martes, mayo 22, 2012

Frío Rico y la intolerancia

Siempre he cuestionado la publicidad en el Perú, casi tanto como he cuestionado los chistes racistas, machistas y a veces hasta fascistas de ciertos programas de Televisión como Al Fondo Hay Sitio y los programas cómicos. Lo que cuestiono es bastante simple, en realidad, y es el facilismo de caer en el chiste fácil, en la publicidad fácil; el apelar a estereotipos no trae nada bueno consigo, porque refuerza los comportamientos, actitudes, heurísticos y atribuciones intolerantes, que se relacionan a la violencia, la incultura y la exclusión social.Hace poco se ha dado a conocer un comercial de Frío Rico, de Donofrio, que encontrarán aquí:



Este comercial encierra en sí mismo una mentalidad conservadora en extremo,  por no decir "creatividad" -es un sinsentido decirlo-; apelando a estereotipos sexistas y homófobos. ¿Acaso en estos tiempos es popular pensar que no ser heterosexual es estar equivocado? Ciertamente, personas intolerantes como el Cardenal Juan Luis Cipriani pensarían de esta manera, pero ya no la mayoría de la gente, y mucho menos los intelectuales. 

Tardíamente, recién en 1990, el 17 de mayo (la semana pasada se cumplieron 22 años), la Organización Mundial de la Salud declaró que la homosexualidad no era más una enfermedad mental, apartándola de los CIE-10 y DSM-IV. Este día fue conocido, desde entonces, como el Día Mundial Contra la Homofobia. Lo que ahora se evidencia como enfermedad mental, y probablemente también del alma, es más bien la propia homofobia, y en buena cuenta, la intolerancia como tal.

Existen varios estudios psicológicos, psicosociales y estadísticos que asocian el conservadurismo político, en varias de sus manifestaciones (tales como posturas ultra-conservadoras, religiosas, etc.) a un bajo coeficiente intelectual (aquí un ejemplo).


En medio de esta coyuntura, los medios de comunicación son el Cuarto Poder, y no es posible que se suban contenidos de este tipo sin ningún monitoreo previo, que pueda evitar ofender a alguna minoría (en esta caso, la población LGBT). No debería entenderse este pedido como una censura previa, sino como una consulta legítima a través de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (o cualquier organismo competente), que incluya a representantes de las comunidades y poblaciones vulnerables, como la población LGBT, justamente para no caer en este tipo de lamentables situaciones.

En lugar de hacer chistes o publicidad que pueda ser considerado ofensivo por las minorías, los publicistas y comunicadores deben entender que el poder que tienen es demasiado grande como para darse el lujo de no tomarse en serio su trabajo, y ver la manera de hacer pedagogía en civismo, inclusión y tolerancia.

Recomiendo, a propósito dos cosas:
1. El último post de Diego Avendaño, también de hoy y sobre el mismo tema.
2. El grupo de facebook Memes Anti Cipriani, colectivo creado hace unos pocos días en respuesta a la actitud intolerante del Cardenal Juan Luis Cipriani de censurar al excelente ser humano Gastón Garatea.

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