La Trampa de las Encuestas: ¡Al Descubierto!

Se dice mucho de las empresas encuestadoras, que no son confiables, que favorecen a la derecha peruana, y sobre todo, que manipulan la intención de voto de los tibios y siempre indecisos peruanos. Se hablaba de la campaña antiaprista en las encuestas para desanimar a los simpatizantes de la estrella, de que se inflaba a Lourdes Flores y se minimizaba a Valentín Paniagua para que este no le reste votos-desanimando a sus simpatizantes, siempre asociados al PPC más que a otro partido político fuera de AP-. Ahora, la estrategia de la derecha, como muchos ya se habrán dado cuenta, es magnificar a Humala, cosa que genera un miedo en la población, y el síndrome del voto condicionado: "No puede salir Humala". Con esta estrategia, la derecha pretende asustar a los simpatizantes de tiendas políticas distintas a los tres candidatos con mayor opción, concentrando su voto en Lourdes, para que Ollanta "no gane en primera vuelta"; pero en realidad, para sacar del camino al APRA, el verdadero contendor de UN y situarse de todas maneras en la segunda vuelta frente al candidato de la Olla.

Dicho esto, pretendo con esta imagen, que en calidad de primicia ofrezco a todos los que tengan a bien verla -tomada de la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre el 24 y 26 de febrero del 2006-, comprobar la falsedad y la intencionalidad tendenciosa de las mismas encuestas, que favorecen a sectores impopulares. Observando la ficha técnica de la encuesta realizada a nivel nacional, me di con la sorpresa siguiente: la dispersión de los universos electorales regionales era muy distinta, como se aprecia en la imagen. Qué casualidad que en los sectores donde la tendencia histórica es aprista, la dispersión con respecto a los distritos donde se recabaron los datos era menor a aquellos lugares históricamente antiapristas. Como es lógico, mientras más disperso esté el universo regional de encuestados, esto condiciona los resultados de manera que aumenta la proporción de la tendencia histórica que impera sobre esa determinada región. Caso opuesto se da cuando la dispersión de este universo regional de encuestados es mínima, irrespetando la tendencia histórica de la región, acortando la brecha de la misma.

Procederemos ahora a ver qué sucede con esta encuesta. Situémonos, por favor, en la página 9 de la misma -la dirección de la página es la siguiente:

Encuesta PUCP-.

Fino. Es difícil percibir un "error" como este, aunque, por supuesto, como error que es, perjudica y altera los resultados. -Error entre comillas, claro, porque la intencionalidad es una sola, perjudicar a cierta agrupación política-.

Como se puede observar en el recuadro -si está muy pequeña la imagen pueden seguir el link arriba descrito y situar el pdf en la página 9, donde aparece la ficha técnica de la encuesta completa-, hay una diferencia sustancial en la dispersión del universo de encuestados en términos distritales en cada región de marcada tendencia histórica aprista o antiaprista/ no-aprista, dispersión que es elevada cuando se trata de una región antiaprista/ no-aprista -como Arequipa, Loreto y Cuzco-, y muy reducida cuando se trata de regiones de innegable tendencia histórica aprista -La Libertad, Piura, Cajamarca, Ica y Lambayeque-. Por lógica, ustedes entenderán que, a mayor dispersión del universo regional de encuestados, mayor la posibilidad de que la tendencia histórica se mantenga, alargando la brecha, incluso -esto es, simple cálculo de probabildidades-. Por el contrario, a menor dispersión del universo regional de encuestados, menores posibilidades hay de que las muestras reflejen esta tendencia histórica, y tiendan, más bien, a reducirla.

Resulta, pues, sospechoso que en una región como Arequipa en la que el APRA nunca ha tenido favoritismo político, sino más bien el voto del descontento -Fujimori, Toledo, Ollanta-, se haya consultado nada menos que 11 distritos, mientras que en Cuzco 5 y en Loreto 3, respectivamente. Ahora bien, en Cajamarca solo tenemos 2 distritos encuestados, al igual que en Piura, mientras que en Ica y en Lambayeque 3, y en La Libertad 4. ¿Acaso Arequipa representa 11/4 de La Libertad poblacionalmente hablando? -ojo, hablamos de la dispersión, no de que hayan habido más encuestados en una región o en otra-. Esto, sin contar que en regiones históricamente apristas como Lambayeque y La Libertad, los distritos encuestados son todos de la costa, lo que influye necesariamente en las preferencias electorales, dado que las muestras recabadas en dichas regiones no son representativas, porque el APRA tiene una cuantiosa presencia en la sierra norte. Por último, en lo que respecta a la región Lima, hay un dato interesante: se toman 25 distritos, y qué curioso, no se toman ni Vitarte ni Breña, dos distritos con una tendencia histórica aprista considerable.

¿Cuál es el criterio para estas abruptas diferencias en términos de dispersión distrital de encuestados en cada región? -¿No sería, lo lógico, apelar al porcentaje poblacional en términos comparativos y nacionales para que así no haya faltas a la representatividad?- ¿Por qué justamente en regiones donde prevalece una tendencia histórica marcadamente aprista la dispersión del universo regional de encuestados en términos de distritos es menor que en las regiones antiapristas o no apristas? Invito, pues, a la reflexión.

Y esta encuesta es "relativamente seria", ¿ah? Ahora bien, no porque estudie en la PUCP voy a salir a defenderla a capa y espada, por el contrario, critico cuando hay que criticar. Si esta encuesta, con todo, es seria... ¿Qué se puede esperar, entonces, de encuestadoras como Apoyo, Analistas y Consultores, etc. etc. etc. que, en un principio engrandecieron a Lourdes Flores Nano y minimizaron a Valentín Paniagua para que no le quite votos de su compartido universo electoral, y que ahora pretenden engrandecer a Ollanta Humala para meterle miedo a los electores que piensan votar por los candidatos chicos para que voten por Lourdes y pueda vencer al APRA para pasar a segunda vuelta con el Comandante?

Ahí está, pues, la trampa de las encuestas, la trampa de la derecha.

Descanso merecido

La semana pasada -y también la antepasada, en realidad-, fuera del agotamiento que me produjo el rigor académico autoimpuesto, tuvo algunas noticias provechosas. Algunas de ellas me produjeron reminiscencias que me liberaron de culpas que no tenían razón de ser, otras rellenar mi escueta agenda mental con una serie de actividades diversas, y otras seguir ampliando mi bagaje mental con inesperados descubrimientos puramente empíricos -por ejemplo, la utilización de la hemeroteca y la sala de referencias. Sí, parece raro, ¿no? pero para alguien usualmente despistado, descubrir las cosas así sin más es un extraño y hasta divertido placer-.

Esta semana ha sido provechosa, también, porque me di maña para leer las lecturas que me dejaron en clase, fuera de algunos libros que leía entre las mismas, para descansar los ojos y quitarme el stress -Gabo es siempre una cuota de relajación y amenidad-. Así mismo, asistí a un simposio en San Marcos sobre nuevas tecnologías pedagógicas y neurociencias, y a la primera serie de un ciclo de conferencias sobre el fenómeno eleccionario en la misma PUCP, como parte de este interés holístico humanista (llámese filantropía, o, -y aquí peco de vehemencia emocional, tal vez- una filología universalista) que me dificulta la decisión por una especificidad determinada.

Por primera vez siento que aprovecho cada día que pasa. Ok, en verdad no tengo agenda, pero un cuadernito viejo hace las veces de una perfectamente: en él hago apuntes, acoto bibliografía y señalo actividades culturales que en otro tiempo hubiera inadvertido. Es cierto, el ciclo no ha hecho más que empezar, y no hay que cantar victoria anticipadamente, pero es un comienzo que sienta, por fin, que no ando desperdigando las horas tan gratuitamente, como así lo hice en los primeros veinte años de mi holgazana y casi iletrada existencia. Se siente bien llegar agotado a casa y sentir que se merece el descanso.

Dos semanas

Y vuelves a escribir y te leo, te escucho y hasta recuerdo tu tacto y olor. Y vuelves a aparecer, me sigues sorprendiendo. Te fuiste pero nunca te dejé de ver, ahí, escondida en el recuerdo más sublime, allá, deambulante en cada rincón que alguna vez compartimos, por el que ahora paso y me sabe a gris. Y regresas y me gustaría decirte tantas cosas y una sola. Que te amo tanto que ese amor es en sí mismo algo que ya no se circunscribe a razones, motivos, justificaciones, un amor que no busca ni espera nada, un amor que no olvidaré jamás. Pero por sobre todo, que solo quiero verte feliz, no importa cómo, así sea en la infelicidad de obviarte, de negarte, de guardarme. Siento que ya gané, que no he perdido, porque este amor es maravilloso y me conmueve a diario. Y ahora regresas y yo callaré, y si me miras no te responderé. Y ahora regresas y no te espero, aunque, para qué negarlo, me muero de miedo.

Mundos distintos

Anteayer -el miércoles- almorcé en la cafetería de Ciencias e Ingeniería, por este problema del cambio de concesionario de nuestra cafetería de Letras. Me sucedió algo simpático y gracioso. Escogí mi menú, hice mi cola y gracias al cielo logré encontrar un asiento que se acababa de desocupar en una de las mesas en una esquina. Me senté tranquilamente, cuando en eso apareció un desconocido compañero pucpiano y me preguntó si estaba desocupado el asiento del frente. Ante mi negativa, sentóse y compartimos la mesa. La naturalidad con la que el sujeto me interpeló casi me dejó desconcertado. Divertido incidente: esto no suele ocurrir en la cafetería de letras, nosotros nos hacemos un mundo antes de "sociabilizar" con extraños. Por supuesto, a mí se me hizo casi necesario sostener una conversación con alguien con quien comparto mesa, y hablamos. Le comenté que esta situación era impensable en Letras. Creo que esto, básicamente, se puede explicar por la cantidad de alumnos en Ciencias, y por ende de comensales en su cafetería -ambas cantidades mucho muy mayores que las de Letras-, y las mesas siempre andan llenas. Esto los fuerza a compartir espacios, presupongo.

Entre otras cosas, fue la manifestación del pragmatismo típico del estereotipo hombre-ciencia lo que me sorprendió -y de ahí viene lo chistoso a colación- del chico que se sentó a mi mesa. La naturalidad casi parsimoniosa con la que se sentó y empezó a comer tranquilamente, sin turbarse en ningún momento, mientras yo dejaba entrever una mueca de sorpresa, era un contraste estereotípico bien gracioso, por decir algo. Ahora bien, no fue necesario preguntarle al muchacho si no le daba vergüenza este tipo de situaciones, se notaba que estas son una práctica rutinaria, ordinaria en estos ambientes. Sonrió cuando le comenté que me quedé estúpido cuando se sentó. No dijo nada salvo preguntarme si era de Letras, como dando a entender que entendía mi consternación. No fue necesario que diga: "Es que es cuestión de pragmatismo: a la mierda el roche, quiero almorzar, me siento. Punto." Una vez terminó su almuerzo, partió con tanta vehemencia que casi se tropieza -la vehemencia típica del que ha terminado una obligación y con las mismas parte a cumplir otra-, y atiné a despedirlo con un tibio "chau", comprendiendo.

Es tarde, y mañana tengo clase a las 8am. Hasta pronto, muchachos.

Avalancha

Más que una certeza es una advertencia, una precaución. Comienza el ciclo y he decidido aumentar el rigor académico -así sea por mi cuenta, aunque los cursos sigan siendo blandengues-. Y con ello, además, solucionar toda una serie de pequeños, medianos y grandes problemas que, al no haber sido tratados desde un comienzo, han crecido cual efecto avalancha, y merecen tiempo y sincera dedicación. Por ello, seguramente disminuiré la cuota de posts, la frecuencia con la que los escribo. No necesariamente esto será así, pero hago la advertencia, solo por si se da el caso.

Hasta pronto, muchachos -espero-.

Coleccionista de adicciones

Questionable Content

La adicción que motivó este post, y trajo consigo todas las demás adicciones adquiridas mediante contagio. Gracias Chil, y gracias a todos los que buenamente me pegaron sus productivos vicios.

Es gracioso. Conozco varios vicios de varias personas, y yo, particularmente, no tengo ninguno; al menos ninguno ordinario. Lo que tengo es una insondable capacidad para contagiarme de los vicios de los demás, solo que, cual efecto humo de cigarro* -ríete, Chil-, estos vicios vienen a mí con una fuerza incluso mayor, aunque también -y más vale que sea así-, así como vienen intempestiva y abruptamente, con las mismas se van, y se mantienen -los productivos o agradables, o mejor dicho, las adicciones superadas, quedan marcadas en mí como sabrosos recuerdos, o updates- registrados en mi agenda mental. No pretendo hacer una lista de los últimos, jejeje, son demasiados -y la verdad que no me acuerdo de todos-, pero podría mencionar unos cuantos. Por supuesto, también se dan aquellos vicios que aparecen de la nada y por situaciones fortuitas, casualidades, que no necesariamente implican copias o contagios de los demás, sino simples descubrires. Entre ellos, por ejemplo, está mi reciente descubrimiento de Starbucks -¿pueden creer que nunca había ido hasta hace dos semanas?-. Nunca antes había ido, y eso que el local del óvalo Gutierrez está a tres cuadras de mi casa. Supongo que nunca lo advertí porque, simplemente, no miro en esa dirección al bajarme del bus hacia mi casa -¡plop!-. Lo cierto es que fui la semana pasada, fui la primera vez el martes y me enamoré del frappuccino caramel, y naturalmente, regresé todas las noches de aquesta semana a pedir lo mismo -y encima venti, que es el vaso más grande, un grasiento placer de s/. 12.50-. La semana pasada no fui -digamos que la adicción se superó, y como otras tantas, pasó a ser un update-, pero regresaré a la brevedad. Como verán, mi vida está marcada de estas repentinas y efímeras adicciones, superadas a la brevedad y anexadas a mi nada planeado plan de vida -agenda mental, porque agenda física, los que me conocen se reirán, nunca tendré-. Finalmente todas estas adicciones superadas se manifiestan en tibios y sobrios destellos de espontaneidad -acompañados de un "me provoca"-. Pasemos ahora a ver aquellos vicios contagiados.

Para empezar, el vicio blogger, que comenzó en setiembre de manera poco clara e intermitente, y se ha ido consolidando como vicio ya puramente mío en los meses siguientes-y no fue efímero, gracias a la providencia y a una inusitada y sorpresiva fuerza de voluntad-, así como también, en simultáneo, una oportuna apertura a nuevos horizontes musicales -que incluyeron escondidas e impensadas preferencias por el jazz, la trova y el tango, y el regreso a autores que escuchaba de pequeño, como Raphael, Nino Bravo, Isabel Pantoja, José José, José Feliciano, Roberto Carlos, José Luis Perales, etc.-. En enero retomé el Mirc, vicio que había dejado en un casi perpetuo stand-bye desde 2003. Lo retomé por una semana, en realidad, y aunque las implicancias todavía no se me quitan del todo -el dormir cuando sale el sol y hasta las 2pm-, sirvió como un efecto rebote**, en un periodo de misantropía y desatada melancolía. Luego mi hermanito me pegó el vicio por Warcraft, transportándome al mundo World of Warcraft -juego en red de características MMORPG, en el que tengo 4 personajes de distintas razas y diferentes historias-, vicio que, advierto, todavía no se me quita, aunque, con el pronto retorno al mundo académico, seguramente se extinguirá en breve; vicio que es, por lo demás, extraño, ya que nunca me gustaron los juegos en red. Finalmente, tenemos el vicio Questionable Content, que celebro me contagiara mi buena amiga "mujer pequeña" Chil. Vicio que en realidad me pegó recién el sábado, a punta de una insistencia poco pasiva pero nada invasiva -al final, lo hacía por mi bien :) -. Como loco estuve leyendo casi sin parar las tiras, desde la #1 -ahorita voy en la #161-, y no puedo hacer nada más que recomendarla. Es un humor ágil pero a la vez bien elaborado, cargado de ironías, alusiones de contenido cuestionable, sarcasmos y estereotipificaciones. Además, se matan varios pájaros de un tiro, dado que el lenguaje está cargado de neologismos y palabras difíciles, forzándote a recurrir continuamente al diccionario inglés-inglés, pero no se vuelve para nada tedioso. En suma, un placer muy grato.

Otro dato curioso y gracioso es que estas adicciones se dan en periodos en que decido abrir las puertas a lo nuevo, ya sean horizontes musicales, literarios, cinéfilos, etc. Todo esto coincide, por ejemplo, con una pululante efervescencia por la lectura -continuo descubrir de autores-.

Ah. También es gracioso que siga escuchando Chema's Life Soundtrack apelando a la opción random del winamp, escuchando Chespirito, Hammerfall, el soundtrack de The Sound of Music, Louis Armstrong, el soundtrack de International Superstar Soccer o Yoshi's Island y al buen Feliciano o Sabina -¿qué cosas, no?-.

Notas:
* Efecto humo de cigarro. Como siempre, no pretendo acuñar frases, solo aclarar a mi manera ciertos conceptos. Era una clara alegoría al fumador pasivo que, al recibir el humo exhalado de los fumadores, recibe incluso peor daño que los mismos. Esto, por supuesto, aplicado a la idea de las adicciones -o vicios- contagiadas.
** Efecto rebote. Aquí hay una referencia a un rebote. Cuando uno está bien adentro del pozo, a veces se tira al fondo simplemente para rebotar con más fuerza hacia arriba. Utilicé, pues, el Mirc como un efecto rebote para salir de ese estado.

Un proyecto ambicioso e interesante

Muchos de los que me conocen, al haber conversado tantas veces conmigo, habrán advertido algunas ideas, algunos de mis planes. Algunos más ambiciosos que otros, pero creo que ninguno tan significativo y tangible como la idea de la terapia emocional basada en alusiones regresivas.

Como saben, mi inclinación psicológico-terapéutica es la de la escuela humanista, y en ese sentido, apuesto por una terapia en la que prime la relación interpersonal entre el terapeuta y el paciente, así como aquellos valores primarios trascendentales como la espontaneidad, el respeto, la confianza, etc. En ese sentido, la terapia emocional basada en alusiones regresivas busca consolidar la autenticidad del paciente, llevarlo de manera consciente a indagar sobre sí mismo, recordando, reasimilando, compartiendo algunos de sus más tiernos recuerdos, de modo que sea capaz de hablar con naturalidad sobre sus gustos y preferencias de antaño, no le tenga miedo o vergüenza a los mismos, sea capaz de compartirlos de manera espontánea y agradable con su interlocutor, y ambos propicien así un ambiente cordial y emotivo que permita el diálogo sincero que lleve a la confianza necesaria para entrar en detalle en cuestiones más complejas. Aquí entra la idea de la música. Nuestra amplia memoria retiene con cierta facilidad registros aurales, así como los gráficos. -El proyecto apunta, por supuesto, a no quedarse en lo aural, figuras, dibujos, actividades, etc.-. Entonces, con la escucha, con la exposición del paciente a esas canciones alusivas a momentos simpáticos, rememorativos de la infancia, este experimentará sensaciones que, siendo bien canalizadas, permitirán a ambos, tanto paciente como interlocutor, fomentar un ambiente de verdadera complicidad, espontaneidad, sinceridad.

El archivo de mp3s crece día a día, y es muy variado. Consta de canciones de Chespirito, Nubeluz, Yola Polastri, Luis Aguilé; soundtracks de películas como The Sound of Music, Billy Elliot, Cinema Paradiso, School of Rock, The Lord of the Rings; instrumentales a cargo de Raúl di Blasio, Richard Claydermann, Henry Mancini, Fausto Papetti y Ennio Morriccone; soundtracks de dibujos animados -como Captain Tsubasa (SuperCampeones), The Flinstones, Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco), Thundercats-, series televisivas como Alf y Seinfeld, y juegos de vídeo de nintendo y supernintendo -como todos los Marios, Donkey Kong Country, Sunset Riders, Top Gear, etc.-, así como también canciones de cantantes conocidos, familiares, antiguos -sobre todo de canciones que marcaron una vida, quién no tiene de esas canciones-. El experimento lo hago conmigo mismo, naturalmente, me he creado una lista en el reproductor del winamp que he titulado Chema's Life Soundtrack, y válgame, está teniendo resultados. El hecho de ser un life soundtrack respeta esta idea de buscar aquellas canciones que marcaron nuestra vida, de modo que sean, al conglomerarse, algo así como un soundtrack de nuestra propia vida.

Con esto, me despido, siempre escuchando Chema's Life Soundtrack.

Intempestivos cambios

La plantilla anterior de mi blog se perdió -¡quién sabe cómo pasó eso!-. Parece que esta tendrá que ser la nueva. No le temo a lo nuevo, como podrán ver.
Será, pues.

[ Por cierto, esto ha coincidido extrañamente con el mesar de mis imberbes barbas. Tuve a bien afeitarme después de tiempo. ¿El motivo? No lo sé, solo se dio, como todo lo que se da en mi vida. Mi madre dijo, cómo no, que me veía muy bien -siempre me parece sospechoso ese comentario, más si viene de mi madre ¬¬ -. Mi hermano dijo que ya no se me veía pinta de treintón -no supe si tomar eso como un cumplido o una burla más ¬¬ -. Yo me vi más gordo que de costumbre, pero para lo que me interesa, ustedes saben el resto.]