lunes, marzo 20, 2017

¿Por qué barre bien la escobita?

Fuente: RADDAR / Consumiendo, TeleBucaramanga

Una vez, hace casi 10 años, cuando aún salía con P, ella me recomendó que ingrese mi currículum vitae en la bolsa de trabajo de la PUCP. Me pareció una excelente idea, así que revisé mi CV e inmediatamente subí mis datos a la Bolsa de trabajo de la Universidad.

No pasó ni dos días, cuando recibí un correo de CEDRO. Necesitaban voluntarios para un proyecto de servicio con jóvenes en riesgo en el Callao. Respondí en el acto y quedé para ir a una entrevista, la cita era en un par de días más. 

El día de la entrevista, me encontré con algunos amigos de la universidad quienes también estaban postulando, no obstatnte a que el "puesto" era voluntario. Luego de mi turno, escuché decir al entrevistador que eran 20 postulantes, y que yo sería el seleccionado. 

Estaba muy entusiasmado, me acordé de la frase antigua varias veces dicha por mi padre, "escobita nueva barre bien", y cuando me asignaron un grupo de adolescentes, no dudé en esforzarme mucho para que estén lo más a gusto. 

Recuerdo también que se me asignó un grupo de púberes en una gran unidad escolar en el Callao. Ese primer día en un colegio público fue desastrozo, me tiraron papelitos, me dibujaron en la pizarra, no me hacían caso. Le pregunté a un profesor y me dijo: "no se moleste, joven, ese salón 'J' es el de los perdidos. Allí ni siquiera hay profesores, mandamos a los alumnos más problemáticos para que no estén molestando en las demás clases". Lejos de asustarme, esta información me motivó más. Regresé varias veces más a ese salón, más allá de la charla inicial que era lo único que se había programado. Me llevé a unos cuantos de esos chicos al grupo de adolescentes del proyecto, y varios de ellos se quedaron hasta el fin de ese programa.

Hace un par de días, necesitaba cambiar dinero por monedas, por lo que fui al banco. Mi sorpresa fue grata cuando me encontré con una de mis alumnas, quien, emocionada y agradecida, me dijo que estaba cursando su segunda carrera y que trabajaba en el banco para pagársela. Me despedí de ella contento, haciendo sonar las monedas. Fui a mi nueva sesión de clases con la misma motivación de aquella vez en que mi viejo me dijo eso de la escobita que barre bien. Enmendaría desde ya esa frase: La escobita barre bien no por nueva, sino por motivada, por tener vocación.

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