jueves, enero 05, 2006

Miscelánea Fotográfica: Trujillo, 31 de diciembre

Trujillo. Se mantiene el aire virreynal, el paso distinto, la antigüedad, la resistencia de una ciudad al paso del tiempo. Una resistencia que para nada es necedad, sino más bien orgullo, alegría, pura mística.

El mito de la otra velocidad. En el banco, comprobé forzosamente la vigencia de la "otra velocidad" provinciana. Observen el ticket # s-75, y en la pantalla llamando al # s-57. Más de una hora de espera.

Luego de la improvisada partida y llegada a Trujillo en estas fiestas, he podido llegar a compartir con ustedes algunas imágenes. En esta oportunidad les ofrezco algunas fotos de la mística y prácticamente invariante ciudad de Trujillo. El mismo 31 de diciembre me vi forzado a recibir un giro de mi padre, para lo que fui a Trujillo -me hospedo generalmente en Huanchaco-, y aproveché de vaciar la tarjeta de la cámara y tomar fotos por ahí.

Bella. No importa de dónde tomemos la foto, la Iglesia siempre saldrá bien, y con ella la plaza.

Postal. ¿No lo digo? Es la Plaza de Armas más bonita, qué duda cabe, de todo el Perú -y una de las más grandes, dicho sea de paso-.

Fiestas. Incluso el heladero se da maña para descansar con sus hijos. Más allá, una familia de turistas disfrutando de la vista. Un poco más lejos, un limpio Centro Histórico se ve adornado por una plaza con arbolitos navideños de distintas instituciones.

Limpia. Como no he visto en otros años, ahora puedo dar fe de que la Plaza estaba reluciente, muy bien cuidada. Espero que no sea solo para el excedente de turistas que vienen en estas épocas.

La plaza de armas, exactamente igual, se mantiene increíblemente idéntica, es como si fuera una postal de hace varios años, como si fuera un portal a la antigüedad. A veces, el que haya una diferencia entre las velocidades no supone el rechazo por el atraso, sino el acercamiento por el recuerdo.

A jugar. Cualquiera que observa una imagen del pasado queda abordado, colmado de una extraña sensación, entre felicidad y nostalgia, una paz interna; el corazón palpita contento, abierto.

La Clínica. ¿Cuántas veces he ido a salvar mis balones allí? Incluso años después, viviendo ya en Lima, recuerdo haberme traído en alguna visita una que otra pelota para ser curada en esta prestigiosa clínica. Un ícono vivo de mi niñez.

El agregado. El Mansiche se erige como uno de los estadios más modernos de sudamérica -¿se imaginaban esto hace algunos años?-. Una joya, esperemos que se cuide bien.

Calladito. El coloso Gran Chimú aguarda su oportunidad mientras observa celoso a su hermano Mansiche ostentar su nuevo look.

Recordar el parque donde solía de pequeño jugar y vender dulces -golosinas que sobraban de mis fiestas de cumpleaños y postres hechos en casa-, verlo prácticamente igual, supuso una nostálgica remembranza, un pequeñísimo viaje a mis 5 años. La Clínica de Pelotas, que visitaba con frecuencia, se mantiene aunque en una rezagada esquina. Lo que sí ha cambiado sobre manera es el estadio Mansiche. Es como ver una imagen incolora, y un montaje de color que indica la incongruencia, el contraste entre el pasado y la modernidad -todo el resto sigue igual, como en mis recuerdos, recuerdos de hace 15 años.-

Callecita. Recuerdo todas las sacadas de mugre queriendo aprender a montar bicicleta, o mejor dicho, queriendo mis tíos obligarme a aprender. Ya después, en Lima, aprendería sólo y sin darme cuenta.

Arbolotes. Me recuerdo corriendo bajo la inmensa sombra de unos arbolotes al frente, para luego tomar una chicha morada -la mejor que recuerde, con pedacitos de piña- y uno que otro turrón trujillano -sí, el naranja- o una deliciosa porción de picarones.

Gerónimo de la Torre, la calle de mi infancia, ha cambiado un tanto. Recuerdo que en la islilla del medio habían vendedores ambulantes, ahora hay árboles y verde. De hecho la casa donde solía jugar con mi skate y criar pollitos se ha convertido en la Reniec. En frente siempre el parque de juegos y las canchas, prácticamente igual, salvo por la remodelación del Mansiche, que más parece un agregado, un ente distinto, un edificio de otra época que salta a la vista fácilmente.

Inmortal. En su más que merecido Óvalo, Haya resalta para la posteridad. Un homenaje al fenómeno, al fuera de serie, al adelantado.

Por último, el óvalo con el monumento a Haya de la Torre, la Volvo y la Coca Cola, el dar la curva...

- Y de frente a Huanchaco, por favor, que hace medio año que no voy. ¿10 soles? mmm... ya, vamos...

6 comentarios:

Juan Arellano dijo...

Post seleccionado para la sección recomendados de BlogsPerú.

PetCham dijo...

Ojalá los apristas hubieran heredado algo de Haya, especialmente su sucesor de 4 letras...

Chema dijo...

¿Solo los apristas? Ojalá todos los peruanos hubiéramos heredado algo de un fuera de serie, de un genio como lo fue Haya de la Torre.

Irredento Urbanita dijo...

el verdadero apra murio con haya de la torre, dicen. para es solo un partiducho lleno de sakeadores de mi ciudad, truxillo esta atrasado y en buena parte por culpa del apra, ese cancer politico-social. saludos.
www.fotolog.net/valerybazan

Chema dijo...

Veo con tristeza que este post se está saliendo de su idea original, que era transmitir mediante esas fotografías y breves líneas alusivas, el sentimiento que me produce la señorial Trujillo, entrañable, cara.
Si mencioné a Haya de la Torre -y aquí discrepo con Vanessa- es porque considero que sigue vivo, no solo en sus planteamientos, sino también en su legado tangible, el análisis metodológico y programático de la política mediante la tesis de espacio-tiempo histórico, pero por sobre todo, su ejemplo de vida. Intachable, y no solo para los apristas -el APRA está al margen, aquí- yo me refería solamente a él.
Tienes toda la razón cuando dices que Trujillo está atrasada, y es evidente y yo lo noto, también. Murgia Zannier está enquistado hace muchos años y la verdad es que hace poco por mejorar la situación. Y el presidente regional... válgame, qué desastre. Pero meter a todos en el mismo saco no es solo ser mezquino, sino desatinado, odiador. Ejemplos de lo contrario los tienes al alcance de la mano: Javier Valle Riestra, LAS, Prialé, Seoane -estos tres últimos ya fallecidos, pero hombres probos y de renombre-, y, salvando las distancias, el actual congreso aprista que, como conjunto es una bancada eficiente, que tiene en sus filas a 5 de los 10 mejores congresistas según desempeño parlamentario -no sólo el número de leyes o proyectos presentados, sino también trabajo en comisiones de investigación y varios, y en menores gastos operativos con respecto a los otros-.
Con todo, este post no estaba para hacer debates políticos. Parte del blog sí, porque de hecho mi consciencia ciudadana y humanista me obliga -o mejor dicho me incita, de buena gana- a fomentar la opinión y, la participación y el interés de todos en ciertos temas que considero puntuales y muy importantes para el desarrollo del país como una entidad estable, unificada, cohesionada.
Pero eso sí, yo no utilizo este espacio como una ventana de propaganda política. Solo expreso y comparto algunas ideas -las opiniones y tendencias políticas no entran en estas ideas compartidas a través del blog, porque considero que eso no está bien-, imágenes, fotografías, un poco comunico mi existir al mundo. Tan solo esa paz. El humanismo.

casu dijo...

qé buenas fotos, me trajeron gratos recuerdos. la de la clínica de pelotas es simplemente genial.