viernes, julio 03, 2009

El fenómeno de Crazy Combi



No es extraño que el facebook sea, junto con Twitter, la página del momento en todo el mundo. Sus múltiples posibilidades en interfaces dinámicos y ágiles, muy sencillos de entender y aplicar por sus usuarios convierten a esta página en el nuevo monstruo de la Internet.
Es así que llegaron múltiples juegos muy divertidos como Waka Waka, World Traveler, Tiping Maniac y Crazy Taxi. De este último se logró la adaptación, bien peruana, del Crazy Combi gracias a Inventarte.net.
Crazy Combi cuenta con ya más de 120,000 jugadores, y ya cruzó nuestras fronteras. Es muy difícil mantenerse en los primeros lugares entre tus propios conocidos, pues todo el mundo se está enviciando con el maldito juego. Es tan perfectamente concebido y aplicado a nuestra realidad, que es imperdible e imposible dejar de jugarlo, y por consiguiente, cagarnos todos de risa en el intento.
La dinámica del juego es muy simple, uno domina una combi que se conduce en tres carriles, pudiendo "moverse" hacia la izquierda y derecha, y también saltar si así fuera conveniente, ya que la velocidad de la combi es superior a los demás automóviles y a veces los tres carriles están ocupados. La evolución del juego ha sido rápida y ahora hay más de una combi para elegir, más de un tema de audio, y varios tracks alusivos al sociolecto y al sociomundo de la combi y el tránsito vehicular público limeño.
A mí me cae a pelo por el tema de mi tesis, y me divierte mucho esta sana coincidencia temática. Me he enviciado con el juego, y tengo que seguir jugando para no quedarme demasiado atrás en el ránking entre mis contactos.
Sin embargo hay un tema que es preciso tocar: el racismo implícito asociado. Debemos hacer, con todo, una pequeña reflexión, porque tampoco se trata de burlarse de este pequeño mundo dentro del nuestro. Es cierto, el juego es genial; es la extracción perfecta de una parte de nuestra sociedad, pero lamentablemente tiende también a ridiculizar a este gran número de compatriotas que trabajan alrededor de 15 horas al día, sometidos a una presión y a un estrés sin nombre, en el que tienen que afrontar la rampante competencia de sus propias líneas y las empresas piratas, además de una condición de pobreza que no les permite dar tregua ni siquiera al propio cansancio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Brother, toda esa parafernalia es un universo de ridiculización, desde los carteles con colorinches hasta Bareto, pasando tangencialmente por Crazy Combi, porque bueno, en esa partícula del transporte urbano, es una muestra del juego del prepotente en el Perú, en cualquier ámbito.

En fin, no más. Esto es lo más interesante que he visto sobre el tema esta semana. "Muchacho Provinciano" mientras conduzco, se me hace como estar en la cámara de gas.