miércoles, febrero 22, 2006

Día de la Fraternidad




Un día como hoy, hace 111 años, nacería el hombre distinto, único, el fuera de serie. Un hombre destinado a dejar huella, a trascender en el tiempo, a dejar un legado tangible para la posteridad: Pichón de Cóndor, lo llamaría Vallejo en una de sus báquicas celebraciones propias de los jóvenes bohemios y literatos de los años veinte, vaticinando, cómo no, su largo vuelo.

Fuera de lo que ahora podría alegarse, no sin un cierto atisbo de veracidad -no se pueden negar las malas praxis de las cabezas y de los militantes menores del partido en los últimos años-, que el partido aprista ha entrado en una decadencia -no porque no siga vigente, que de hecho está- sino porque la calidad de su gente ya no es la misma; los valores, enseñanzas, el recuerdo del maestro y guía Víctor Raúl siguen presentes, en esa vocación de servicio desinteresada, en ese despertar cada día con la frente en alto, con el cuerpo y la energía dispuestos a ayudar, a buscar la justicia social, tanto en álgidos debates como en pequeñas acciones, siempre pensando en lo que vendrá después, intentando mirar más allá de la montaña -y no precisamente pecando de idealistas, todo lo contrario, dando más bien el granito de arena, actuando, participando, no quedándose en el pasivo y reposado pensamiento, sino entrando en el espontáneo y árduo accionar del convicto y confeso peruano, amante de su país, que no puede quedarse de brazos cruzados-.

Presente. Víctor Raúl en su máxima expresión. El pañuelo blanco de la paz, de la concertación, del diálogo que prescinde de las pasiones viscerales en busca del entendimiento racional, la dialéctica, el espacio-tiempo histórico. Haya o no haya, Haya será.

Desde aquí un fraterno saludo a los verdaderos apristas, aquellos que no pueden evitar sentir un orgullo un tanto extraño, emotivo, pero tan genial, irrepetible, un sentir que da gusto, cuando escuchan hablar de Haya de la Torre. Un abrazo a todos aquellos apristas de corazón, los que estuvieron allí en los momentos más difíciles, los valientes militantes dispuestos siempre a dar más que recibir, llamados a la acción por convicciones morales, por ideales y no por intereses personales nimios y hedonistas. Un homenaje a los mártires del año de la barbarie, un reconocimiento especial a aquellos hombres que pasaron hambre, frío y persecución, que fueron apresados por el simple hecho de profesar el aprismo, y que la historia no los menciona, pese a su tenacidad, ahínco, amor propio, pese a su ejemplo.

Muchos de nosotros, estamos acostumbrados a que se hable mal del APRA, a que se desvirtúe, a que se denigre, a que se vituperen odios añejos, rencillas indisolubles desde que el partido vio la luz. A todos ellos, mis amigos, les digo que recuerden también a esos hombres probos y sinceros, humanistas a carta cabal, a esos hombres que se dieron íntegros toda su vida, intachables, un verdarero ejemplo para los jóvenes de esta y otras generaciones: hombres como Prialé, Seoane, Townsend, Luis Alberto Sánchez, y cómo no el mismo Víctor Raúl. Hombres cuya vocación de servicio estaba más allá de sectarismos, radicalismos, poderes políticos y pecuniarios. Yo tengo la suerte de vivir con uno de ellos, que si bien es cierto no tiene el renombre de los anteriores, cada día me demuestra lo que es el verdadero aprismo, la ayuda generosa, desinteresada, espontánea, la vocación social, la participación activa, la responsabilidad política, la consciencia ciudadana, la prudencia y la tolerancia, siempre primeras a pulsiones viscerales -los odiadores son otros-, la caballerosidad, el carisma. Y es que esto es el verdadero aprismo, señores, el legado de estos hombres maravillosos, irrepetibles, la influencia de los mismos. La verdadera fuerza que tenemos, que nos hace estar presentes en los lugares más alejados del país, allí donde no llega la policía, la iglesia, donde se llega a paso de mula a 4 días y no se habla el español, donde, a pesar de eso, hay un local del partido, que no solo responde a intereses electoreros ínfimos y efímeros, sino que da escuela, da educación, da salud, da fraternidad -"Ésta es el APRA, qué les parece! " :D-. Más que un partido político, una forma de ver el mundo, de no solo interpretar la política sino la vida misma, una ética, un mismo sentir. Una afiliación casi religiosa, que sin embargo prescinde de rencores, obnubilaciones y radicalismos: una preferencia por el debate racional, por el diálogo amigo, concertador, con todas las fuerzas políticas, así sean "enemigas", porque se piensa en el Perú, en los intereses de los más, que son los que menos tienen.

Un abrazo, compañeros, amigos, correligionarios. Que el día de la fraternidad sirva para eso, para afianzarla en nuestros siempre dispuestos corazones. Feliz 22 de Febrero.

Víctor Raul... Presente.

martes, febrero 14, 2006

Algunas líneas sobre San Valentín y el Día de los Enamorados

San Valentín. En este breve escrito intentaremos aproximarnos un poquito -siempre a nuestro estilo- a la celebración de turno. Foto tomada de http://webcatolicodejavier.org/sanvalentin.jpg

En los albores del tercer milenio, el consumismo hedonista ha calado hasta empalagar el corazón de los verdaderos sensibles. Empero, estos son los menos, y abundan todavía aquellos que, adictos a esta exagerada parafernalia nimia y pomposa, se dejan arrastrar, conducir, asnar. En estas épocas difíciles, materialistas, impersonales pero individualistas -en el sentido neoliberal-, la celebración del día del amor, o más popularmente conocido como día de los enamorados o de la amistad, no podía salvarse de la embestida mediática marquetera del oportunismo del mercado. Proliferan los globos, las tarjetas y las ofertas, las pancartas, los avisos y otras naderías. Podríamos advertir la ironía del amor mercantil, o mejor dicho, la desfachatez de los oportunistas que se valen de este día para lucrar, aprovechándose de la sensibilidad de los celebrantes. Pero no, no es el momento para criticar adusta y cerebralmente. Simplemente, reflexionemos un poco al respecto.

San Valentín fue uno de los grandes seguidores del cristianismo -y me refiero a los de verdad, es decir, los perseguidos, no los sebosos, poderosos, acomodados que enturbiaron la Iglesia en los siglos venideros-, que vivió y predicó su fe durante la segunda mitad del siglo III, sufriendo persecución, clandestinidad y muerte. La tradición nos dice que obró milagros en vida, y que su fama llegó muy lejos, tanto que el emperador Claudio II decidió entrevistarse con él. El cristianismo era todavía ilegal, considerado hasta subversivo, pero los fieles se multiplicaban de una manera alarmante, y San Valentín se erigía como uno de los valuartes de la evangelización cristiana del pueblo romano. Es por ello que fue ejecutado en el año 270.

La tradición nos cuenta, también, que San Valentín se encargaba de casar con los ritos cristianos a los enamorados que profesaban su misma fe, y que querían sellar su vínculo a los ojos de dios. Es por ello, se dice, que llegó a ser tan famoso incluso en vida. Se ganó, entonces, la enemistad de los funcionarios romanos, quienes preferían a los ciudadanos solteros, con menos ataduras, puesto que esto los hacía mejores soldados. Muchas historias se tejen sobre él, ninguna realmente fidedigna, sino simples habladurías propias de la tradición cristiana. Luego de su martirio, su fama creció aún más, y se mantiene, qué duda cabe, en el imaginario popular del orbe -y no solo del mundo cristiano-. Se le canonizó y hasta se le construyó una basílica en su nombre en la ciudad de Terni. El 14 de febrero, su onomástico, se volvió el día de su culto, y con los años fue ganando fama de Patriarca de los enamorados.

Papas y camotes. La inmersión de Cupido en la celebración del Día de San Valentín no hace más que corroborar el sincretismo religioso que se evidenció a lo largo de la historia de la evangelización cristiana. Aunque, ahora último, se trata de un juego marketero -la imagen de Cupido atrae el consumismo-. Foto tomada de: http://verdadeperdida.blogs.sapo.pt/arquivo/Cupido%5B1%5D.jpg

Algunos cuentan que recitaba poemas y ayudaba, de esta forma, a los mozuelos poco adiestrados en estas artes, a enamorar a sus doncellas. Hay quienes creen que la fiesta de San Valentín está relacionada con vestigios del Cupido de la mitología romana: por asociación, Cupido se entrelaza con San Valentín, dando Cupido la imagen -se desprende una idea de sincretismo religioso, aliado del cristianismo en la evangelización y el adoctrinamiento sobre los gentiles- y San Valentín el nombre y la fecha de la celebración, a todas luces, cubierta de cierto animismo, paganismo, y ahora, mercantilismo. En los países nórdicos -y otros más, también del hemisferio norte, siempre en eurasia-, se asocia la fecha de San Valentín con el periodo de reproducción de ciertas aves migratorias, por lo que, la idea anterior no deja de sonar como atractiva y nada descabellada -y explicaría, también, como tiene éxito esta festividad cristiano-pagana en países de culturas diferentes al cristianismo-.

En lo que respecta al Perú, esta fecha especial, en la que supuestamente se conmemora la fidelidad y la amistad, se corroe y difumina un tanto en parafernálicas jornadas de atiborradas calles y abigarrados colores. Al final, los que sufren siempre son los barrenderos, que tienen que cargar con el excedente de serpentinas, globos, envolturas de dulces y otros adefesios. Nadie está en contra del clásico oso de peluche o la caja de chocolates en forma de corazón -salvo los que buscan la originalidad-, pero sí de la ligereza del caer en la superficialidad hueca y nebulosa en desmedro de motivos verdaderamente esenciales.

Se despide un Chema un tanto misantrópico y profundamente masoquista hablando de estos temas. -era inevitable sentar el punto de vista-. Feliz día de la amistad. -y de los enamorados, si los tienen; o de San Valentín, como prefieran-.

domingo, febrero 12, 2006

Nostalgia eremítica

I

Recámara Zafirina

El letargo y la apatía se han vuelto malestares constantes;
me acomodo seguro en el exilio despreocupado de la lectura,
embobado entre historias y cuentos, atormentado por antiguos lamentos
amodorrado y discreto, aunque acongojado y trémulo;
paso los días en mi recámara zafirina.

Mis ojos suelen posarse en las páginas grises,
y tan solo tenues luces ámbar son cómplices de nuestras alianzas
-alianzas con amigos autores en mundos alternos-;
silencios oníricos y obscuridades sublimes,
tan suaves y dispersos en mi recámara zafirina.

Mi existencia se ha reducido a deambular por mi aposento,
y me acompaña la íntima soledad del silencio amigo,
la recatada obscuridad de la noche vecina,
la humilde solemnidad de la luna mezquina,
frecuentes compañeros destos días en mi recámara zafirina.

Días de imaginación, de divagación, de pena,
noches de exaltación, de conmoción, de leva,
tardes de meditación, de ensoñación, de prueba,
vidas y muertes, eternidades efímeras, interminables instantes,
así son los últimos días en mi recámara zafirina.


II

Sol

orgulloso, ampuloso,
bajas ante mí, resplandeciente,
imponente, omnipresente,
me desafías y me rindo.

te detienes y exhibes tu áurea vivacidad,
implacable es tu insondable presencia,
mi sombra juega conmigo y me alienta,
a esperar a mi amiga, tu enemiga.

Ahora bajas y te quieres esconder,
tu vigor se desploma, opaco y difuso, en copas nebulosas y rosadas
te despides y te acompaño con la pluma,
capitulas tú ante mi reto.


III

Hoy me marcho

Desisto, hoy me marcho.
con fuerza tiro las maletas al piso.
con rabia arrojo las ropas adentro.
con pena observo mi departamento desolado.

Lágrimas brotan, y el silencio reina.
La luz tenue, de madrugada, ingresa por las ventanas;
humorosa, la neblina se cuela por las rendijas del balcón,
el sol ha llegado, y los pájaros cantan.

Desisto, hoy me marcho.
con fuerza corro cierres y candados,
con rabia apretujo hacia la pared las valijas impersonales,
con pena apago las luces, cierro las llaves y abro la puerta.

Lágrimas brotan, y el silencio reina.
La lobreguez, titubeante, de la tarde hecha noche, difumina la visibilidad en derredor
sopor en el ambiente cargado, amodorrado, naftalinoso, ya de viejo, ya de guardado,
el sol se ha marchado, y yo parto.


IV

Amarfilada rosa

Amo tu belleza sincera y límpida.
Amo tu simplicidad, tu pureza interna,
la fragancia que despliegan tus cabellos al sol,
selva cobriza, desorden esponjado,
danzando graciosos en el viento.

Amo, incluso, tu entereza admirable,
tu orgullo y tu fortaleza implacables,
enemigos imposibles, contendores irascibles,
el destello que emana de tus ojos,
guijarros de radiante azabache, observándome inquietantes, desafiantes.

Rosa pálida tu piel recuerdo, espinosa,
amarfilada
, tímida y fría, blanca desnudez;
avanzaba yo despacio pero firme, tu silencio no implicaba pasividad,
pues yo no gozaba de la pericia de un viejo,
y tú, aunque embobada por la inexperiencia, no escatimabas el desborde pasional.

Y recuerdo tus besos, tus abrazos,
tus ojos enamorados, tus caricias estilizadas,
tu originalidad, misterio irrepetible,
tu autenticidad, mestizaje sutil,
tu totalidad, producto hermoso.


V

Adiós

Ruge el motor,
parten mis huesos,
se queda mi carne,
se esparce mi sangre.

Parte el bólido,
dejando mis sueños,
llevando mis miedos,
disipando mis anhelos.

Se va el ómnibus,
se disuelve la esencia,
se fragmenta mi solidez,
se aglomera mi desesperanza.

Llega la madrugada,
y el frío castiga hondamente,
mis manos tullidas,
mi pecho sufrido.

Te quedas pero te vas,
me voy, pero me quedo,
y ya no me amas más,
y yo de olvidarte, jamás,
me temo.


VI

Sensibilidad

Soy la bohemia, la fotofobia, el silencio,
la cómplice lobreguez, recatada, sutil,
la noche anacrónica, obscuridad absoluta sin luna.

Soy la arena, la brisa, la pleamar,
las nubes manchadas de áureo difuso,
las aves, la playa, el horizonte distante y tan cercano.

Soy el infante que juega con la arena,
la adolescente que se va a escribir al atardecer,
el loco que toca guitarra a la luna.

Soy el cielo azul serrano, las estepas y los prados,
el viento cariñoso, sosegado, calmo,
el aroma de las flores, fragilidad, la quietud, la paz.

Soy la tierra fértil, solidaria,
la montaña agreste, enigmática, solitaria,
el río caudaloso, límpido, diáfano, restaurador.

Soy el labrador que cuida su terruño,
el picaflor enamorado de los perfumes florales,
el ciervo ligero pastando su libertad.

miércoles, febrero 08, 2006

Lourdes Flores y la prensa

La emergencia de Humala en la aceptación y simpatía popular de hace unos meses supuso un miedo y una aversión en distintos sectores. Un miedo y una aversión no psicológicos, por cierto, más bien, enteramente justificables, puesto que se trataba de un outsider con todas sus letras, es decir, antisistémico, demagógico, populista e improvisado. La sola idea de que el tercer outsider sea elegido presidente atormentó a muchos. Sectores de poder político, económico y popular -y aquí me refiero a los empresarios de las comunicaciones, y más claramente, a los medios de comunicación y periodistas, la prensa- sintieron una punzada y un escalofrío, el sudor helado emanaba por sus pálidas dermis.

Comenzaron, entonces, una campaña mediática para estancar y luego bajar la desbordante arremetida nacionalista, etnocacerista, humalista -el ir acortando el universo político de la ideología va con la idea de que su teoría es difusa, gaseosa, incoherente, difuminada-. Esta actitud es justificable también, porque aunque se trate de democracia -que en sentido estricto es el respeto a las diferencias y a las minorías-, no se puede permitir, sin que se haga nada contra ello, la admonición de una catástrofe democrática: la ascensión de un nuevo dictador. Es por ello que la prensa ideó un plan sistemático y metódico de demolición contra Humala, primero con las acusaciones de demagogia e improvisación -cuestiones casi superficiales y obvias, porque eran evidentes- en cuestiones programáticas y partidarias; también con respecto a la ambición y las peleas familiares de los Humala -haciendo una comparación con la Panaca Real de este gobierno que se acaba-; y finalmente, las acusaciones de inmoralidad y de flagrante violación de los derechos humanos, a cargo de los partidarios del Partido Nacionalista -entre aspirantes al congreso, dirigentes y hasta miembros de la plancha presidencial- y del mismísimo Comandante Carlos, o sea el candidato Ollanta Humala, respectivamente. Aquí no intentamos defender estas salvajadas lumpenezcas propias de la escoria más sinuosa que permanece remanente, enquistada todavía en ciertas esferas de poder; para nada es ése nuestro objetivo.


Mesiánico. No solo el pueblo "traicionado por los partidos tradicionales" tiene la culpa por el nacimiento político de Ollanta Humala, sino también, e incluso en mayor rango, la desinformación o mejor dicho mala información, el filtraje de la misma, la campaña sistemática de la prensa en contra del sistema democrático en pos del rating.

Sin embargo, hay que reconocer que la prensa comete excesos, desmedida, infructuosa, calamitosamente. No queremos defender a este gobierno que se va, puesto que sus incontables desatinos hablaron por sí solos, pero no podemos negar que parte de la inestabilidad democrática se produjo por esta campaña sistemática de desprestigio a los poderes del estado. Es cierto que en el parlamento, habían -y hay, todavía, lamentablemente-, por ejemplo, Torres Ccallas, Gonzaleces, Chuquivales; que el Poder Judicial, estático y burócrata, estaba apañando a una serie de inmorales; que el Ejecutivo contaba con gente de la calaña de Fernando Olivera; pero al margen de esos malos, pésimos ejemplos, también habían personas que trabajan conscientemente, de la talla de Flores-Aráoz, Vásquez Bejarano o Vexler Talledo* -por dar un representante ejemplar en cada uno de estos poderes, de hecho los hay más-. La prensa, en su afán fiscalizador, por no decir ratingnezco**, propulsó, difundió y enervó el rechazo a la clase política, y con ello a las instituciones democráticas, llámese los ministerios, los partidos políticos, etc. Las ideas antidemocráticas, pro-dictatoriales, los "con el chino estábamos mejor" o "en el Perú se necesita mano dura" afloraron tan pululantes que le hicieron la camita a un Ollanta Humala caudillista, Inkarri, mesiánico, y ahora, habiendo crecido el monstruo que crearon con estos afanes, tratan de eliminarlo de la misma manera abrupta como lo alimentaron.


Cabida. Lourdes Flores Nano se ha convertido en la favorita de la prensa. Están pendientes de todo lo que hace, y la gente comienza a notar una desvergonzada deferencia con ella con respecto a los otros candidatos presidenciales. ¿Acaso nos quieren meter a Lourdes como la única opción? -en todo caso eso no es democrático, señores-.

No estamos en contra de la exterminación -política, no efectiva- de Humala, porque un gobierno suyo sería el acabóse, la hecatombe, el salto al vacío, la patada en el trasero a la democracia, la estabilidad y el crecimiento económico; pero tampoco estamos a favor de que la prensa infle a un candidato en especial, que méritos no tiene como para recibir tamaña deferencia. Menos aún vamos a estar de acuerdo con que sectores de prominencia pecuniaria parcialicen la información de los medios de comunicación, elongando hasta la saciedad la información sobre la campaña proselitista de la candidata de Unidad Nacional, y, prácticamente, saltándose de largo las campañas de García y de Humala, y de los demás candidatos, claro está. Mucha gente ya se ha dado cuenta de ello, señores. El querer evitar que un outsider aprogramático, improvisado, lumpenezco, ingrese al poder es una cosa; el apoyar descaradamente a otro candidato, otra muy diferente. La salida del aire del programa de César Hildebrandt en Frecuencia Latina va por ahí. 'El chato', famoso por no casarse con nadie, no estaba de acuerdo con prestarse a la campaña de apoyo a Lourdes Flores, ni mucho menos de avalar la presión de estos sectores. No estaba de acuerdo con venderse a la candidata de Unidad Nacional, como otros periodistas de reputaciones ligeramente aceptables -por decir algo-. Entonces, tuvo a bien entrevistar de forma tibia a Humala, y su programa fue cancelado***.


Imparcial. César Hildebrandt ostenta el calificativo de periodista imparcial. Es incluso criticado por ser tan "anti-todos" como lo diría en cristiano uno de sus tantos entrevistados. Y bueno, eso es lo que buscamos, ¿o no? Alguien que de verdad no se case con nadie, solo con la objetividad, o que por lo menos no le sea infiel a ella.

Con todo esto, esbozamos una advertencia que tal vez los periodistas en su afán ratingnezco, inconscientemente o no -les otorgaremos el beneficio de la duda-, no han interiorizado: la prensa tiene un poder fortísimo. Es capaz de catapultar y hundir, enterrar y resucitar carreras políticas, honras y prontuarios. Esto, claro, para los que indirectamente han manipulado las informaciones de los últimos días, y favorecido a Lourdes Flores de una manera, digámoslo así, tibia. Para los otros, que han recibido y sucumbido a o bien presiones políticas o bien cuantiosas sumas de dinero, nuestro repudio más absoluto. Lourdes Flores está siendo inflada por la prensa tendenciosa, por las tan cuestionadas encuestas, en las que solo cree el 30% del electorado. Se está desestimando los mítines de Alan García y Ollanta Humala por las provincias del país -no tienen acogida en los noticieros de señal abierta o cerrada-, no se está dando cabida a los demás candidatos: recordemos que fuera de Ollanta, García y Lourdes hay otros 20 candidatos a la presidencia, los cuales ni siquiera son mencionados, y sus alcances proselitistas totalmente inadvertidos, pasados por alto, siendo personalidades de la talla de Javier Diez Canseco, Susana Villarán, quienes, con los otros, merecen la atención y el reconocimiento del caso; y no solo por cuestiones de mérito, sino porque la democracia debe ser equitativa, señores. Lourdes Flores no es la única opción, y tampoco es la mejor -eso lo decidiremos cada uno, analizando a fondo los programas de gobierno, las ideologías y sobre todo las planchas-.

La subjetividad debe ser dejada a la sapiencia del elector -y del lector-, no debe difundirse por las vías de comunicación.

Descansa el Chemapolítico.


[ Notas:

* de Flórez-Aráoz, Vásquez Bejarano y Vexler Talledo: Ántero Flórez Aráoz ha sido presidente del Congreso, representante del PPC; Walter Vásquez Bejarano es el actual presidente del Poder Judicial, quien está llevando a cabo una valiente política de reconstrucción del mismo; Idel Vexler Talledo es el viceministro de Educación, un personaje ecuánime y de una trayectoria intachable, encargado de una serie de políticas novedosas en lo que responde a su ámbito en la cartera de educación.

** de ratingnezco: no pretendemos acuñar esta frase, solo dejar en claro que existen, pues, periodistas que, en su afán de obtener el tan preciado rating, dejan de lado la objetividad de la profesión por el morbo, la carnecita de lo llamativo, de la información parcializada, que perjudica sobre manera a muchos que no entran en el mismo saco de los insufribles.

*** de la salida del aire de César Hildebrandt: El mismo César Hildebrandt, el día 6 de febrero, en CPN Radio, aclaró que no renunció, sino que fue despedido por el directorio de Frecuencia Latina. Fuente: http://www.cpnradio.com.pe/html/2006/02/06/1/7301.htm ]

viernes, febrero 03, 2006

Día del Pisco Sour

De bandera. Nuestro famoso Pisco Sour, hijo predilecto del Pisco nacido en los viñedos iqueños, no solo es la bebida preferida de los turistas enamorados del Perú, sino también de los peruanos y sobre todo limeños que, degustando su delicioso sabor, emergen, en lo profundo de sus corazones, la acaudalada y deliciosa mixtura, la esencia de la peruanidad.

Mañana se celebra el Día del Pisco Sour, la bebida peruana por excelencia. Tan solo con reparar en sus ingredientes advertiremos que se trata de una bebida con historia, un aperitivo con identidad, pasado ampuloso, señorial; y un presente caluroso, integrador, espontáneo.
El pisco hecho a base de la uva fermentada en barricas de roble y otras maderas, tiene su origen, claro está, en la vid traída por los españoles, pero adaptada, endulzada, peruanizada con la peculiaridad de nuestro clima, el vigor de nuestro sol y la calidad de nuestra tierra. Lo mismo he del limón, cuya evolución al cítrico, lejos de ser un inconveniente, fue magistralmente aprovechado por los nuestros, volviéndose un personaje principal en la gastronomía. Estos dos ingredientes, de cuerpos y sabores fuertes, se mezclan con azúcar (también se suele agregar jarabe de goma), hielo picado, clara de huevo, y se remata con un toque de Amargo de Angostura y una pizca canela -decoración-. De este modo, el trago Se sirve en copas cocteleras, aunque también en vasos, según las presentaciones o los eventos. El envase no interesa, sino el sabor de lo nuestro, un sabor con historia y tradición.

Debemos, pues, remontarnos a la Lima de los años 20's, más que de tiempos anteriores, puesto que estamos hablando del Pisco Sour y no del pisco -cuya historia data, aproximadamente, del mismísimo siglo XVI-. Los años veinte fueron los tiempos del Jirón de la Unión, de los bares pequeños pero cálidos donde los intelectuales solían disfrutar de los preparados, encurtidos y postres, especialidades de cada establecimiento. No existían tantos restaurantes y bares, y los que habían se volvían los centros de reunión de los vecinos y amigos aledaños. Las abuelas y las madres en las casas tenían una marcada afección por la repostería, y se fueron volviendo famosos los Suspiros, Bienmesabes, Mazamorras, entre otras maravillas. El pisco se consumía en especialidades licoreras propias de los bares de la capital, y se usaba combinarlo con el limón peruano, agua carbonatada y azúcar -Chilcano-; o bien, se tomaba puro en las rudimentarias y jaraneras jarras caseras. Fue por esa época que, en el Bar Morris, perteneciente a Victor V. Morris, más conocido como 'El Gringo', se ideó esta receta perfecta, que combinaba el atrevido y vigoroso cuerpo del aguardiente peruano con el simpático toque del limón paisano y la agradable suavidad del azúcar. El Gringo, que radicaba ya varios años en el Perú y tenía esposa y tres hijos peruanos, así como muchos amigos -los bares están llenos de ellos-, decidió hacer del pisco -bebida peruana- un trago menos contundente, ceremonial, familiar, y elaboró, junto con sus trabajadores esta mixtura tan agradable que recordaba el sour norteamericano -nacionalidad del gringo Morris-. Satisfacía a paladares ávidos de báquicas celebraciones varoniles como a otros más recatados, femeninos, mesurados y familiares. La ubicación del bar fue determinante en la gran difusión que hizo pulular la bebida a donde llegara la estirpe de la buena familia -calle Boza, en pleno Jirón de la Unión-; el Jirón de la Unión era el centro de convenciones de la crema y nata de la sociedad limeña de la época -o todavía lo era, es sabido que al comienzo de los veinte, sobre todo en los buenos años del Conde de Lemos-, donde los imberbes mozuelos se reunían a piropear a las jóvenes graciosas pero reservadas; donde se daba el famoso jironear apacible de las tardes y los compadres que tertuliaban horas y horas hasta el anochecer. Existe otra versión, en la que se le atribuye al bar del Hotel Maury la autoría del Pisco Sour -hotel ubicado muy cerca de la Plaza de Armas-. El punto no es ponerse a pelear sobre cuál es el verdadero origen -parece que hay cierto consenso en que fue El Gringo el verdadero autor, o por lo menos él y sus amigos, trabajadores y allegados del bar Morris-, sino que la bebida data de estas buenas épocas, en las que Leguía, luego de la celebración de los 100 años de independencia, intentó reivindicar el aporte de lo español en la consecusión de nuestra identidad nacional, época, pues, en la que se volvía a rescatar la influencia de lo peninsular en lo peruano, sin que esto desmereceriera la influencia de lo autóctono. Rápidamente, en ese ambiente cálido, la dulzura del Pisco Sour conquistó los paladares limeños y se convirtió -de ese tiempo a esta parte- en un bastión de nuestra identidad, en uno de los símbolos más emblemáticos de la peruanidad por esa mixtura a la que representa, no solo por la historia de sus ingredientes, sino también por la historia popular y cotidiana, esa historia nimia para los historiadores de los hechos significativos, pero tan importante para los verdaderos humanistas, que se inmiscuyen en los detalles, particularidades, manifestaciones que brindan los agentes más pequeños, los seres humanos comunes y corrientes que también formaron parte de la misma.

Con todo, el Pisco Sour se ha vuelto un personaje principal -no falta- en las reuniones, familiares peruanas. Se toma en las celebraciones, en los cumpleaños, en los matrimonios, agasajos, etc. Se disfruta, se goza, se quiere. Su solo sabor nos recuerda la esencia de lo nuestro, la mixtura democrática, total, desinteresada de los elementos españoles e indígenas. Su historia, sin duda, también. Por todo esto, rendirle un homenaje por su día, no lejos de ser una obligación, es un placer muy elevado. Tomemos pisco mañana 4 de febrero, día del Pisco Sour -primer sábado de febrero-, pero también siempre, porque es nuestro, y es delicioso -o viceversa, como gusten-.

Mañana a agitar los licores, a resonar los cristales, a alegrar los corazones, a brindar con nuestro genial Pisco Sour. Salud.

[ Nota: hablar de la controversia peruano-chilena por lo de la autenticidad del psico, para mí está fuera de discusión. Espero que para todos. No hay que manchar esta celebración de lo nuestro en favor de nuestros poco originales vecinos copistas. Compren, sino, un pisco de cada uno y comparen la calidad. ]

jueves, febrero 02, 2006

Alerta: Gusano Tearec.A atacará mañana 3 de febrero


Para el día de mañana, 3 de Febrero, el gusano Tearec.A, también conocido como Nyxem.D, W32/MyWife.d@MM, W32/MyWife.D.worm, W32.Blackmal.D@mm y WORM_BLUEWORM.D, ejecutará la función para la que fue programado, que no es otra cosa que el borrado de todos los archivos con extensión *.DOC, *.PDF, *.XLS, *.RAR, *.ZIP, *.DMP, *.MDB, *.MDE.

Es importante considerar que todas estas extensiones corresponden a programas de muy frecuente utilización, por lo que hay que estar prevenidos. En cuanto a mí, estoy protegido con Panda Software (http://www.pandasoftware.com), un antivirus que ofrece un análisis vía web de los discos duros de forma completamente gratuita. Así mismo, tiene a bien el download de removedores de virus específicos, incluso del temido Tearec.A. El link es el siguiente: "http://www.pandasoftware.es/descargas/Utilidades".

Al hacer click en el enlace, se les pedirá que ingresen su nombre y contraseña, pero más abajo está el enlace para crear una nueva cuenta. Créenla sin temor, dado que esta afiliación es gratuita. El paquete gratuito viene con 4 opciones, todas beneficiosas, y la primera de ellas resalta: Oxygen3, es un bot que manda mensajes de texto semanales a los correos con la información precisa y necesaria con respecto al mundo de los viruses. -Por donde me he enterado de esto, dicho sea de paso, y ahora comunico a todos los que puedan leer.-

Mejor estar prevenidos. La inacción hará mal, sin duda; estas son las particularidades del virus Tearec.A, que se pondrá mañana en funcionamiento: Panda Software, en su boletín Oxygen3 del 16 de enero ya había adelantado que Tearec.A es fácil de reconocer, ya que muestra un mensaje en pantalla con el texto "Update Please Wait" en la Barra de Tareas en caso de encontrar un antivirus instalado. Si por el contrario no encuentra una protección el antivirus, abre un fichero comprimido con el nombre "SAMPLE.ZIP", en el que no aparece ningún contenido. El objetivo es hacer que el usuario piense que se ha producido un error y así pasar desapercibido.

Los usuarios con tecnologías TruPrevent están ya protegidos, dado que estas son capaces de detectar por su cuenta al gusano Tearec.A de manera preventiva. Sin embargo, estos son los menos. Para mayor información, como ya se dijo, Panda Software ha puesto en su página, a disposición de cualquier usuario, previo registro, aunque gratuito como ya dijimos, una herramienta de eliminación de Tearec.A.

En forma preventiva, he colocado 4 botones de Panda Software que ya aparecen en pantalla al margen derecho, en la parte inferior de la página del blog. Bajen el removedor de una vez, colóquenlo en un lugar fácil de ver, para poder aplicarlo mañana cuando se desate esta amenaza a nivel mundial. Lo otro que puede hacerse es evitar ingresar al internet todo el día de mañana. Ustedes deciden. Suerte.


* Información obtenida del Boletín Oxygen3, de Panda Software.

miércoles, febrero 01, 2006

Epopeya Crónica Gráfica: Clasificad(U)s, 31-01-06


Todas las campañas que viví
todas las canchas donde te seguí
tantos campeonatos que ganamos
tantas copas levantamos desde que te conocí

Siempre te vengo a alentar,
voy a seguirte donde tú estás
Vamos crema, vamos, que ganamos,
y este año no paramos, hasta verte campeonar

Yo daría mi vida,
por esta pasión
pongan huevo merengues,
quiero verte otra vez campeón.









Sentimiento. Pancartas y gargantas de luz, dragones de tela rojicrema y miles de fieles vitoreando al equipo de sus amores. Casi una religión, casi la vida misma. Una letra que resume todo: U.

[ Eran casi las seis de la tarde cuando entraron al gigante. Los vítores y tambores sonaban como ecos distantes, crecientes pero todavía lejanos, de práctica, gárgaras de lo que vendría más tarde. En un abrir y cerrar de ojos, más de 40 mil almas habían colmado el escenario, y las bengalas, globos y papelitos surcaban los aires como erupciones volcánicas, dragones y tempestades de júbilo y efervescente afección, conmutándose con la ferviente pasión de los seguidores. El panorama era congestionado, acuoso, disperso, la visión se nublaba por las emanaciones de gaseosa vivacidad, espontaneidad, calor humano. Las barras habían hecho su ingreso; los espectadores los seguían con miradas esperanzadas, conmovidas, ilusionadas. Norte ya lucía llena: abajo las pancartas de los ídolos, arriba las banderolas con los años de campeonatos, al medio los corazones. Oriente ídem: la fe parecía pulular con el viento y el humo naranja de las bengalas rojas. Occidente, hasta entonces siempre sobria, dejaba traslucir casi la misma emoción que las tribunas populares. Hasta Sur tenía una importante cantidad de espectadores. No era cualquier partido, se peleaba la primera fase de la Copa Libertadores. Entonces, entraron las 11 almas que representaban a las otras 40 mil que estaban más arriba, y a la mitad más uno de los peruanos que estaban o en sus casas o en sus vidas, aunque siempre pendientes de estos nuestros colores. Y comenzó la guerra, y comenzó el sufrimiento, la pasión, el gozo. La mística, el animismo: se dio inicio a un sentimiento, a ese algo tan desordenado, atribulado, convergente, y sin embargo tan querido que llamamos lealtad, amor por la camiseta, pasión por el equipo. ]





La previa. Los muchachos entrenando y 'Garrita' apoyando, alentando. Garrita simboliza la garra de Universitario, pero también el amor, la sensibilidad, la hinchada, el grupo humano detrás de ese tesón, de esa fuerza, de ese vigor que es ser crema.

Universitario saboreó la miel de la victoria, cómo no, de la manera más acostumbrada: sufriendo, palpitando, sudando, peleando, ante un rival que supuso una amenaza constante a lo largo de 180 minutos de épica batalla. En los 90 minutos correspondientes a la contienda en Lima, Nacional atacó y dominó las acciones incluso más que Universitario. La barra, empero, no calló nunca, no se dejó amilanar por la presión, por el temor, por el apremio -nunca bajó los brazos ni enfrío los alientos-; los jugadores, mal que bien, con muchas imperfecciones en las salidas, la recuperación y los pases, se fajaron con lo que pudieron y resistieron los embates del rival con prestancia, ahínco y amor propio. Un 0-0 luchado, emotivo, vibrante, para nada similar a los tibios y sosos empates sin goles que estamos acostumbrados a ver en el campeonato local. Un partido de fuerza, clase, coraje. No un tira y afloja, sino un dale que dale furibundo, constante, permanente. Un combate parejo que concluyó, para beneplácito de una formidable, sufriente y calurosa hinchada, con la clasificación merengue a la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.


La Trinchera. Siempre vigorosa, valiente, guerreante. La barra es incondicional, desinteresada, nunca falta. Siempre está allí, al lado, al frente, al norte.

Juan Amador Sánchez, el popular 'Mondonguito', es un técnico serio, entrado en años. La conoce, qué duda cabe. Presintiendo, tal vez, que este partido sería memorable para Juan Flores, fue él mismo quien entrenó con el meta en la previa. El técnico ha logrado empatizar con el grupo humano que conforma el plantel de Universitario. Bravo por eso. Sin embargo, unas son de cal, otras son de arena. La clasificación se dio, pero estuvo a punto de perderse. Se cometieron errores que bien nos pudieron costar carísimo. Infantiladas, indecisiones, complicaciones absurdas, resquemores, etc. Aquí trataremos de hacer un resumen de lo que fue este apasionante cotejo y sus muchos matices.


Oriente. Siempre fiel, ilusionada, leal. Oriente es más mesurada, calma, pero igualmente pasional. La otra gran barra compuesta, en su mayoría, por jóvenes.

Chemanálisis.
Revisemos primero la alineación presentada por el profesor Sánchez para este partido:



21 Juan Flores
17 Joel Herrera [Expulsado a los 38']
16 Luis Guadalupe (Cap.)
2 Germán Centurión
13 José Moisella
20 Gregorio Bernales ( 6 José Mendoza, 45')
5 Luis Hernández
8 José Pereda (14 Marco Ruiz, 54')
18 Arnaldo Alonso
7 Piero Alva
9 Gastón Sangoy (25 Víctor Rosell, 73')



En líneas generales, el rendimiento del equipo fue muy bajo. A excepción de Flores, quien salvó el arco merengue en casi 6 ocasiones clarísimas, y Sangoy, que se dio íntegro y las peleó todas, el resto de los muchachos, lamentablemente, dejaron mucho que desear, preocuparon, decepcionaron y hasta ofuscaron a los asistentes. Joel Herrera, el lateral rápido, desequilibrante, el óxigeno y el camino de salida crema al campo contrario en los primeros minutos, estropeó una aceptable actuación con una absurda expulsión -por acumulación de tarjetas- que perjudicó al equipo notablemente, teniendo en cuenta que se jugaban apenas los 38 minutos del primer tiempo. -El muchacho parece no conocer el reglamento del balompié, en especial aquella regla que dice que la barrera es inamovible en un radio de nueve metros al lugar de ejecución de la falta, y aquel que la infrinja e interrumpa la trayectoria del balón es amonestado con tarjeta amarilla-. Guadalupe, por su parte, no hacía una. El larguilucho capitán de la escuadra no podía mantener el balón dos segundos. Si la recuperaba por fuerza y sus más que obvias ventajas físicas, la perdía al instante por la desesperación del que no está metido del todo en el partido: se llenaba de pelota y se la quitaba el rival, o la mandaba al mismo cielo sin pensar en la salida por las bandas. Solo le recuerdo una secuencia provechosa -es decir, recuperación, control y toque-, que sería estropeada por un compañero. Por arriba siempre dubitativo, llegaba primero pero sin precisión. Centurión no pintó ni despintó. Discreto, lento, difuso, brillaba por su ausencia en el terreno. Más que marcar, acompañaba, y más que pasar, la largaba. Muy lento para dar y para recibir, ídem para ir al choque -que perdía, naturalmente, por su poca fuerza y nula velocidad-. Una tortuga en medio de una estampida. Moisella muy metido en su sector, un nulo aporte al medio campo inexistente, desierto. Demasiado pegado a la banda, parecía quedarse sin cancha y solo la pasaba, haciendo extrañar sus despliegues con visión y triangulación efectiva. Luego de la expulsión de Herrera, se vio obligado a salir un poco más, pero nunca llevó peligro. La tocaba, sí, pero corta y sin sorpresa. El medio campo, una lágrima. Bernales de turista, parado, estático, y el 'chino' Pereda deambulando como perro callejero por la parte derecha, cuando sabemos que se acomoda mejor por el medio, e incluso algo hacia la izquierda. No la pisaba, casi, y sus toques eran predecibles. La perdía y se demoraba horas en regresar. Le faltó la visión para la diagonal; y el 'Gollo' muy flojo en la marca, lo anticipaban con enorme facilidad. Su trote de entrenamiento, sus pases avisados y sus errores recurrentes fueron un eterno dolor de cabeza para la hinchada. Pereda la perdía y no la recuperaba, a Gollo lo bailaban. 'Manzanita' Hernández trató de limpiar un poco los errores de sus tiítos, pero tampoco lo hizo del todo bien. Recuperó algunas de las pelotas perdidas por ellos, y fue el mejor tocador con Alonso. El paraguayo, empeñoso, no escatimó en fallarla una y otra y otra vez más, para que no quede duda. A veces sorprendía con un pase genial que no era aprovechado por los delanteros, pero eso fue una a las quinientas; las otras eran pases al vacío, jugadas ensayadas, automatizadas, pero no elaboradas, sin destino. La volante y la delantera parecían dos islas en medio de un mar de paraguayos; no se comunicaban, no se entendían, no se conectaban. En la delantera Piero Alva, como siempre, peleador, incansable perseguidor de los errores rivales, pero ahí no más. Muy retrasado, casi no jugaba con Sangoy. El 'zorrito' tuvo un par de situaciones claras que desperdició, y marcaba pero sin convicción, con puro empuje, acompañando. En cambio, el argentino estaba muy metido en el partido, mostrándose, no corriendo al choque, muy valiente, vehemente. Sacrificio, puro sudor de camiseta. Los refuerzos ahí, también para cumplir, nada sobresaliente. Mendoza hizo las veces de lateral, reemplazando más a Herrera que al saliente Bernales. Iba al choque, fuerte, decidido, pero algo retrasado. 'Chemo' Ruiz ingresó prometedor, empeñoso, como siempre, pero se diluyó entre la defensa y el mediocampo, una completa interrogante, vacilante, desordenado, uno del montón. Y Rosell, bueno, el chiquillo tiene lo suyo, pero parece que está muy verde para una justa internacional. Tuvo dos situaciones clarísimas y las perdió de una manera increíble.



Lamentable. Un partido de estas características, definitorio, cerrado, disputado, generalmente acaba en violentos altercados. El más sonado fue el del arquero paraguayo Cárdenas, quien disparó contra la banca crema sin ningún motivo, ganándose la inmediata y merecida expulsión por parte del referee López -colombiano de aceptable actuación-, ante la atónita e indignada mirada del espectador.

El partido fue trabado, duro, difícil. Con el correr de los minutos los ánimos se fueron caldeando cada vez más. El juego fuerte pero leal se fue convirtiendo en entradas a la mala, roces, riñas y enfrentamientos. La barra se mostró hostil contra los adversarios, como en todo partido de esta naturaleza, empero, algunas cosas fueron subidas de tono. Se faltó el respeto al rival, es cierto. Pero también, este lo hizo, por intermedio del insensato golero Cárdenas, quien en una desafortunada actitud pateó la pelota contra la banca crema, ganándose la justa expulsión y retrasando casi 10 minutos la continuación del encuentro. Se armaron las tropelías, los cargamontones y el toletole. Los policías tuvieron que ingresar al campo para evitar consecuencias lamentables. El árbitro ordenó al arquero paraguayo abandonar el campo -y forzó, con esto, a cambiar de camiseta a uno de los volantes por la del guardameta expulsado-. Dio tres minutos más, y lógicamente, tras concluído el compromiso, el desorden volvió. Los policías nuevamente intervieron, defendiendo a los árbitros y separando a los acalorados y beligerantes jugadores. En las tribunas eran otros los aires: alivio, algarabía y júbilo. Abrazos, vítores, evocaciones a dios y demás.




Epílogo. Y por fin el tan ansiado final del partido. Los emisarios preocupados habían ingresado a la cancha, los policías intentaban separar a los jugadores paraguayos de los árbitros, y los cremas festejaban en cancha y en tribuna. La U en la siguiente fase de la Copa.

Con todo, Universitario logró la angustiosa clasificación a la siguiente fase de la Libertadores. Sin embargo, hay muchísimo que hacer si queremos arrostrar con éxito el difícil grupo que nos ha tocado, el 5, con Vélez Sarsfield, LDUQ y Deportivo Rocha. No podemos volver a ofrecer las ventajas que dimos frente al Nacional. Hay que revisar bien la nómina de jugadores, replantear ciertos conceptos, embancar ciertos jugadores que no están respondiendo -llámese Bernales, llámese Pereda-, convocar a otros que merecen la oportunidad -llámese Magallanes-, probar con los suplentes -Pinza Hernández o Maldonado- y esperar a los lesionados -Maceratesi, Cebasco- y al café Mendoza, que está pronto a renovar contrato. Terminamos sudando, gritando, ronquísimos, estresadímos, aunque claro, felicísimos, porque un triunfo se goza más cuando se sufre, cuando parece que se te escapa de las manos. Por ahora descansaremos, pero la preocupación por el equipo de seguro la tendremos. Mucho queda por hacer, Mondongo, no te confíes, que el equipo clasificó con la garra que le caracteriza, pero nos hizo sufrir más de la cuenta.

Dale U. Este año huele crema.