viernes, junio 03, 2011

Lo moralmente inadmisible: Razones para votar por Ollanta Humala

En esta segunda vuelta, he decidido votar por Ollanta Humala. A continuación, expondré los motivos por los que considero que es el mal menor:

1.       Del poder histórico de la derecha y la debilidad de la izquierda. En la historia peruana, las dictaduras, salvo una, han sido todas de derecha. Es más, podemos hacer un paralelo entre el grado de derechismo y la longevidad de las mismas: las de Leguía, Fujimori y Odría fueron las más largas y las más tiradas hacia el espectro derechista. La dictadura de Velasco, por su parte, la única de izquierda, no debe ser sumársele el período de Morales Bermúdez, pues fueron correlativas, pero diferentes en el modelo económico. Que la derecha sea la que ha tenido las dictaduras más largas habla de su poder mediático y su relación con el establishment. En ese mismo sentido, las candidaturas de izquierda siempre han sido derrotadas por todos los medios posibles, golpes de estado y fraudes incluidos, tales son los tres casos frente a Haya de la Torre en 1931, 1962 y 1963. Esto mismo hace pensar que si Ollanta Humala llega al poder, no va a poder hacer lo que le venga en gana, porque inmediatamente los poderosos se lo van a impedir.

2.       De la fragmentación y la tendencia hacia el centro. Ollanta Humala, de ganar las elecciones, no va a poder hacer lo que le venga en gana porque sencillamente la coyuntura política actual, fragmentada y polarizada, lo va a obligar -ya lo ha obligado- a ceder y tender al centro, buscando consensos, como lo demuestran los documentos complementarios al Plan de Gobierno presentado en diciembre de 2010 (Compromiso con el Perú, Hoja de Ruta, etc.). Recordemos que en el último debate, Ollanta pronunció una insólita afirmación: "De ganar las elecciones, convocaríamos a la señora Fujimori", demostrando una voluntad de concertación que hasta ahora no se ha visto en el fujimorismo. Ollanta Humala está, pues, perfectamente consciente de que no tiene el poder suficiente para hacer lo que le venga en gana, y de que las adhesiones que está coleccionando en este momento, se le voltearán si es que pretende sorprender a los que confiamos en su palabra (Alejandro Toledo, Mario Vargas Llosa, los colectivos de profesionales tales como los escritores, poetas, artistas, historiadores, politólogos, entre otros que se han mostrado en contra del fujimorismo, y por tanto a favor de su candidatura).

3.       De las diferencias entre los escenarios de Venezuela en 1998 y Perú en 2011. Señalemos sus diferencias “espacio-temporales”,  o en buena cuenta, las diferencias entre Chávez y Humala:

a. Ollanta no tiene la barriga llena de petróleo. No es posible que haga lo mismo, sencilla y llanamente porque no tiene el dinero para hacerlo.

b. Ollanta no tiene suficiente poder militar, porque ya está claro en el punto 1 que los militarismos han sido siempre de derecha. Además,  el fujimorismo, que es la fuerza con la que compite, también tiene poder militar pues muchos militares son fujimoristas, y ambos se neutralizarían mutuamente.

c. Viene del punto 2, Ollanta Humala no tendrá mayoría parlamentaria. Apenas tuvo 31%, y necesita tenderse al centro para acumular más, por lo tanto tiene que ceder y moderarse.

4.       De ‘Madre Mía’ y su votación por Gana Perú. Repasemos el “gran pasivo” de Ollanta Humala, es decir, lo acontecido en el Centro Poblado de Madre Mía, Distrito de Nuevo Progreso, Provincia de Tocache, Departamento de San Martín. En esta primera vuelta 2011, Gana Perú tuvo aquí el 61% de votos válidos, como registra la ONPE. ¿Es posible que, de ser cierta tanta atrocidad contra los pobladores de esta comunidad, la persona de Ollanta Humala obtenga el 61% de los votos del Distrito de Nuevo Progreso? En ese mismo sentido, en las elecciones de primera vuelta de 2006, Unión por el Perú que lo postuló a la presidencia en ese entonces, obtuvo una votación del 56%, mientras que en la segunda vuelta tuvo una votación del 81%. Es bastante cuestionable, por tanto, darle credibilidad a las denuncias presentadas en contra de Ollanta Humala, considerando la simpatía que despertó su candidatura en los tres últimos procesos nacionales en los que le ha ido tan soberbiamente bien. Es cuestionable, además,  porque el hoy Presidente del Poder Judicial, quien condenó a Alberto Fujimori a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, es el mismo juez que, en tercera instancia, lo absolvió del proceso en la Corte Suprema. Por su parte, el ex presidente ha sido condenado por ser el responsable mediato del secuestro agravado de personas, de ser el jefe de un comando paramilitar que asesinó y torturó, y de un larguísimo etcétera.

5.       De su supuesta consideración con Sendero Luminoso. Repasemos el otro supuesto pasivo de Ollanta Humala, su supuesta visión de Sendero Luminoso como una “fuerza beligerante”. Ayer, Rosa María Palacios entrevistó al señor Luis Delgado Aparicio, quien pretendió vincular a Ollanta Humala con Hugo Chávez y con ideas reivindicativas de Sendero Luminoso. La periodista Rosa María Palacios, habiendo leído el texto completo del libro de Ollanta Humala, refutó todas y cada una de las argumentaciones del señor Delgado Aparicio, como consta aquí. Considerando que la señora Rosa María Palacios no es precisamente una humalista confesa (la mitad de la campaña la ha dedicado a enfilar baterías contra Ollanta Humala), que por el contrario ha trabajado con fujimoristas -muchas personas la consideran una fujimorista-, y se encuentra trabajando actualmente en un medio con una marcada tendencia favorable al fujimorismo, sus conclusiones luego de leer el libro le dejaron tal impresión que se animó a decir “que le hubiera convenido publicar el libro” en el Perú, que “se humaniza”, que “en el libro no hay ninguna referencia a un vínculo con el chavismo”, y que “su postura contra Sendero Luminoso está bien fundada”. Al otro lado tenemos a Alberto Fujimori, de quien se dice que fue el responsable de la captura del siglo, la de Abimael Guzmán Reynoso, el 12 de setiembre de 1992. ¿Qué pensarían si les digo que existen pruebas de que fue el presidente Fujimori quien mandó frustrar la captura de Abimael Guzmán en diciembre de 1990? La denuncia existe, de modo tal que fueron otros los que se mostraron condescendientes con Sendero Luminoso, y conviene que esta denuncia sea recordada por aquellos a quienes la memoria parece fallarles.

6.       Porque es mejor pecar por exceso que pecar por defecto. Si bien es cierto que el Plan de Gobierno de Gana Perú, elaborado por Félix Jimenez, genera muchos cuestionamientos, dudas y temores legítimos, la voluntad concertadora de Ollanta Humala para intentar aglutinar mayor espectro electoral es real, y ha sido puesta en manifiesto tanto en los documentos complementarios como en la convocatoria de técnicos y de personalidades de otras tiendas políticas. Por el contrario, las ausencias en el Plan de Gobierno de Fuerza 2011 en temas sensibles y fundamentales, como veremos más adelante, no solo es francamente lamentable, sino muy preocupante.

7.       Porque es el momento del mejor Humala. Finalmente, las condiciones están dadas para elegir, probablemente al mejor Humala que podamos encontrar en su todavía corta carrera política. Si Ollanta Humala es elegido presidente, no le conviene quedar mal con un gobierno desastroso, pues se quemaría políticamente. Es razonable pensar que si Ollanta Humala hace un gobierno de ancha base, será bien recordado y el pueblo podrá reelegirlo democráticamente 5 años después de entregar el poder a su sucesor.  Por el contrario, de elegir a Keiko Fujimori y al fujimorismo, teniendo en cuenta cuáles y quiénes son sus aliados y los interesados en que sea quien gane las elecciones: los grupos de poder económico (Grupo Crédito y otros bancos, AFPs, Grupo El Comercio, Grupo Correo, mineros, CONFIEP, etc.), políticos corruptos con intereses en juego (Alan García y sus alanistas para no ser investigados, Luis Castañeda, Kouri, Montesinos para chantajear por su libertad, entre otros), poderosos conservadores como Cipriani, entre otros, le recordarán que sus adhesiones no serán gratis y le harán agachar la cabeza, bloqueando y dificultando cualquier reforma que beneficie a los más necesitados, y no solo manteniendo sino acrecentado el descontento generalizado. Dadas esas condiciones, de ganar Keiko Fujimori y “patear” a Humala nuevamente por 5 años, será tal el grado de descontento y lo capitalizará tan bien el propio Humala, que es probable que en 2016 regrese a sus ideas radicales, legitimado en el mayor descontento de la gente, y probablemente triunfe en primera vuelta. Pensemos: si en estas elecciones no estuviera participando el fujimorismo, probablemente Humala tendría más de 40%, pues tanto él como Keiko representan a los sectores más populares, lo que demuestra el ominoso fracaso del segundo gobierno alanista.

Como contraparte, considero que el fujimorismo es el mal mayor por lo siguiente:

1.       Porque es un enemigo que se presenta como amigo. Se hace llamar la candidatura del sistema, pero lo que encubre es una telaraña de la corrupción que se ha robado tanto que figura en el 7mo lugar en el mundo según Transparencia de Inglaterra. Si a usted le preocupa la economía, debe recordar que los 6 ministros de economía fujimoristas han sido procesados por corrupción, es decir, por meterle la mano al bolsillo.

2.       Porque va a aprovechar la conveniencia y la complicidad del establishment, de hacerse de la vista gorda con respecto a la corrupción. La razón por la que las dictaduras de derecha en el Perú han durado tanto es porque a los grupos de poder económico no les importa que se robe, con tal de que las condiciones se mantengan. Pasó con Fujimori padre. Tan es así que cierta frase se hizo refrán popular “que robe, pero que haga obra”, lo que demuestra que la gente empezó a tolerar la corrupción, a hacerla parte de su vida diaria. No es exagerado decir que en el fujimorismo, la corrupción fue el mecanismo del estado para el control del país, junto con el asistencialismo clientelista.

3.       Por sus puntos flacos en el Plan de Gobierno en lo referente a Prevención y resolución de conflictos sociales, derechos humanos, lucha anticorrupción, protección frente a los transgénicos, respeto del medio ambiente y biodiversidad, respeto a la diversidad cultural, entre otros temas relevantes y trascendentales, reconocidos por la propia candidata Keiko Fujimori, y particularmente importantes en esta coyuntura de polarización y conflicto. Considerando que estamos en un momento difícil de exacerbación social y violencia, no tener una hoja de ruta ni experiencia comprobada sobre la prevención y resolución de conflictos sociales, y peor aún, tener a fascistas probados como Chlimper, que prefieren resolver los conflictos "a balazos", no solo es contraproducente, sino muy peligroso.

4.       Por el pensamiento facilista, fascista, intolerante y conservador que tienen muchos de los partidarios y dirigentes del fujimorismo, cuyos lapsus y actos fallidos muestran en realidad la verdadera personalidad y el trasfondo agresivo, revanchista y reaccionario de los mismos. Las frases desafortunadas de Martha Chávez, Jorge Trelles, Rolando Souza, Rafael Rey, Chlimper, Cuculiza, entre otros muestra de ello, son advertencias, muestras al desnudo de su potencialidad agresiva y psicopática. Además, su colosal ignorancia sobre los temas fundamentales –como vimos en el punto anterior-, y su tendencia al extremismo de criterios, de cinismo y de falta de tino nos hacen pensar que en cualquier ministerio producirían hecatombes dantescas. Imagínese usted a José Chlimper en la cartera de Agricultura o de Trabajo, a Rolando Souza de Justicia, a Martha Chávez o Luisa María Cuculiza, que prefería tener a sus enemigos políticos desaparecidos, como Ministras de la Mujer y Desarrollo Social, a Alex Aguinaga de Ministro de Salud, o a Carlos Raffo de Transportes y Comunicaciones. Cada uno peor y más impresentable que el otro. Porque los gobiernos son equipos, y este equipo naranja es un desastre, a diferencia de Gana Perú, cuyos miembros, salvo algunos pocos legítimamente cuestionables, está lleno de profesionales e invitados notables.

5.       Porque sus aliados, los poderosos, los ricos y los corruptos, harán conjuntamente un cargamontón que le hará a Keiko bajar la cabeza y recordar gracias a quién es presidenta. El apoyo de los ricos, poderosos y corruptos no es gratuito, implica una serie de favores, y por tanto limita las probabilidades de acción, pero no para el latrocinio conjunto, sino para las obras sociales que favorecen a los más pobres, y a las reformas que las hacen posibles. Consecuentemente, el pueblo no sentirá ningún cambio, como ha ocurrido en este gobierno, y las probabilidades de que Humala, nuevamente sea presidente en 2016 ya no serán tales, sino que de todas maneras saldría en primera vuelta, con mayoría en el congreso, y con legitimidad, allí sí, para hacer lo que le venga en gana.

6.       Porque no es admisible hipotecar los principios por conveniencias económicas. Ya lo dijo Saramago en su Ensayo sobre la Ceguera: “La dignidad no tiene precio, que una persona empieza a ceder en las pequeñas cosas y termina por perder todo el sentido de la vida”. Ya lo intentamos el 2006, votando por Alan García contra el miedo que representaba el chavismo en el Perú. Preferimos al malo conocido que al malo por conocer. Votamos siguiendo la máxima “O con Chávez o con el Perú”, y nos creímos el cuento del “Cambio Responsable”, pero lo único que vimos cambiar fue la talla de pantalón del presidente. Tan grande fue el cambio responsable, que se produjeron muchos conflictos sociales más que en los 5 años que le precedieron, ocasionando alrededor de 100 muertos con una nula política de prevención de la violencia y de resolución de conflictos. El cambio responsable del alanismo nos deja un país dividido entre la izquierda y la derecha, entre los ricos y los pobres, entre los favorecidos y los ignorados, evidenciando cada vez más las brechas sociales y la exclusión de ese Perú profundo, femenino y rural.  El cambio responsable nos ha dejado manifestaciones racistas, xenofóbicas y maximalistas que son francamente inaceptables, pero que nos dan una idea de lo poco que hemos avanzado en inclusión y en madurez social. Si siempre vamos a pensar en que es mejor vivir en la vergüenza que en el miedo, entonces nunca seremos verdaderamente capaces de superarnos a nosotros mismos en nuestras limitaciones, en nuestras taras, en aquello que todavía nos hace ser tercermundistas, que no tiene nada que ver con lo económico, sino con lo moral. ¿Cómo es posible que prioricemos lo económico a lo fundamental de la vida que es la autenticidad, la integridad, la coherencia? ¿Qué es sino la realización personal, la educación, la virtud, sino una forma de dignidad, de sentirse bien, de respeto y de confianza hacia el otro? Con mayor economía, pero sin moral, siempre seguirán robando los ladrones, y la desconfianza seguirá siendo la única norma que nos vincule a los demás. El 51% de los peruanos desconfía de su entorno más cercano, inclusive de sus amigos y familiares. Imagínese entonces, usted, en un taxi, y tiene que ir a recoger algún encargo. ¿Dejaría su mochila con sus pertenencias en el asiento? De hecho que no. Bueno, pues, sepa usted que en otros países es posible. Sepa usted que en muchas ciudades del mundo puede usted dejar su bicicleta fuera de la casa y nadie se la va a robar, sencillamente porque el robo no es parte de su vida diaria. Sepa usted que en otras partes del mundo, cuando ocurre un terremoto, muchas personas buscan ayudar a los demás antes que pisotearlos y pasarlos por encima. Sepa usted que muchas personas en otros países, por consideración, se ponen máscaras cuando están resfriados para no contagiar a los demás peatones. Sepa usted que en otros países, los primeros que llegan a trabajar se estacionan en lo más profundo del estacionamiento, para no dificultar la llegada, y que respetan la luz en rojo así no pasen automóviles, y sobre todo delante de los niños para darles el buen ejemplo. Sepa usted que en otros países es posible que todos respeten las leyes de tránsito sin que haya un policía que esté vigilando a todos. Así pues, si seguimos el razonamiento de que lo económico y lo conveniente debe pesar sobre nuestros principios, entonces nunca por nunca llegaremos a ese nivel de desarrollo moral de esos otros países, porque nuestro subdesarrollo no está en la falta de riquezas, sino en la falta de humanidad.

Por esa razón última y fundamental, y por las otras acá expuestas, yo votaré por Ollanta Humala este domingo.