miércoles, febrero 08, 2006

Lourdes Flores y la prensa

La emergencia de Humala en la aceptación y simpatía popular de hace unos meses supuso un miedo y una aversión en distintos sectores. Un miedo y una aversión no psicológicos, por cierto, más bien, enteramente justificables, puesto que se trataba de un outsider con todas sus letras, es decir, antisistémico, demagógico, populista e improvisado. La sola idea de que el tercer outsider sea elegido presidente atormentó a muchos. Sectores de poder político, económico y popular -y aquí me refiero a los empresarios de las comunicaciones, y más claramente, a los medios de comunicación y periodistas, la prensa- sintieron una punzada y un escalofrío, el sudor helado emanaba por sus pálidas dermis.

Comenzaron, entonces, una campaña mediática para estancar y luego bajar la desbordante arremetida nacionalista, etnocacerista, humalista -el ir acortando el universo político de la ideología va con la idea de que su teoría es difusa, gaseosa, incoherente, difuminada-. Esta actitud es justificable también, porque aunque se trate de democracia -que en sentido estricto es el respeto a las diferencias y a las minorías-, no se puede permitir, sin que se haga nada contra ello, la admonición de una catástrofe democrática: la ascensión de un nuevo dictador. Es por ello que la prensa ideó un plan sistemático y metódico de demolición contra Humala, primero con las acusaciones de demagogia e improvisación -cuestiones casi superficiales y obvias, porque eran evidentes- en cuestiones programáticas y partidarias; también con respecto a la ambición y las peleas familiares de los Humala -haciendo una comparación con la Panaca Real de este gobierno que se acaba-; y finalmente, las acusaciones de inmoralidad y de flagrante violación de los derechos humanos, a cargo de los partidarios del Partido Nacionalista -entre aspirantes al congreso, dirigentes y hasta miembros de la plancha presidencial- y del mismísimo Comandante Carlos, o sea el candidato Ollanta Humala, respectivamente. Aquí no intentamos defender estas salvajadas lumpenezcas propias de la escoria más sinuosa que permanece remanente, enquistada todavía en ciertas esferas de poder; para nada es ése nuestro objetivo.


Mesiánico. No solo el pueblo "traicionado por los partidos tradicionales" tiene la culpa por el nacimiento político de Ollanta Humala, sino también, e incluso en mayor rango, la desinformación o mejor dicho mala información, el filtraje de la misma, la campaña sistemática de la prensa en contra del sistema democrático en pos del rating.

Sin embargo, hay que reconocer que la prensa comete excesos, desmedida, infructuosa, calamitosamente. No queremos defender a este gobierno que se va, puesto que sus incontables desatinos hablaron por sí solos, pero no podemos negar que parte de la inestabilidad democrática se produjo por esta campaña sistemática de desprestigio a los poderes del estado. Es cierto que en el parlamento, habían -y hay, todavía, lamentablemente-, por ejemplo, Torres Ccallas, Gonzaleces, Chuquivales; que el Poder Judicial, estático y burócrata, estaba apañando a una serie de inmorales; que el Ejecutivo contaba con gente de la calaña de Fernando Olivera; pero al margen de esos malos, pésimos ejemplos, también habían personas que trabajan conscientemente, de la talla de Flores-Aráoz, Vásquez Bejarano o Vexler Talledo* -por dar un representante ejemplar en cada uno de estos poderes, de hecho los hay más-. La prensa, en su afán fiscalizador, por no decir ratingnezco**, propulsó, difundió y enervó el rechazo a la clase política, y con ello a las instituciones democráticas, llámese los ministerios, los partidos políticos, etc. Las ideas antidemocráticas, pro-dictatoriales, los "con el chino estábamos mejor" o "en el Perú se necesita mano dura" afloraron tan pululantes que le hicieron la camita a un Ollanta Humala caudillista, Inkarri, mesiánico, y ahora, habiendo crecido el monstruo que crearon con estos afanes, tratan de eliminarlo de la misma manera abrupta como lo alimentaron.


Cabida. Lourdes Flores Nano se ha convertido en la favorita de la prensa. Están pendientes de todo lo que hace, y la gente comienza a notar una desvergonzada deferencia con ella con respecto a los otros candidatos presidenciales. ¿Acaso nos quieren meter a Lourdes como la única opción? -en todo caso eso no es democrático, señores-.

No estamos en contra de la exterminación -política, no efectiva- de Humala, porque un gobierno suyo sería el acabóse, la hecatombe, el salto al vacío, la patada en el trasero a la democracia, la estabilidad y el crecimiento económico; pero tampoco estamos a favor de que la prensa infle a un candidato en especial, que méritos no tiene como para recibir tamaña deferencia. Menos aún vamos a estar de acuerdo con que sectores de prominencia pecuniaria parcialicen la información de los medios de comunicación, elongando hasta la saciedad la información sobre la campaña proselitista de la candidata de Unidad Nacional, y, prácticamente, saltándose de largo las campañas de García y de Humala, y de los demás candidatos, claro está. Mucha gente ya se ha dado cuenta de ello, señores. El querer evitar que un outsider aprogramático, improvisado, lumpenezco, ingrese al poder es una cosa; el apoyar descaradamente a otro candidato, otra muy diferente. La salida del aire del programa de César Hildebrandt en Frecuencia Latina va por ahí. 'El chato', famoso por no casarse con nadie, no estaba de acuerdo con prestarse a la campaña de apoyo a Lourdes Flores, ni mucho menos de avalar la presión de estos sectores. No estaba de acuerdo con venderse a la candidata de Unidad Nacional, como otros periodistas de reputaciones ligeramente aceptables -por decir algo-. Entonces, tuvo a bien entrevistar de forma tibia a Humala, y su programa fue cancelado***.


Imparcial. César Hildebrandt ostenta el calificativo de periodista imparcial. Es incluso criticado por ser tan "anti-todos" como lo diría en cristiano uno de sus tantos entrevistados. Y bueno, eso es lo que buscamos, ¿o no? Alguien que de verdad no se case con nadie, solo con la objetividad, o que por lo menos no le sea infiel a ella.

Con todo esto, esbozamos una advertencia que tal vez los periodistas en su afán ratingnezco, inconscientemente o no -les otorgaremos el beneficio de la duda-, no han interiorizado: la prensa tiene un poder fortísimo. Es capaz de catapultar y hundir, enterrar y resucitar carreras políticas, honras y prontuarios. Esto, claro, para los que indirectamente han manipulado las informaciones de los últimos días, y favorecido a Lourdes Flores de una manera, digámoslo así, tibia. Para los otros, que han recibido y sucumbido a o bien presiones políticas o bien cuantiosas sumas de dinero, nuestro repudio más absoluto. Lourdes Flores está siendo inflada por la prensa tendenciosa, por las tan cuestionadas encuestas, en las que solo cree el 30% del electorado. Se está desestimando los mítines de Alan García y Ollanta Humala por las provincias del país -no tienen acogida en los noticieros de señal abierta o cerrada-, no se está dando cabida a los demás candidatos: recordemos que fuera de Ollanta, García y Lourdes hay otros 20 candidatos a la presidencia, los cuales ni siquiera son mencionados, y sus alcances proselitistas totalmente inadvertidos, pasados por alto, siendo personalidades de la talla de Javier Diez Canseco, Susana Villarán, quienes, con los otros, merecen la atención y el reconocimiento del caso; y no solo por cuestiones de mérito, sino porque la democracia debe ser equitativa, señores. Lourdes Flores no es la única opción, y tampoco es la mejor -eso lo decidiremos cada uno, analizando a fondo los programas de gobierno, las ideologías y sobre todo las planchas-.

La subjetividad debe ser dejada a la sapiencia del elector -y del lector-, no debe difundirse por las vías de comunicación.

Descansa el Chemapolítico.


[ Notas:

* de Flórez-Aráoz, Vásquez Bejarano y Vexler Talledo: Ántero Flórez Aráoz ha sido presidente del Congreso, representante del PPC; Walter Vásquez Bejarano es el actual presidente del Poder Judicial, quien está llevando a cabo una valiente política de reconstrucción del mismo; Idel Vexler Talledo es el viceministro de Educación, un personaje ecuánime y de una trayectoria intachable, encargado de una serie de políticas novedosas en lo que responde a su ámbito en la cartera de educación.

** de ratingnezco: no pretendemos acuñar esta frase, solo dejar en claro que existen, pues, periodistas que, en su afán de obtener el tan preciado rating, dejan de lado la objetividad de la profesión por el morbo, la carnecita de lo llamativo, de la información parcializada, que perjudica sobre manera a muchos que no entran en el mismo saco de los insufribles.

*** de la salida del aire de César Hildebrandt: El mismo César Hildebrandt, el día 6 de febrero, en CPN Radio, aclaró que no renunció, sino que fue despedido por el directorio de Frecuencia Latina. Fuente: http://www.cpnradio.com.pe/html/2006/02/06/1/7301.htm ]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

PRACTICE WHAT YOU PREACH . No seas timido Chemapolitico.

Nada de Martha no?.

Solo Humala que ya lo acabaste pero si Diez Can seco o Susana que tienen menos de 1 %.

LITTA

Chema dijo...

¿Tímido? Bueno, es que no me parece una buena opción la candidata del fujimorismo... será, de repente, porque me recuerda todo lo que significa DICTADURA, porque la democracia fue hecha mierda, porque las honras, las posturas, los escaños y las ventanas de información fueron compradas. Porque la prensa asnaba a la población.
Villarán y Diez Canseco podrán tener 1%, pero son candidatos coherentes, que tienen planes coherentes. Yo no soy un periodista ni pretendo encausar mi posición -que sí tengo, y los que me conocen la saben perfectamente-. Creo que si lees mis otros posts te darás cuenta que apuesto por la democracia, y si es así, no podría jamás apoyar a algún fujimorista -No he atacado a Chávez, ni me parece necesario hacerlo, todo el mundo sabe la clase de persona que es-.
Tampoco hablé de Ricardo Wong, ni de Jaime Salinas o Peter Koechlin; o Paniagua, que consta de más del 5%. Solo me quise referir al tema que quise retratar en este post.
Es a la prensa a la que le exigimos este trato equitativo para con cada candidato, porque es la prensa la que tiene el poder y la influencia suficiente como para conducir a las masas, como de hecho lo está haciendo apoyando a Lourdes Flores Nano en desmedro de todos los candidatos, no solo del a todas luces lumpen Ollanta Humala.