espacio-tiempo histórico, la necesidad de analizar sistemáticamente los diferentes aspectos que componen una teoría, a fin de tomar la distancia suficiente para no caer en la subjetividad extrema de idealizarla visceralmente, ni de quedarse en la mera descripción objetiva de la misma. Con esto, nos revela la necesidad de analizar y aprehender de todas las teorías, así sean estas diametralmente contrarias, puesto que lo que se recoje de ellas es lo importante, asumiendo que potencialmente todas tienen un mínimo de verdad y error. Es un relativista que no se queda en el relativismo, es un ideólogo que sobrepasa el idealismo y llega a la aplicación, la interpretación y la contemplación.

Toda una vida de dedicación y entrega. Haya, haciendo su entrada al Congreso, con el objeto de presidir el Congreso Constituyente de 1978, la última decente de nuestra historia. Foto tomada de http://www.la-tribuna.org/enlaces/avisos/Images/img09.jpg

Se ha consumado. Haya promulga el discurso luego de firmar la Constitución de 1979. Agotado, moriría unos meses después, siendo llorado por millones de peruanos. Foto tomada de http://www.la-tribuna.org/enlaces/avisos/Images/img08.jpg

[Esto no es un fin, hay todavía mucho tema por tocar. Este post fue comenzado el 12 de diciembre del 2005, sin embargo, se interrumpió por razones diversas.]

* Añoranza asolapada. No pretendemos aquí acuñar la frase, solo indicar aquello que hemos venido sosteniendo desde un principio, la falsa utilidad que se le dio a la cultura y al conocimiento, en desmedro de la clase dominada, el campesinado amerindio de la periferia, desolado, renegado, satirizado y satanizado.