jueves, mayo 24, 2012

Yo no soy

El programa "Yo soy" es indudablemente uno de los más vistos de la actual televisión peruana. Ha sido traído al Perú, como "Doctor TV", por la GV producciones de Gisella Valcárcel, que se ha dedicado a comprar franquicias de programas relativamente exitosos, pero imitados al caballazo, y sin respetar ciertos criterios elementales del buen gusto, el sentido común y la esencia de esos mismos programas. Tanto Yo Soy como Doctor TV padecen fallas consumadas que son absurdas. Sin embargo hoy nos abocaremos, particularmente, a Yo soy.

Para empezar, Yo Soy es una franquicia de Gestmusic Endemol, empresa española que pirateó y modificó abruptamente y sin criterio el formato de Britain's Got Talent en su edición española. Britain's Got Talent (BGT) es el programa reality musical más famoso del mundo, pionero y auténtico en su género, que no basa el talento en la imitación, sino en las facultades y particularidades de cada uno de los concursantes, permitiéndoles mostrarse tal como son, y como quieren ser (¿eso no el verdadero sueño que tienen los concursantes?). Además, BGT no se restringe únicamente al canto individual, sino que demuestra bastante versatilidad y amplitud de criterio. 

El formato de Gestmusic Endemol, que es una mala copia de la versión española de BGT, obliga a los participantes a imitar a un cantante de renombre, y por consiguiente achata su techo musical y sus posibilidades reales de éxito futuro. ¿Qué le espera a un imitador cuando acabe el concurso, sino solo imitar a otro artista? Ese formato evidencia su poca consistencia también en casos particulares: hay imitadores que cantan mejor que sus versiones originales, y por consiguiente, pese a tener talento, son eliminados. ¡Este formato estúpido hace prevalecer la imitación por sobre el talento! ¿Por qué no, más bien, comprar la franquicia de BGT, cuyo formato es más inteligente y práctico desde el punto de vista musical, que ayuda a desarrollar el talento y los nuevos artistas? 

Además, los ganadores reciben un ridículo premio de 25,000 dólares, como si el programa no se llevara, con sus abundantes sponsors, sus buenos cientos de miles de dólares. Huelga decir que los premios tanto en Endemol España y Chile, como en BGT son mucho mayores, y realmente ayudan a los participantes a seguir carreras musicales, de ser el caso. En este año nomás, BGT premió solo al primer lugar con 500,000 libras esterlinas, es decir, más de 80,000 dólares, además de apoyar a sus finalistas en la producción discográfica. Esperemos que GV Producciones y/o Frecuencia Latina se preocupen, luego del programa por los participantes, muchos de los cuales tienen verdadero talento, más allá de las imitaciones que no les permitirán tener una fructífera carrera musical, a no ser que se labren solos su propia historia.

Por último, BGT no le da prácticamente ninguna importancia a la familia de los concursantes, salvo en la audición, y no se anda con pueriles e inmaduras crónicas con músicas lastimeras, en las que hablan y lloran los abuelos y los hijos por lo mucho que ha sufrido el concursante. ¿Tendrá esto que ver con nuestra pura idiosincrasia latina, de depender de la familia para todo, de mostrarse sufriente frente al destino aciago que les tocó vivir? 

Hasta cuándo los programas de televisión en el Perú van a centrarse solo en el rating, y no en hacer pedagogía de verdad, como podría ser que es el talento y la dedicación  es lo que importa, mas no la mera imitación, la dependencia familiar y otras nimiedades. ¿Hasta cuándo vamos a importar franquicias y modos de pensar que no aportan nada a nuestra sociedad? Ya tienen una solución: Consigan el formato BGT y de ahí hablamos. 

martes, mayo 22, 2012

Frío Rico y la intolerancia

Siempre he cuestionado la publicidad en el Perú, casi tanto como he cuestionado los chistes racistas, machistas y a veces hasta fascistas de ciertos programas de Televisión como Al Fondo Hay Sitio y los programas cómicos. Lo que cuestiono es bastante simple, en realidad, y es el facilismo de caer en el chiste fácil, en la publicidad fácil; el apelar a estereotipos no trae nada bueno consigo, porque refuerza los comportamientos, actitudes, heurísticos y atribuciones intolerantes, que se relacionan a la violencia, la incultura y la exclusión social.Hace poco se ha dado a conocer un comercial de Frío Rico, de Donofrio, que encontrarán aquí:



Este comercial encierra en sí mismo una mentalidad conservadora en extremo,  por no decir "creatividad" -es un sinsentido decirlo-; apelando a estereotipos sexistas y homófobos. ¿Acaso en estos tiempos es popular pensar que no ser heterosexual es estar equivocado? Ciertamente, personas intolerantes como el Cardenal Juan Luis Cipriani pensarían de esta manera, pero ya no la mayoría de la gente, y mucho menos los intelectuales. 

Tardíamente, recién en 1990, el 17 de mayo (la semana pasada se cumplieron 22 años), la Organización Mundial de la Salud declaró que la homosexualidad no era más una enfermedad mental, apartándola de los CIE-10 y DSM-IV. Este día fue conocido, desde entonces, como el Día Mundial Contra la Homofobia. Lo que ahora se evidencia como enfermedad mental, y probablemente también del alma, es más bien la propia homofobia, y en buena cuenta, la intolerancia como tal.

Existen varios estudios psicológicos, psicosociales y estadísticos que asocian el conservadurismo político, en varias de sus manifestaciones (tales como posturas ultra-conservadoras, religiosas, etc.) a un bajo coeficiente intelectual (aquí un ejemplo).


En medio de esta coyuntura, los medios de comunicación son el Cuarto Poder, y no es posible que se suban contenidos de este tipo sin ningún monitoreo previo, que pueda evitar ofender a alguna minoría (en esta caso, la población LGBT). No debería entenderse este pedido como una censura previa, sino como una consulta legítima a través de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (o cualquier organismo competente), que incluya a representantes de las comunidades y poblaciones vulnerables, como la población LGBT, justamente para no caer en este tipo de lamentables situaciones.

En lugar de hacer chistes o publicidad que pueda ser considerado ofensivo por las minorías, los publicistas y comunicadores deben entender que el poder que tienen es demasiado grande como para darse el lujo de no tomarse en serio su trabajo, y ver la manera de hacer pedagogía en civismo, inclusión y tolerancia.

Recomiendo, a propósito dos cosas:
1. El último post de Diego Avendaño, también de hoy y sobre el mismo tema.
2. El grupo de facebook Memes Anti Cipriani, colectivo creado hace unos pocos días en respuesta a la actitud intolerante del Cardenal Juan Luis Cipriani de censurar al excelente ser humano Gastón Garatea.