sábado, abril 14, 2018

Un punto azul silbando en el viento

El 13 de octubre de 2016 la Academia Sueca resolvió entregarle el Premio Nobel de Literatura al músico estadounidense Robert Allen Zimmermann, conocido internacionalmente como Bob Dylan, por  "haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounidense"(1). Así, se desató la polémica sobre si la literatura incluye las canciones, sobre si los músicos son literatos o no. Una cuestión absurda. La lírica, la música y el teatro son expresiones de literatura. No solo a través de los libros puede hacerse literatura. Máxime cuando el contenido de la misma implica una reflexión filosófica y ética fundamental, como son varias de las canciones de Bob Dylan. 

La influencia de este músico es notable. Rolling Stone ha sido considerada la mejor canción de todos los tiempos por la revista del mismo nombre, y la segunda mejor en la historia según Billboard. Otra de sus canciones más conocidas, quizás la más conocida en el tercer mundo, acostumbrado a los embates de "democracia" de los Estados Unidos, es por supuesto Blowin' in the Wind, un himno a la paz, pese a que ha sido considerada siempre como una canción de protesta, que plantea preguntas filosóficas profundas acerca de la libertad y la guerra.  Esta canción, compuesta en 1963, se convirtió rápidamente en la canción preferida por los activistas contra la política internacional armamentista estadounidense durante la Guerra Fría, y aún hoy en día suena mucho y suena bien. Y es pertinente escucharla, analizarla y reflexionar en torno a ella. 




Un joven Bob Dylan canta Blowin' in the wind en 1963 (2).

Comparto la letra traducida al castellano:



Cuántos caminos debe recorrer un hombre,

antes de que le llames "hombre"

Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.

La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,
la respuesta está flotando en el viento.

Cuántos años puede existir una montaña,
antes de que sea lavada (arrasada) por el mar.
Cuántos años pueden vivir algunos,
antes de que se les permita ser libres.
Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
y fingir que simplemente no lo ha visto.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.

Cuántas veces debe un hombre levantar la vista,
antes de poder ver el cielo.
Cuántas orejas debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.
Cuántas muertes serán necesarias, 
antes de que él se de cuenta,
de que ha muerto demasiada gente.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.

Bob Dylan - Blowing in the wind - Flotando en el viento (3).

Hoy también es pertinente tomar en cuenta otra reflexión. El 14 de febrero de 1990, la nave espacial no tripulada Voyager 1, a petición del astrofísico Carl Sagan, uno de los directores de los proyectos Voyager, giró la cámara para tomar una fotografía al planeta Tierra. A tal distancia, por supuesto, el planeta lució, por primera vez, como un pequeño y pálido punto azul en la inmensa lobreguez cósmica. En 1994, Carl Sagan publicó un libro a partir de la reflexión fundamental que hizo desde esta fotografía. Lo llamó "Un pálido punto azul" (4). En este libro, Carl Sagan discute por un lado la estupidez humana expresada en el dinero que se invierte en cabezas nucleares en comparación con otras aplicaciones más prácticas, pacifistas y ecoeficientes, así como del futuro de nuestra especie, del la ciencia y del planeta. En esta obra, la referencia concreta a la fotografía tomada por el Voyager 1 llama mucho la atención, pues es una reflexión profunda acerca de nuestro paradójico papel en el universo. Es un jalón de orejas a nuestra pretendida falsa importancia. 




En 2014, Neil de Grasse Tyson, discípulo de Carl Sagan, recordó estas líneas en Cosmos, una odisea espaciotemporal, el remake de la serie de divulgación científica más famosa de todos los tiempos. (5).

Comparto con ustedes el extracto completo en castellano publicado por el Proyecto SETI, de autoría de Carl Sagan también, en su oficina de México: 
"Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cada cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre, cada inventor y explorador, cada maestro moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y cada pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina del píxel. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido." (6).


Qué vigentes son hoy, a propósito de Siria y sus muertos, las reflexiones de estos dos estadounidenses, uno músico y el otro astrofísico, pero tan afines en términos de sapiencia, de visión, de proyecto de humanidad. Y qué terrible que otro estadounidense, con mucho más poder que los dos primeros, pero con mucha menos inteligencia, siembre la desgracia de la guerra nuevamente, para acaso convertirse o detentar el poder momentáneo de una fracción de un pequeño y pálido píxel. Los misiles siguen cayendo, la indolente indiferencia de millones sigue persistiendo, y la respuesta a todo ello sigue silbando en el viento.


Fuentes:
(1). Academia Sueca: Premio Nobel de Literatura 2016: https://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/2016/
(2). Bob Dylan cantando Blowin' in the wind en vivo: https://www.youtube.com/watch?v=vWwgrjjIMXA
(3). Traducción de la letra de Blowin' in the wind de Bob Dylan: http://www.letraseningles.es/letrascanciones/traduccionesAC/BobDylan-Blowinginthewind.html
(4). C. Sagan (1994). A pale blue dot. Disponible para descargar en castellano desde: https://lasteologias.files.wordpress.com/2008/06/sagan-carl-un-punto-azul-palido-una-vision-del-futuro-humano-en-el-espacio.pdf
(5). N. DeGrasse (2014). Extracto de Cosmos: Una odisea espaciotemporal sobre Un punto azul pálido: https://www.youtube.com/watch?v=R4HTkCAD-k0
(6). Traducción de extracto de Un punto azul pálido: http://www.setimexico.com/noticias/index.php

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