domingo, noviembre 13, 2005

El Asesinato: una especie -fatal- de comunicación*

* Este es un post a propósito de la muy buena ponencia de Jaris Mujica -Especialidad de Antropología, PUCP-, titulada: "Instrumentos asesinos: Ideas preliminares para pensar el Homicidio", en el XII Coloquio de Estudiantes de Psicología de la PUCP, el martes 8 de noviembre del 2005. Se trata de un resumen de la misma.




Asesino es un término que viene del Asia Menor, para ser más claro, de los pueblos árabes. En la época de Saladino - o Salah al-Din-, una vez que este se hizo con la mitad del dominio de su ex jefe Nur al-Din -ya muerto, y en circunstancias sospechosas, es decir, presumiblemente mandado a matar por el propio Saladino- el hijo de este, en venganza, contrató a una horda de mercenarios que estuvieron a punto de matar al gran jefe mahometano en una de sus tiendas de campaña, pero fueron reducidos. Estos eran los hashshashin, miembros de una pequeña secta religiosa que se hizo famosa por su actividad terrorista, y nombre que originó el término asesino.

Ver el asesinato como una forma de comunicación -extrema y fatal, claro está- puede sonar algo descabellado, sin embargo, lo es. Se ha tenido en mente en nuestra sociedad al asesinato como la muerte de la comunicación, puesto que al acabar con el interlocutor, el victimario finiquitó la comunicación. El asesinato es visto como el acabóse, la consecuencia fatal de una disputa, de una venganza, de una traición, etc. No obstante, esta postura es facilista y muy poco sesuda.

Como toda acción positiva -el asesinato se cuenta como tal-, el asesinato es un performance, una actuación, una interacción que requiere de una víctima y un victimario. Como en toda performance, se vuelve necesario analizar una multiplicidad de factores, como el móvil -en sencillo, el porqué-, el contexto ambiental -básicamente, la relación que existe entre víctima y victimario- y los instrumentos asesinos, objetos con los cuales el asesino llevó a cabo el crimen. La suma de estos factores nos esbozan un correlato descriptivo que acompaña la acción homicida. En base a este correlato es que, muchos detectives, peritos y psicólogos forenses formulan hipótesis y trabajan sobre casos de homicidios difíciles.

No pretendemos hacer una parodia de Silk Stalkings o Law and Order: Criminal Intent, de hecho, hoy en día, el tener esta perspectiva con respecto a la criminología nos permite adentrarnos en la mente criminal, y de ese modo, de alguna manera, tener mayor facilidad para resolver este tipo de casos.

Aquí entramos en un debate psicodinámico: Freud .vs. Lacan. Tenemos, pues, que el segundo tenía ciertamente la razón, dado que el asesinato no solo responde a pulsiones internas, sino también a estrategias colmadas de significantes, significantes que componen el correlato criminológico ya descrito.

En ese sentido, podemos identificar 4 distintos tipos de homicidios-los hay más, sin duda, pero estos son los más frecuentes en la sociedad peruana-, divididos en dos grupos: el primero en el que la relación homicida-víctima es filial; y el segundo en el que no.

De relación directa entre el asesino y la víctima.

1. Filicidios. Por etimología, identificamos este tipo de asesinatos como el acto de eliminación de los hijos por los propios progenitores. Aquí, el factor pobreza-desesperación influye de manera determinante. Se encuentra una aparente correlación entre la pobreza; el abandono, la violencia física y sexual, la inoperancia laboral y la infidelidad del marido; y el incremento de este tipo de crimen. El instrumento asesino aquí, con frecuencia, es el veneno, veneno que se disuelve en el alimento que, proporcionado por la madre, no es más que una reminiscencia al vínculo primario madre-hijo. Entonces, se entiende que el veneno o instrumento asesino, se mezcla con la "leche", el símbolo del vínculo afectivo, el calor materno.

2. Asesinatos de Pareja. El móvil principal aquí, evidentemente, es la infidelidad. Los celos son el motivo primario por el que el o la cónyuge toma esta fatal decisión. El instrumento más comunmente utilizado en estos casos es el cuchillo. Las víctimas mueren tras una numerosa serie de cuchillazos, y el lugar del cuerpo estadísticamente más frecuente en donde recaen estos cuchillazos es en el pecho, el tórax y el bajo vientre. Como el motivo del asesinato son los celos, el instrumento, el cuchillo, representa al falo que penetra a la víctima -cuchillazos-, en una especie de sadismo fogoso -de aquí la idea de la sorprendente cantidad de tajos: es evidente que si se tiene una intención homicida, basta con un cuchillazo para matar, no se explica de otra manera esta gran cantidad de cuchillazos en la mayoría de asesinatos de este tipo-.

De relación indirecta entre el homicida y la víctima -aquí se encuentran dos tipos de asesinatos que fueron muy frecuentes en la historia reciente del Perú, en la guerra interna contra el terrorismo-.

3. A las autoridades. Como este tipo de crímenes se perpetraban por los terroristas, su objetivo era sembrar el terror entre los pobladores. Asesinar a la autoridad, por un lado, desestabiliza a la población, que se queda sin su representante y líder, y por otro manifiesta el carácter anárquico de la subversión senderista. Asesinar a la autoridad, era sencillamente, cortar la cabeza, y esto se hizo literalmente. El instrumento asesino fueron las horcas y los balazos en la cabeza.

4. A los campesinos. Nuevamente, como este tipo de crímenes fue perpretado por los terroristas, su objetivo era el terror de la población. El asesinato al campesinado se daba para aterrorizar a los ronderos y a los contrarrevolucionarios, y de esta manera, los senderistas tenían acorralados a los campesinos, obligándolos a integrar sus filas para salvar sus vidas. La manera en que los detractores eran asesinados era el degollamiento -todos sabemos que así se mata al ganado-, como si se tratara de animales. De esta manera, subliminalmente, les manifestaban su superioridad, dándoles un juicio valorativo, animalizándolos.

Entre los dos grupos de homicidios antes mencionados, es menester aclarar que hay diferencias sustanciales. En el primer grupo, el homicida se relacionó en vida con su víctima, por lo que el crimen es una especie de sacrificio que este, en su desesperación, resigna. En el segundo, por el contrario, al no haber una relación directa entre el homicida y su víctima, de lo que se trata más bien es de un pensamiento criminal, el otro es visto como aniquilable.**

** Imagen tomada de: http://al-islam.org/gallery/kids/Clipart/drawings/Assasin.gif

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ustedes creeis que estos asesinatos se pueden permitir?Pues yo creo que no por que es un sufrimiento para personas inocentes que no hanhecho nada en su vida

Chema dijo...

No sé en que parte del artículo leiste que avalaba el asesinato. Por supuesto que no. El hecho de que se diga que es una especie de comunicación -porque las características de los mismos, los móbiles, nos dan pistas que hablan por sí solas- no implica que estos se "permitan".
Por supuesto, no estoy de acuerdo con los asesinatos ni con cualquier tipo de violencia. Pero no basta con no estar de acuerdo, creo, también. Sino con estudiar cada vericueto, cada matiz de nuestras enfermas sociedades, a fin de entender un poco más profundamente el por qué de ciertas conductas nocivas, a fin de hacer algo para evitarlas. Saludos y gracias por opinar.

Anónimo dijo...

Una gran ponencia, te Amo Jaris, y tu Chema (sanisidrino psicoloco) me llegas a la punta de la teta.

Anónimo dijo...

Regular ponencia, pero falta explicitar con mayor profundidad el debate: Freud vs. Lacan. (quizás porque es un somero resumen, pero no costaba nada dedicarle aunque sea dos o tres líneas, me
gustaría tener la ponencia completa, es que parece que soy un asesino en potencia)
Y acaso los filicidios, los asesinatos de pareja, los asesinatos a autoridades y campesinos son los únicos en nuestra nauseabunda realidad, es acaso que no existen los asesinatos de padres a hijos (seria bueno revisar las zonas rurales de los andes y la selva, pues me parece que la ponencia es muy urbanocentrica), acaso no existen los asesinatos por venganzas personales (no necesariamente entre parejas), acaso no existen los asesinatos, llevadas a cabo por asesinos a sueldo (qué tipo de relación se establecería en este caso)
Una observación personal: si nos remontamos a los orígenes etimológicos de las palabras, muchas veces se embarulla más la explicación en vez de esclarecerla, muchas palabras cambian de sentido o tienen otra implicancia según la época en las
que se las dice (por ejemplo el término enamorada, en el siglo XVI era usado para señalar a las rameras), no es pertinente descontextualizar las palabras, en què me aporta saber de los hashshashin, para comprender el asesinato en sí (en ese caso mejor remontémonos a Caín y Abel) en estos tiempos turbulentos……………………..

Chema dijo...

Daniel.
Lo que quería era comentar la ponencia de Jaris. No es un trabajo mío, seguramente -si es que hubiese hecho uno sobre el tema- hubiera sido mucho muy pobre en comparación con el trabajo de él. Tienes razón en lo de etimología y en lo de dedicarle más líneas al debate Freud-Lacan. La idea del post, sin embargo, se limitaba tan solo a resaltar lo dicho por Jaris, eso de que el asesinato es comunicación. Tan simple como que el hombre no puede no comunicar. Nada más que eso. Perdona la simpleza, pero era lo único que quería hacer.

Y para Lucía, ¿tan alta eres?

Anónimo dijo...

Y tu Chema cuando te animas a publicar alguna ponencia tuya, o cualquier cosa tuya, porque andar publicando cosas de amigos, da la impresión de dos cosas: la primera, incapacidad para presentar algo propio; la segunda, soboneria a Jaris (cosa que no necesita porque él se hace conocido solo, ganando premios, becas, y escribiendo artículos interesantes)
Chema si estas ofendido, pues mil disculpas, no fue mi intención socavar tus buenas intenciones de compartir con nosotros conocimiento valioso, lo ideal es que cada uno publique lo suyo. Te apuesto que si Jaris hubiera abierto el Blogs y presentado el mismo el resumen de su ponencia, los comentarios hubieran sido mayores y el debate se hubiera ampliado.

Chema dijo...

Se ve que no revisas el blog. Este post fue de hace un año. Date una vuelta, te invito...
Ahora bien, ponencias no he hecho ninguna hasta ahora, pero los posts, salvo este y uno que otro más que son comentarios sobre coloquios, precisamente, son todos míos. Este post, ya lo dije, fue un resumen de una ponencia del coloquio de Psicología del año pasado que me pareció muy interesante. Nada más que eso. No es sobonería, porque a Jaris no lo conozco. Si te animas, te invito a darte una vuelta por el blog completo.

Anónimo dijo...

Una pregunta para el asesinólogo, disculpen antropólogo Jaris y para el psicóloco, disculpen psicólogo Chema; cómo pueden explicar mi caso pues yo mezclo el asesinato con voyeurismo, fetichismo, travestismo, necrofilia, y un poco de incesto. Creo que todo eso les gusto a los morbosos cineastas yanquis, porque tomaron mi rostro para la película Masacre en Texas, además en el Silencio de los inocentes, muestran algunas cosas que yo hacia. ¡Viva Holllywood!
Otra pregunta para Jaris, qué opina de mi amiga la asesina en serie Aileen Wuornos (lamentablemente condenada a muerte, ¡Abajo la pena de muerte!), qué tipo de relación-comunicación crees tú que se estableció entre está encantadora lesbiana y sus nauseabundas víctimas. Holllywood no se queda atrás en la película Monsters se intenta dar un bosquejo de la vida de mi dulce amiga Alieen (nunca la conocí, pero es como si la hubiera conocido toda la vida, tal vez como diría Foucault pertenecemos a la innumerable familia de los perversos, vecinos de los delincuentes y parientes de los locos.), otra vez ¡Viva Holllywood!, ahora falta que hagan la biografía de Albert Fish “el abuelo asesino” que creo me supera largamente pues es sádico, masoquista, exhibicionista, vouyerista, pedófilo, homosexual, coprofágico, fetichista, caníbal.

Anónimo dijo...

MUY BUENA PONENCIA, MUY BUENA REALMENTE, I LOVE JARIS....

Anónimo dijo...

Es una gran ponencia. Todos sabemos que Jaris es uno de los intelectuales jovenes mas importantes y que prometen mas. Deberian pedirle su ponencia para publicarla. Ademas ya se publico en la revista Psique del 2006.